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2021, EL AÑO DE LA VACUNA
Por: Arturo Nahle García
Presidente del Supremo Tribunal de Justicia de Zacatecas

Si el 2020 fue el “Año de la Pandemia”, el 2021 será el “Año de la Vacuna”. No será fácil ni rápido producir, importar, distribuir y aplicar las vacunas a casi 130 millones de mexicanos que viven en 117 ciudades que tienen más de 100 mil habitantes cada una, casi 29 mil poblaciones con más de 15 mil habitantes cada una y 168 mil pequeñas comunidades rurales ubicadas en las sierras, selvas, planicies y desiertos de México.
La pandemia nos mostró con gran nitidez las fortalezas pero también las preocupantes debilidades de nuestro sistema de salud. Tenemos extraordinarios hospitales públicos, los menos, pero la verdad es que a la mayoría los vimos totalmente rebasados, con personal y equipo insuficientes.
Por eso yo aplaudo que el gobierno haya decidido dar facilidades a la iniciativa privada para que también pueda importar y vender la vacuna a quien la quiera y pueda pagar.
El Gobierno desde hace muchos años tiene intensas campañas de vacunación, sí, pero eso no obsta para que la mayoría de los hospitales privados y los pediatras en sus consultorios vendan vacunas contra la Poliomielitis, Tuberculosis, Hepatitis, Influenza, Difteria, Tétanos, Tosferina, Rotavirus, Neumococo, Rubiola, Sarampión, Paperas y Papiloma. Pues no veo por qué no puedan, de la misma manera, importar y aplicar la vacuna contra el Coronavirus.
En Estados Unidos la vacuna se va a vender hasta en supermercados, pues ojalá que aquí muy pronto la podamos conseguir en cualquier farmacia o hasta en la tienda de conveniencia de la esquina, claro, con los controles sanitarios debidos, que no se permita y se sancione la venta de vacunas piratas, la colusión de empresas, monopolios o sobreprecios.
Los beneficios de la participación de la iniciativa privada en el combate a la pandemia los hemos visto con las famosas pruebas, conforme se han ido certificando laboratorios privados para la práctica de estos estudios, ha crecido el número de pruebas y por lo tanto la certeza del número de contagios.
La pandemia no es un problema solo del gobierno, es un problema de todos y todos debemos coadyuvar a la solución; quien tenga dinero para comprar la vacuna que lo haga y le deje su lugar a otros que no tienen la posibilidad de adquirirla en el mercado, con eso mucho ayudarán a que la aplicación universal sea más rápida y también más rápido podamos volver a abrazarnos para decirnos Feliz Año Nuevo!