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Divagaciones de la Manzana
Cuba, dictadura repetida
Martha Chapa

A finales de los años cincuenta y durante los primeros de la década siguiente, la Revolución Cubana mereció un aplauso unánime en el concierto internacional, por haber combatido y depuesto a la dictadura de Fulgencio Batista.
Con el tiempo, fueron creciendo sus detractores y algunos países empezaron incluso a adoptar medidas qué sancionaban al régimen cubano, por no mostrar una vocación orientada a la libertad y la democracia. Fue gestándose así un engendro de autoritarismo, represión, pobreza y pérdida de las libertades individuales y sociales.
Hoy, tras 60 años del régimen autocrático en ese país, vemos como aflora la inconformidad frente a ese sistema, cada vez más insostenible, de miles de ciudadanos que salieron a protestar por las condiciones horribles y paupérrimas en las que viven, y más en estos días con el agregado de la salud y el manejo deficiente de la pandemia. Ahora, también protestan desesperados y desencantados por el sacrificio Inútil e infructuoso de varias generaciones que no solo no vieron cambios y progreso en los gobiernos de los Castro, sino miseria, hambre, exclusión, explotación, control y supresión de las libertades contra los que ellos supuestamente se sublevaron pero terminaron en una acabada dictadura.
En respuesta, el gobierno cubano lejos de abrir espacios de autocrítica, reaccionó inconfundiblemente como la dictadura que es, no sólo agrediendo y encarcelando a los manifestantes, sino amenazándolos con la salida a las calles de sus huestes que en realidad serían una especie de grupos paramilitares o abiertamente policiacas, lo cual podría derivar en una tragedia con cientos o miles de muertes.
En la comunidad internacional ya se emitieron condenas por tal represión con una reprobación generalizada al actual régimen castrista. En nuestro caso, por lo que toca a México, López Obrador tampoco externó su compromiso con las libertades ni con la democracia, escudándose falsamente en la autodeterminación de los pueblos, que en otros casos como en el de Bolivia o Nicaragua, los ha solapado en sus excesos, abusos y violencia. Así, en su conferencia mañanera se refugió en generalizaciones, evasivas y hasta llegó a decir que de acuerdo con nuestra Constitución Política tenía que verse por los derechos humanos, lo cual pudo haber sido motivo de pedir a Cuba que no los violara tan improcedente e impunemente
Es cierto que Cuba ha padecido un bloqueo de los Estados Unidos, que siendo inadmisible, lo es también la falta de libertades y democracia que sistemáticamente la autocracia imperante lo ha negado al pueblo cubano. En ese sentido la proclama justa sería: ¡Bloqueo No, pero Primero Libertad y Democracia para el pueblo de Cuba!. Un país democrático, sea el que fuera, no debe apoyar una dictadura, de cualquiera que se trate.
Lo deseable entonces sería que El Partido Comunista de Cuba empezara a gestar un cambio, así sea gradual, como ha ocurrido en otros países con esa ideología e ir propiciando el ejercicio de las libertades, la participación y la genuina representación popular, además de la mejoría económica y bienestar social.
Un cambio que se ve lejano y difícil pero que creemos es factible, a fin de que los sistemas democráticos y libertario se fortalezcan en nuestro continente y a nivel global, hacia una civilización con un futuro más promisorio para todos, aunando equidad social y económica, y sobre todo plena libertad, en tanto valor esencial, indispensable e irreemplazable del ser humano.
http://www.dgb.uanl.mx/bibliotecas/burrf/salamuseomarthachapa/