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Divagaciones de la Manzana

También nosotras ganamos

Martha Chapa

El aplauso principal en estas elecciones se lo ganaron indiscutiblemente quienes con una elevada conciencia cívica se mantuvieron al frente de cada una de las 62 mil Casillas que se instalaron a lo largo y ancho del país.
Una movilización que representó la presencia en las diversas responsabilidades, desde quien las presidió hasta los escrutadores, con un total de 1,400 mil ciudadanos.
Ganó claro el voto ciudadano en una jornada pacífica, a pesar de las múltiples amenazas que cernieron, dada la violencia imperante en las semanas anteriores al día de las elecciones, con casi cien dolorosas e indignantes pérdidas de vidas durante la contienda electoral, que esperan justicia y castigo a los culpables, porque es inaceptable que queden en la impunidad. No Basta pues guardar luto y menos olvidar o archivar expedientes.
A la vez, reconocemos que la democracia y el país salieron en principio avantes, además de que se remarcaron una serie de exigencias y mandatos, lo mismo para cancelar ese autoritarismo rampante y de desaliento democrático procedente de López Obrador, la necesidad de tener contrapesos institucionales, división de poderes, de salvaguardar a nuestros organismos autónomos, alentar a las asociaciones ciudadanas, y en general, cancelar el divisionismo, la polarización, la destrucción de instituciones y el personalismo caprichoso del Gobiernos Federal, obligado ahora a escuchar y conseguir acuerdos, tras perder la mayoría calificada en el Congreso, es decir, una gran victoria ciudadana.
Mensajes que quedaron claramente expresados en las urnas y que son en si ya irreversibles, pues de ir a contracorriente el gobierno, incurriría en una gravísima irresponsabilidad que hasta podría desembocar en levantamientos y confrontaciones con saldos cruentos, indeseables y reprobables desde todo punto de vista.
Vivimos entonces el pasado domingo un ejercicio colectivo ejemplar y democrático, que celebró también en términos de lo que avanzamos las mujeres. Por primera vez en nuestra historia contemporánea, están al frente seis mujeres en gobiernos de entidades federativas: Baja California, Tlaxcala, Colima, Guerrero, Chihuahua y Campeche.
Igual, ocurre con las diputaciones federales, que no sólo son representativas y legítimas, en abono de una pluralidad real de acuerdo al perfil de la Patria, sino de incalculables logros respecto a la equidad de género, tan anhelada históricamente, y debido a muchas luchas que hemos ido conquistando. También, por lo que se refiere a los congresos locales, el número es impresionante, ya que en conjunto contamos con más diputadas.
Qué decir de las mujeres que quedaron al frente o encabezarán presidencias municipales y alcaldías, al alcanzar un número significativo y sin precedente, que de seguro nos los confirmará el INE cuando den a conocer los resultados finales de esta elección.
Mi felicitación, desde luego al INE, por su capacidad, eficiencia y neutralidad arbitral, institución que nos enorgullece como mexicanas y mexicanos y que defenderemos a ultranza contra cualquier amenaza e intromisión del presidente López Obrador y de otros secuaces en esta perversa intentona de querer desaparecerlo o moldearlo a su antojo y según sus apetencias de poder.
Ganó entonces la ciudadanía y subrayadamente, como nunca antes, el componente de las mujeres que ahora participamos y guiamos aún más a la Nación misma.

http://www.dgb.uanl.mx/bibliotecas/burrf/salamuseomarthachapa/