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EL OUTSOURCING
Por: Arturo Nahle García
En los últimos años grandes y medianas empresas han decidido contratar a otras empresas más pequeñas para que se encarguen exclusivamente de elaborar y pagar las nóminas.
Y es que en México elaborar nóminas, sobre todo grandes nóminas, no es cualquier cosa, hay que elaborar todos los recibos con los complejos requisitos establecidos por el SAT, hay que retener el ISR a los trabajadores y enterarlo a Hacienda, hay que pagar las cuotas al Seguro Social según el salario de cada trabajador, hacer las aportaciones al INFONAVIT según el sueldo de cada empleado y descontarles los pagos que el Instituto requiera por créditos otorgados, hay que aportar a la AFORE que cada trabajador haya seleccionado para su ahorro para el retiro, al Gobierno del Estado hay que pagar el Impuesto sobre Nómina, hay que calcular y pagar la prima vacacional que corresponda a cada empleado, hay que calcular y pagar el aguinaldo de acuerdo a los días laborados en el año y, por si fuera poco, calcular y hacer el reparto de utilidades.
A ello agreguemos los descuentos por ausencias injustificadas, las incapacidades, los permisos para faltar con goce o sin goce de sueldo, los finiquitos por renuncias voluntarias, las liquidaciones por despido, defunciones y otras prestaciones adicionales que la empresa haya convenido con sus trabajadores o el sindicato.
Y que decir de los salarios caídos y otros pagos derivados de juicios laborales, etcétera, etcétera.
Por todo ello es que grandes empresas contratan a otras empresas especializadas en hacer esta terrible tramitología, los honorarios que pagan por el servicio les resultan más económicos que tener un área de Recursos Humanos.
Lo mismo sucede con los servicios de limpieza o seguridad, una empresa grande en lugar de contratar intendentes y policías, contrata a una empresa de limpieza y a otra de seguridad privada para el aseo y vigilancia de sus instalaciones.
Hasta ahí todo está bien, el problema es cuando la empresita que elabora y maneja la nómina se convierte en el patrón, un patrón evidentemente falso, ésta subcontratación es lo que se conoce como outsourcing y se ha prestado a mil trampas y evasiones en perjuicio de los trabajadores y no se diga del fisco.
Precisamente por ello es que el Presidente envió una iniciativa al Congreso mediante la cual propone prohibir y sancionar el outsoucing; no es para prohibir que haya empresas que se dediquen a elaborar y manejar nóminas, no, esas podrán seguir funcionando una vez que se inscriban en un padrón de la Secretaría del Trabajo, lo que se va a prohibir y sancionar es la subcontratación fraudulenta que es totalmente distinto.
Ah! y también se va a prohibir el insourcing, que es cuando una empresa paga la nómina a través de otra empresa creada por los mismos accionistas, en esos casos habrá un plazo para que hagan la sustitución de patrón.
Las compañías y cámaras empresariales que se oponen a esta reforma no es por oposición sistemática o por ignorancia, no, es porque traen una cola impresionante que les está pisando la 4T.