Mayela Pulido
A qué se llama tráfico de órganos?
Existe?
Lamentablemente circula en nuestra sociedad una leyenda urbana sobre el tráfico de órganos.
Es absolutamente FALSA Y SUPERSTICIOSA. Se pueden comprar repuestos robados de autos, pero es infantil pensarlo para un cuerpo humano.
La realidad es que, en primer lugar, tal cosa es IMPOSIBLE. Pero, además, no se ha registrado ni comprobado jamás un solo caso.
Pensar en el tráfico de órganos es desconocer la complejidad de un operativo de un trasplante, que requiere infraestructura en comunicaciones, tecnología médica de alta complejidad y profesionales especializados, laboratorios médicos, enfermeras, en fin lo que implica la movilidad de de cerca de 100 profesionales por cada donante en muy pocas horas.
Si algún paso no se llevará a cabo se pondría en SERIO RIESGO LA VIDA DEL RECEPTOR.
Toda persona que necesita un trasplante considera que es la única garantía de cálida y seguridad del órgano que le van a implantar, y no se le ocurriría fantasear con inexistentes sustitutos ilegales pues sabe que su vida depende de ello.
ENTONCES PORQUE SE HABLA TANTO DE ESTO?
En nuestro país la DONACIÓN es un gesto altruista y generoso y está penado por la ley el recibir beneficios económicos por una donación.
Muchos guionistas de series y películas, aprovechan la fantasía del tráfico de órganos para generar historias que atrapan a partir del morbo y los miedos básicos del ser humano. A ellos les resulta un gran negocio para aumentar sus ingresos, pero perjudican fatalmente a pacientes en espera de un órgano al difundir el miedo a la donación.
Hay que entender la complejidad de un operativo ablación-trasplante y saber distinguir entre la realidad y la fantasía en una película.
No tengas miedo, son muchos los mitos que generan desconfianza, temor, incertidumbre, etc.
Pero infórmate, pregunta, no todo lo que se dice es cierto y daña mucho a las campañas de la cultura de donación, a la ayuda a los pacientes que esperan un milagro de vida...
Yo soy orgullosa donadora y mi vida cambio para bien!
Mi gran sueño es que no haya más listas de espera, pues los órganos no van al cielo.
Di soy donante de órganos y mi familia lo sabe!
