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EL MUNDO DENTRO DE UNA BURBUJA
¡LA NUEVA REALIDAD!
Dr José de Jesús Reyes Ruiz
II PARTE
Para documentar mi pesimismo… y el de los demás
Hace una semana pensábamos en lo que nos esperaba dentro de un futuro que ya nos alcanzó, y nos aventurábamos a predecir que nuestro mundo, en el mejor de los casos, podría ser llamado como una nueva realidad: la de la vida dentro de una burbuja o tal vez múltiples burbujas que nos aíslen de los peligros de una naturaleza que ahora se venga de la devastación realizada por el ser humano durante siglos.
Comentamos lo que algunos recordarán de las burbujas en que se encerraba el siglo pasado a aquellos raros casos de un niño que nacía carente de un sistema inmunológico de defensa y como, tanto su familia como los profesionales de salud, tenían que acceder al indefenso paciente con técnicas muy sofisticadas de aislamiento por medio del cual le hacían llegar tanto los alimentos como las medicinas e incluso los juguetes.
No me olvido ver la vida de estos personajes dentro de sus burbujas de plástico que incluso eran sacados de sus domicilios para disfrutar el entorno inmediato siempre metidos en sus escudos de plástico que en teoría evitarían la entrada de microorganismos que pudieran acabarlos con una gran facilidad.
Todos los seres humanos – o casi todos – nacemos con un sistema de defensa que conocemos como sistema inmunológico, pero claro existen enfermedades nuevas – como el VIH – que tienen como punto de ataque este sistema reduciéndolo al mínimo y dejando al paciente indefenso frente a las infecciones que en otras condiciones no le harían mella.
Ocasionalmente el sistema inmunológico como lo hemos comentado, nos hace una jugada al desconocer elementos propios del organismo considerándolos como agresores y actuando en consecuencia en contra de ellos. Esto sucede en enfermedades como la ESCLEROSIS MULTIPLE en donde nuestro sistema inmunológico se encarga de atacar con toda su fuerza la capa que aísla a las fibras nerviosas que es la MIELINA, pero hay muchos otros ejemplos.
Es decir, todo esto lo comentamos porque estamos ante una de las peores pandemias que ha vivido la humanidad por un virus que prácticamente salió de la nada – se dice que nos fue transmitido por un tipo de murciélago aunque no se tiene la certeza – y que ya ha matado a dos millones y medio de seres humanos alrededor del mundo y ha contagiado a cerca de cien millones de personas, y que por si no fuera poca su amenaza, se le ocurre mutar y crear cepas más contagiosas y – aunque no nos lo dicen – más malignas como la Británica, la Sudafricana y la Brasileña –
Como el ser humano no ha logrado un tratamiento eficaz contra este virus no existe otra alternativa que la prevención con el “QUEDATE EN CASA” “PONTELO” en referencia al cubrebocas y el mantén “SUSANA DISTANCIA” así como el mantente fuera del contacto con los demás, en pocas palabras:
¡ALEJATE HASTA DE TU SOMBRA!
Y todo esto, conjuntamente con el antecedente de las burbujas aislantes a las que hicimos antes referencia, son las que determinan los nuevos tiempos por venir, y así dimos dos ejemplos, LA BURBUJA DE LA TEMPORADA PREVIA DE LA NBA en ORLANDO y la del CONCIERTO DE FIN DE AÑO EN VIENA donde en ambos casos se aisló a piedra y lodo a los deportistas y músicos, sus entrenadores, sus equipos médicos y los trabajadores de los hoteles donde se instalaron realizando pruebas diarias y excluyendo rápidamente a quien resultara positivo y efectuando un aislamiento más intenso a sus posibles contactos.
Ambas burbujas resultaron – nos dicen, no podríamos estar seguros – en sendos éxitos, pero son solo el principio de lo que se ve venir.
En los tiempos que vivimos ya no puedes subirte a un avión para viajar a los Estados Unidos si no cuentas con una prueba PCR o de ANTIGENOS negativa a la enfermedad, eso y la sanitización de la aeronave hacen que el vuelo se convierta en una burbuja desde el ingreso de sus pasajeros hasta su llegada al destino. Después solo queda encomendarse al señor DIOS.
Pero claro, desde el inicio de la pandemia las grandes farmacéuticas y sociedades de investigación se dedicaron a desarrollar VACUNAS que nos protegieran de la infección, se iniciaron cerca de 200 proyectos en todo el mundo y actualmente una veintena ya están en la etapa de comercialización, solo que – nuevamente lástima Margarito – vivimos aun tiempos neoliberales donde las ganancias y no la salud son los elementos más importantes. Los laboratorios se dieron cuenta de ello y actualmente están reteniendo su producto – aun y cuando haya compromisos comerciales previos – como buenos especuladores y usureros en espera de aquellos países que les paguen mejor, por lo que no debe sorprendernos que naciones como Colombia apenas hayan recibido las primeras 20 mil dosis y otros más pobres como Honduras o el Salvador esperan el apoyo de países solidarios con los que menos tienen como CUBA con su vacuna SOBERANA que se comenzará a repartir entre los países más pobres ¡Y GRATIS!.
La economía mientras tanto permanece estancada, existe la apertura paulatina con todos los riesgos que ello implica, y así vemos cómo funcionan restaurantes, como intentan la apertura de las salas cinematográficas y los teatros, los centros comerciales, los lugares turísticos, entre otros.
Pero me da la impresión de que las cosas dentro del nuevo concepto de la burbuja no tendrían que ser tan problemáticas, en DUBAY, por ejemplo, los grandes hoteles ofrecen la vacuna en forma gratuita a quienes utilizan sus servicios, suponemos que para que la burbuja funcione todo el personal esta previamente vacunado con una primera y una segunda dosis, y cualquier persona que ingrese al hotel tendrá que entrar previa prueba de antígenos negativa. Esto, señores, no es otra cosa que una burbuja.
Nos sorprende ver una competencia tan importante dentro del TENIS un GRAND SLAM como el de AUSTRALIA, un país poco afectado por la pandemia, que no se hubieran tomando todas las precauciones y en medio del torneo en un hotel de los que utilizan los tenistas y sus respectivos sequitos, hubo un grupo de empleados (cinco) que dieron positivo, y claro, esto implica que el proyecto burbuja no fue realizado con todas las de la ley. Los estadios tuvieron que quedarse sin público y se inició un proceso de cuarentena no solo de un país sino de todo un continente que incluyo medidas similares en Nueva Zelandia que hasta el momento se había mantenido casi libre de contagios.
Lo que no podemos entender es que la PRUEBA DE ANTIGENOS desarrollada en Nueva York por ABBOTT a un costo bajísimo (cinco dólares) y que es altamente especifica casi como la PCR (sólo que el resultado se obtiene en cuestión de minutos) no se utilice más paralelamente a la vacunación, es decir, un crucero -por poner un ejemplo- a la hora de abordar, los usuarios tendrían que realizarse una prueba rápida de estas que comentamos y solamente accederían al viaje al resultar negativos, los positivos se irían directamente a sus casitas a realizar su respectiva cuarentena, pero, claro, la burbuja no estaría completa sin que toda la tripulación haya sido previamente vacunada y sea negativa a la prueba que comentamos; esto completaría la burbuja.
Otro ejemplo de burbujas que pudiéramos ver en el futuro sería los cines, teatros, salas de concierto, estadios etc. Donde podrías acceder siempre y cuando mostraras tu certificado de vacunación con dosis inicial y refuerzo, o bien un certificado médico que indicara que tuviste la enfermedad y la superaste, entonces podrías entrar sin ningún problema, mientras que si no tienes esta documentación podrías acceder previa prueba rápida de antígenos que te podrían practicar ahí mismo y que te daría acceso siempre y cuando resultaras negativo, y claro previa vacunación del personal que ahí labora, artistas y o deportistas incluidos que además cuenten con una prueba rápida negativa con lo que la burbuja quedaría cerrada y todos felices a disfrutar el espectáculo.
¡EN VIVO YA BASTA DE ESPCTACULOS DIGITALES!
Si les he de ser sincero no creo que esto suceda en el caso de los CENTROS COMERCIALES o los RESTAURANTES. Tendría que haber un sistema que certificara aquellos que califican como verdaderas burbujas con el personal debidamente vacunado, con pruebas rápidas negativas, con medidas aislantes (QUE NO TERMINARIAN) como el uso del cubrebocas y una sana distancia entre una mesa y otra, menús digitales etc. Y la aceptación de una clientela libre del virus con su correspondiente cartilla de vacunación o certificado de haber padecido y superado la enfermedad o una prueba negativa realizada afuera del establecimiento.
Pero cuidado. Estas burbujas de una vida posible están diseñadas para las elites, no para los de abajo que seguirán consumiendo en el puesto de tacos de la esquina o acudiendo a mercados sin medidas de sanidad adecuadas, y se seguirán exponiendo con todo y el cubrebocas, pero sin una sana distancia y manteniendo el contacto físico tan ridículo como el saludo de puño o de codo, entonces la enfermedad seguirá pegándonos sin que podamos hacer mucho para controlarla.
En nuestra próxima colaboración trataremos de predecir los aspectos psicológicos, sociológicos, económicos y filosóficos de una nueva forma de vida dentro de una burbuja.