EXTRAÑA CELEBRACIÓN
Por: Arturo Nahle García
El 5 de mayo los mexicanos tenemos una extraña celebración, la Batalla de Puebla; tengo la impresión que muchos confunden la primera intervención francesa con la segunda, no tenemos claro que pasó en una, en otra y sobre todo en Puebla.
La primera intervención fue en marzo de 1838 cuando diez barcos de guerra franceses se apostaron frente a Veracruz, incautaron naves mercantes mexicanas y bloquearon durante ocho meses todos los puertos del golfo. Y es que franceses avecindados en México reclamaban el pago a un restaurantero de Tacubaya donde 6 años antes oficiales de Santa Anna se comieron unos pasteles sin pagar la cuenta; reclamaban también el fusilamiento en Tampico de un francés acusado de piratería y diversos daños ocasionados a franceses durante la Guerra de Independencia.
Como México no cedía enviaron más barcos y el 21 de noviembre abrieron fuego, Santa Anna llegó a defender el puerto y ahí perdió una pierna; el bloqueo afectó el comercio con otros países y eso ayudó a que el 9 de marzo de 1839 se firmara el tratado de paz en el que aceptamos pagar indemnizaciones por 600 mil pesos (incluidos los pasteles).
La segunda intervención fue 24 años después, en 1862, y ésta se debió a que Juárez suspendió el pago de la deuda externa por dos años por las complicaciones económicas generadas por la Revolución de Ayutla en contra de Santa Anna y después por la Guerra de Reforma entre liberales y conservadores.
De inmediato tropas de Francia, Inglaterra y España llegaron a Veracruz, cuando Manuel Doblado les explicó que la suspensión era temporal Inglaterra y España se retiraron, Francia no, decidió invadirnos porque lo que quería era establecer un imperio colonial y desde aquí apoyar a los Confederados del Sur en la Guerra Civil de EU.
El 5 de mayo el ejército francés sufrió un severo revés en Puebla, pero la victoria de Ignacio Zaragoza y González Ortega fue pírrica, Puebla cayó unos días después; el 10 de junio de 1863 los franceses tomaron la CDMX, el Presidente Juárez inició un largo peregrinar hacia el norte en su empolvado carruaje y Maximiliano fue coronado como Emperador.
En 1866 las tropas francesas comenzaron a retirarse por su inminente guerra con Prusia, por la derrota de los Confederados en Estados Unidos y por el gasto y desgaste de la guerra; eso fue determinante para el fin de la intervención, la caída del Imperio y el triunfo de Juárez.
El 19 de junio de 1867 Maximiliano fue fusilado en Querétaro, sin embargo los mexicanos tenemos 158 años celebrando no la caída del Imperio, sino la aislada batalla de Puebla. Y entre los mexicanos radicados en Estados Unidos el festejo es superior al del día de la Independencia, que extraña, de verdad que extraña celebración.
