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REPERCUCIONES SOCIALES, ECONOMICAS, POLITICAS Y FILOSOFICAS DE LA PANDEMIA
Dr José de Jesús Reyes Ruiz
Para documentar mi pesimismo… y el de los demás

1.- La pandemia y la sociología.

No pretendo ser un experto en todos estos temas, nada más lejano a ello, pero como ciudadano quisiera opinar lo que pienso serán las repercusiones de la pandemia en estos campos.

La sociología tal y como lo define la real academia de la lengua: “Es una ciencia que se dedica al estudio de los grupos sociales (conjunto de individuos que conviven agrupados en diversos tipos de asociaciones). Esta ciencia analiza las formas internas de organización, las relaciones que los sujetos mantienen entre sí y con el sistema, y el grado de cohesión existente en el marco de la estructura social”.

Entiendo en consecuencia, que se trata de las relaciones entre las personas entre sí, y con los diferentes grupos sociales cercanos y lejanos, así como de ellos con el medio que ocupan, y esto nos deja claro que la pandemia ha afectado estas relaciones en forma muy importante provocando un aislamiento en la idea de que “el otro” puede o es potencialmente peligroso para mi salud y para mi integridad física. Si bien ya la crisis de inseguridad nos había llevado a desconfiar del otro del desconocido, del que porta un aspecto especial, ahora con la pandemia desconfiamos aun de aquel a quien conocemos. Debemos – así nos lo han indicado – mantenerlo a distancia y si es posible ni siquiera acercarnos a compartir el mismo espacio, antes era un metro y medio o dos entre él y nosotros, ahora son 5 metros y de ser posible muchos más.

El “quédate en casa” – difícil de cumplir sobre todo por los jóvenes – rompe todo el vínculo social con los demás, aun y cuando aquellos sean de nuestra propia familia; escuchamos en los medios que los abuelos se comunican vía digital con sus hijos y sus nietos, nunca cara a cara, cada quien, en la privacidad de sus hogares, no son tiempos de convivir con nadie aun y cuando este alguien sea muy cercano o de la propia familia. En teoría tendríamos que relacionarnos solamente con aquellos que comparten un mismo techo y hasta ahí, aunque algunas veces no nos queda de otra y rompemos las reglas preocupándonos por las consecuencias.

Estos son los principios a los que tendríamos que atenernos si hemos entendido la gravedad de la pandemia, y claro que la mayoría lo hemos entendido por que hemos visto morir a familiares y amigos de todos los grupos de edad y eso nos ha recordado que también somos mortales, nos ha vuelto a tener presente nuestra finitud, aunque esto tendría que ver con otro tipo de repercusiones de la pandemia las de tipo filosófico que es donde quiero concentrar mis mejores esfuerzos para dilucidarlas.

En el terreno social o de la sociología el “QUEDATE EN CASA” y si no te queda de otra y tienes que salir de tu espacio más o menos seguro entonces “MANTENGA SUSANA DISTANCIA” y si tienes la mala suerte de tener que utilizar el transporte público, por que no tienes un vehículo que sea la extensión de la privacidad de tu hogar, entonces te mantienes lo más alejado – si es que ello es posible – y ves con desconfianza a todos aquellos que te rodean, sobre todo si no porta el cubrebocas. Entonces, de acuerdo a la situación actual, pueden decidir no solo reprobar – y reprochar - su actitud en forma enérgica o incluso lincharlo como si se tratara de un delincuente común.

Puede que seas de aquellos que no creen en nada o que las reglas acostumbran a pasárselas por debajo del arco del triunfo, como nuestro presidente, pero la gran mayoría ha entendido las lecciones duras que la pandemia nos ha dejado como enseñanza, porque imagino que si te transportas en un vagón del metro y sufres alguna alergia que te provoca un estornudo, tienes que hacer lo posible o hasta lo imposible por evitarlo – que se puede – restregándote la nariz enérgicamente porque de otra forma el estornudar aun y cuando sea sobre el pliegue de tu codo como indican las autoridades, hará pensar a los demás que eres el mismísimo demonio que viene a acabar con sus vidas.

No podemos negar que bajo estas circunstancias nos ha nacido un temor consciente o subconsciente por la otredad, por los demás; yo tengo que aceptar que en lo personal me molesta sobremanera que alguien traiga mal puesto el cubrebocas y no se diga si no lo trae puesto lo que lejos de mantenerme al margen me hace reclamarle con todo, hasta que llegue el día que al otro no le gusten mis formas y me lo reclame con algún tipo de agresión física.

Sabemos bien que el virus nos acompañará por muchos años, y que aun con la vacuna – de la que desconocemos los meses que nos dará de inmunidad o protección - tenemos un 10% es decir 10 en cien de posibilidades de ser infectados y aun y cuando la vacuna reduce la mortalidad en forma importante (90%) no la elimina por lo que nuevamente tenemos 10 en cien de posibilidades de tener un problema grave que ponga en peligro nuestras vidas y si hacemos los números si nos detenemos a pensarlo, estamos con todo y vacuna en el sitio donde iniciamos que nos indicaba que en CHINA la mortalidad del virus era del 2.5 % en occidente del 5% y en países tercermundistas como el nuestro de casi un 10%, entonces cuál es la maldita diferencia.

Es claro QUE NO PODEMOS BAJAR LA GUARDIA AUN EN EL CASO DE HABER SIDO “BENDECIDOS” con la vacuna o habérnosla agandallado (si somos fifís de Bernárdez o alguna otra colonia de lujo, que con la consigna de que se mueran primero los pobres porque nosotros somos privilegiados) fueron – se calcula un centenar – de magnates a formarse en la fila de los pobres y marginados y agandallarles la seguridad de sus vacunas.

Como quiera que sea la pandemia modificará en extremo las relaciones entre los seres humanos, los alejará – si de por si nos alarmaba ver - como alguna vez lo comentamos - a un grupo de jóvenes reunidos alrededor de una mesa sin convivir entre si sino todos con la mirada fija en la pantalla de sus teléfonos celulares – esto que ya se había iniciado sin el virus ahora con él se incrementara exponencialmente.

Imaginemos que en un futuro no lejano los jóvenes se conocerán con sus fotos reales – claro manipuladas y con maquillaje extremo – vía digital, se enamoraran por esta vía y con conversaciones telefónicas o por internet - las citas entre dos personas ajenas estarán prohibidas - pero ya se darán las mañas aun sea a costa de la salud o de la vida que el amor todo lo puede. En algún momento, previa exigencia de una cartilla de vacunación y con las medidas extremas de distanciamiento la familia del novio acudirá totalmente cubierta y protegida a visitar a la familia de la novia, posiblemente adapten espacios separados por micas protectoras y solicitaran la mano de la interfecta que si es concedida bajo la responsabilidad de los contrayentes, podrán casarse por vía digital y entonces comenzar una vida en un espacio nuevo previamente sanitizado y completamente aislado de los demás.

Ya veremos novelas completas con estos nuevos tipos y estas nuevas formas de convivencia.

2.- La pandemia y la economía.

En cuanto a la economía que podríamos agregar al desastre económico que la pandemia ha provocado, tanto entre los países del primero como los del tercer mundo – y demás –, tal parece que alguien diseño la pandemia para ATACAR EL LIBRE MERCADO que había sido elevado al nivel de una religión por el NEOLIBERALISMO que imperó en la segunda mitad del siglo XX, o el final de este siglo y el inicio del presente, nuestro mundo había declarado con toda pompa y circunstancia el advenimiento de la ALDEA GLOBAL y el cuasi LIBRE TRANSITO no de las personas – NI DIOS LO QUIERA – pero si de las mercancías de uno a otro lado del mundo intensificando el comercio que siempre había existido en todos los tiempos de la humanidad solo que las distancias actualmente prácticamente inexistentes lo había limitado a la apertura de rutas comerciales como la tan conocida ruta de la SEDA o LA NAO DE CHINA que traía las mercancías del oriente vía FILIPINAS hacia el puerto de ACAPULCO y de ahí atravesando el país vía VERACRUZ y CUBA al VIEJO MUNDO.

No nos olvidemos que el comercio fue siempre uno de los mayores anhelos del ser humano. El descubrimiento de nuestro continente fue estimulado en la búsqueda de una ruta marítima que acercara al oriente y al occidente, el problema fue que en la lista de valores del ser humano, el libre comercio triunfó, como lo mencionamos, como una nueva religión, empujado por una REFORMA que llevó a que los cristianos – antes católicos – del norte del planeta, se les ocurriera con el consejo de LUTERO y CALVINO, poner a la biblia sobre el evangelio, al antiguo testamento por encima del nuevo testamento y de ahí pudieron extraer literalmente los conceptos de TRABAJO de ACUMULACION, de USURA y otros similares donde poco a poco se fueron perdiendo los valores antiguos que Jesús trajo con la buena nueva, exaltando los antiguos que pronto sustituyeron al antiguo dios de los monoteístas de esos tiempos por uno nuevo el DIOS DEL LOS DINEROS, EL DIOS DEL PODER y este nuevo concepto solo podía acceder ese a través del trabajo con el objetivo egoísta de tener más que los demás lo que al final de cuentas les daba el poder sobre aquellos menos pudientes, y el control de los mismos.

ESTA HISTORIA CONTINUARA