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Dr. José de Jesús Reyes
LA CONQUISTA (INVASION) MITOS Y REALIDADES
III PARTE

LAS MUJERES DE LA “CONQUISTA”

TECUICHPO & MALITZIN

Para documentar mi pesimismo… y el de los demás

“Fue una invasión, no una conquista, habrá que actualizar una historia que ha sido colonizada en el pasado, liberarla, no para volver al pasado y quedarse ahí, sino para construir sobre la historia verdadera nuestro futuro”
Guillermo Bonfil

Continuando la tarea que brevemente habíamos interrumpido, sobre los mitos y realidades de la conquista (invasión) retomamos estas reflexiones que representan un pedazo de historia que bien vale la pena recordar si es que queremos encontrar nuestras verdaderas raíces.

Esta semana a propósito de los cambios que impulsa principalmente la Jefa de Gobierno de la CIUDAD DE MEXICO a quien entre otras cosas se le atribuye – conjuntamente con la esposa de López Obrador Beatriz Gutiérrez - el cambiar el nombre por ejemplo de la Calzada Tacuba a la del camino México Tenochtitlan, o el Árbol de la Noche Triste, por el Árbol de la Victoria, o bien en un futuro el nombre de la CIUDAD DE MEXICO A CIUDAD DE MEXICO TENOCHTITLAN – lo que es un poco más complicado por múltiples razones que no es el momento de abordar – sobre todo ahora que se anuncia la REMOCION DEL MONUMENTO A COLÓN para ocupar un espacio poco visible en Polanco, y sustituirlo POR UN MONUMENTO A LA MUJER INDIGENA anterior a la conquista.

Las críticas a la remosión del MONUMENTO A COLÓN no se han hecho esperar, y es que es una decisión hasta cierto punto cuestionable, si consideramos que COLÓN era un personaje innovador para sus tiempos al buscar una vía alterna a lo que entones se conocía como las INDIAS y que hoy en día corresponde al ORIENTE del planeta, lo que en si sería la corroboración que los adelantados a sus tiempos habían ya comprobado, en cuanto al hecho de que la tierra era redonda.

No podemos poner a COLÓN en el contexto de HERNANDO CORTÉS (o FERNANDO CORTÉS) este si un personaje cuestionable – aunque sean muchos quienes lo alaben y lo consideren nuestra raíz formal – quien buscaba RIQUEZAS Y PODER principalmente – de ello no queda la menor duda – o personajes impresentables y sanguinarios como PEDRO DE ALVARADO uno de sus lugar tenientes que participó en forma activa en la HISTORIA DE LA “CONQUISTA”.

Imaginen la respuesta de los neoyorkinos si alguien quisiera sustituir el CÍRCULO DE COLÓN en el suroeste de CENTRAL PARK. Sería algo sin sentido.

Mi humilde opinión – por si alguien quiere escucharla – es que el MONUMENTO A COLÓN tendría que quedarse donde está porque representa un símbolo de la gran ciudad de México, sin que ello no implique que en algún otro sitio se levante un homenaje a la mujer indígena de los tiempos de la conquista, y que es un poco lo que pretendo realizar en estas reflexiones, hablar de dos de las mujeres más importantes del mundo precortesiano que de una u otra forma estuvieron relacionadas con HERNANDO CORTÉS, y que influyeron en el desarrollo de las cosas de su tiempo, mostrándose a la par de LOS ÚLTIMOS TRES TLATOANIS – de los que escribiremos más adelante – para demostrar una vez más la importancia de la MUJER a través de los tiempos.

Tecuichpo Ixcaxochitzin (Doña Isabel Moctezuma) 1509-1550

Moctezuma II Xocoyotzin con el objetivo de establecer la triple alianza, desposa a una mujer de la realeza del reino de ATZCAPOZALCO de nombre TEOTLALCO y entre los hijos que conciben (19) se encuentra TECUICHPO quien sería su consentida. Con solo 9 años de edad la casan con un hermano de su madre – algunos mencionan que en realidad era un primo – de tierras de Tacuba en el poderoso cacicazgo del noroeste del gran lago, pero él muere poco tiempo después, y ya con la llegada de los españoles, la casan con el hermano de su padre CUITLAHUAC quien a la muerte de MOCTEZUMA queda como el GRAN TLATOANI pero al infectarse de la nueva enfermedad traída por los españoles, LA VIRUELA, también fallece por lo que es casada después con CUAUHTEMOC el tercero y último de los TLATOANIS quien cae preso de CORTÉS en la toma de TENOCHTITLAN y cinco años más tarde (1525) en una expedición hacia el sur, en las zonas del ITSMO (OAXACA CHIAPAS) CORTÉS, que nunca confió en el rebelde CUAUHTEMOC - y por eso lo llevaba a donde fuera con el objetivo de evitar una rebelión tras de sí - LO AHORCA sin mediar juicio alguno y sin el consentimiento de las autoridades reales.

A su regreso a la gran ciudad CORTÉS toma interés en TECUICHPO, pero no pasa dentro de su pensamiento el desposarla, lo que hubiera sido un triunfo para su causa, al tratarse de la heredera del GRAN IMPERIO MESHICA por que la ve como a su inferior y sus deseos de grandeza son importantes. La desposa con un español - Alonso de Grado - que murió al poco tiempo, y fue ahí donde CORTÉS engendro un hijo con ella, a quien nombra DOÑA LEONOR quien fue adoptada y educada bajo la tutela de CORTÉS lejos de su madre. Poco antes del nacimiento de su hija, la casó nuevamente con el español Pedro Gallego de Andrada, con quien concibió un hijo, don Juan Andrade Moctezuma, heredero de la encomienda de Tlacopan.

Mientras esto sucedía, según el decir de los expertos CORTÉS mata a su primera esposa y se casa con una noble dama de origen español en lo que considera su camino a la gloria.

La Grandeza de esta princesa azteca vino después de la muerte de Andrada cuando ella se casa bajo el beneplácito de CORTÉS con PEDRO GALLEGO, un personaje de la nobleza, quien rápidamente se da a la tarea de exigir legalmente el reconocimiento por parte de CARLOS V de su esposa heredera principal y sobresaliente del gran imperio mexica, y después de esfuerzos legales logra dicho reconocimiento, pero también muere dándose el ultimo matrimonio de TECUICHPO con el ESPAÑOL JUAN CANO. Cuando CARLOS V reconoce el linaje de TECUICHPO la nombra ENCOMENDERA cediéndole 120 casas y poblados en el noroeste de la gran ciudad, dotándola de grandes riquezas y una guarnición de alrededor de mil esclavos indios a los que esta mujer de corazón noble nunca trató como tales y siempre pagó salarios justos para su subsistencia, y en su testamos ordenó liberarlos y seguir el pago de sus salarios y vigilando que su vida fuera próspera.

Mientras los bienes de TECUISHPO se incrementaban y con ellos su gran fama, CORTÉS se veía en la decadencia, coincidentemente en el reino se le había concedido un MARQUESADO en el sur del país, pero mientras se arreglaban los documentos, fue enclaustrado con sus seguidores – unos 300 españoles de los que la gran mayoría eran sus parientes y cercanos – en una especie de cárcel en los terrenos que en otro tiempo pertenecieron al cacicazgo de TEXCOCO, donde no les dieron los medios para subsistir, ni siquiera los alimentos indispensables para ello por lo que, cuenta la historia, que muchos – al menos la mitad de ellos - murieron de hambre, entre ellos la propia madre de CORTÉS.

Es importante comentar que después de la CAIDA DE TENOCHTITLAN, TECUICHPO FUE BAUTIZADA CON EL NOMBRE DE DOÑA ISABEL en memoria de ISABEL I DE CASTILLA, y su padrino fue el propio HERNANDO CORTÉS, siendo entregada para su conversión e instrucción católica a los FRAILES FRANCISCANOS convirtiéndose en una CATÖLICA CONVENCIDA Y DEVOTA, e incluso existe la información de que muchos de los indígenas del antiguo imperio mesoamericano fueron a ella para convencerla de instalar un nuevo imperio el IMPERIO DEL ANAHUAC, para lo que habría que iniciar una guerra a la que muchos se unirían por el fuerte maltrato de que eran objeto los indígenas por los españoles después de la conquista, a lo que ella se negó por sus nuevas convicciones cristianas que eran aquellas de la paz y la convivencia fraterna lejos de las guerras y las imposiciones.

Según el decir de los expertos este último matrimonio con JUAN CANO fue el único donde TECUICHPO pudo elegir al personaje ya que el ´poder de CORTÉS para entonces había caído en forma importante. Concibieron cinco hijos: Juan, Pedro, Gonzalo, Isabel y Catalina, dando inicio a toda una dinastía reconocida por las MONARQUIAS EUROPEAS habiendo actualmente un listado de más de mil descendientes de quien fuera hija del TLATOANI número 9 del imperio.

Al momento de su muerte era una mujer rica, noble, cristiana, influyente y respetada por la sociedad; poco quedaba de la antigua princesa mexica en la noble dama novohispana, un claro ejemplo del duro proceso de mestizaje que sufrió esta tierra con la llegada del conquistador europeo.

Se cuenta que tuvo mucho que ver con sus mentores franciscanos en la fundación del COLEGIO DE SANTA CRUZ DE TLALTELOLCO, donde se educaban únicamente a los indígenas de alta extirpe ya en pleno virreinato – que no colonia -y del gran número de fundaciones que esta mujer impulsó por el bien de sus congéneres de raza, fue muy extenso para poder comentarlo en tan pocas líneas, pero ciertamente es alguien que debe ser recordada por nuestras nuevas generaciones sobre todo ahora que de alguna forma regresamos al análisis y reconocimiento de las poblaciones de la pre conquista.

DE LA MALINTZIN (LA MALINCHE) POSTERIORMENTE DOÑA MARINA escribiremos en nuestras siguientes reflexiones.