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Divagaciones de la Manzana
Un buen ejemplo
Martha Chapa

Se ha festinado por doquier, y hasta como una bocanada de oxígeno puro, la llegada de Biden y la salida del polarizante, conflictivo y burdo, ahora ya expresidente, Donald Trump
Mucha información ha fluido de la importante Ceremonia de Toma de Posesión y de quienes estuvieron presentes o participaron, así como del aplauso generalizado dentro y fuera de ese país, que nos ha dado un nuevo testimonio democrático.
Justo en ese sentido, retomo lo que me pareció un hecho excepcional: la presencia de tres expresidentes: Bush, Clinton y Obama, con toda cordialidad y metas comunes. Así también, resaltar el contenido de sus mensajes de elevada civilidad, pues sin excepción coincidieron en sus convicciones democráticas, el apoyo irrestricto al presidente entrante y su ciudadanía vigente.
Destaco tal hecho, ya que me indigna, entristece e invade un sentimiento de impotencia, al ver que en nuestro caso aquí en México, una reunión de expresidentes sería impensable, sobre todo por la conducta o el estilo personal de gobernar, como diría Cosío Villegas, del presidente López Obrador, que desde las conferencias mañaneras divide, confronta, polariza y atiza resentimientos y odios.
Al igual, quienes han ocupado la presidencia en décadas recientes se mantienen molestos y distantes del actual presidente, por sus ataques y ofensas qué ha dirigido a sus personas, gestiones o partido al que pertenecen, provocando incluso sus réplicas defensivas y a momentos igualmente hostiles. En un repaso breve, podríamos decir que Echeverría, prácticamente está aislado en su domicilio, como tampoco Salinas, Zedillo o Peña Nieto, por parte del PRI, pienso que estarían dispuestos a un ejercicio similar al que vimos y disfrutamos en el caso de los Estados Unidos, a lo que también tendríamos que agregar a Fox y Calderón, tan distantes entre ellos mismos, y peor aún del pensamiento ideología y praxis que ahora enarbola el populismo y la demagogia de la dizque Cuarta Transformación.
Pero más allá de esa imposibilidad, lo que sí tendríamos que exigir todas y todos quienes conformamos la ciudadanía, es que se cancelara ese discurso airado, estridente y conflictivo de López Obrador, para que gobierne bien, propicie unidad, armonía, respeto y tolerancia, a lo largo y ancho del país. A quien en primer instancia más le convendría políticamente es a él porque de otra forma habrá menos malestar y reprobación para su gobierno con múltiples y diversas consecuencias, muy graves para la Nación, como la inestabilidad o la incertidumbre, que a fin de cuentas seguirá desembocando en los pantanos de la violencia, el desempleo, la falta de inversiones y la disminución de la calidad de vida en general, ya no digamos del ensanchamiento de las estadísticas de la pobreza.
Más allá de lo que pensamos o sintamos respecto a nuestros vecinos de Estados Unidos, si bien en lo personal me inclino e inclinaré siempre por la amistad, el intercambio comercial, y cultural, el respeto a las soberanías y la cooperación internacional, miremos hoy y allá lo que tanta falta nos hace aquí para ponerlo en práctica entre nosotros y decididos a lograrlo en lo máximo posible.

Página web:
http://www.marthachapa.mx