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Un nuevo comienzo en Zacatecas…
Dra. Verónica Arredondo

El 12 de septiembre comenzamos un nuevo periodo para Zacatecas. El partido gobernante, que la mayoría de zacatecanos y zacatecanas eligió, es Morena. David Monreal es el nuevo gobernador y quien va a dirigir los destinos de nuestro estado, para bien, para mal y para lo que resulte, pero no podemos pasar por alto que el futuro también depende de todos y todas nosotras. En mayor o menor medida, somos los responsables que lo que acaezca en los próximos años.

Comenzamos un ciclo en el que hemos elegido un gobierno con tendencias de izquierda. ¿Qué significa esto? Bueno, un gobierno de izquierda se define con base en argumentos como alcanzar el estado de bienestar, fortalecer el conjunto de la sociedad y sus servicios básicos, beneficiar a todos los ciudadanos. Y de alguna manera esto es a lo que se ha comprometido Morena, a que la sociedad bajo su gobierno, se desarrolle con principios éticos y morales, y que todos los sectores se favorezcan de ello; con la participación activa de la ciudadanía.

Pero vayamos por partes. Tenemos que ser conscientes de que el gobierno no puede solucionarlo todo, sin embargo, podemos anotar varios aspectos de la vida social que tiene que atender de manera inmediata. La seguridad y la reactivación económica son sectores que nos interesan a todos y a todas y que no pueden esperar. Día con día nos enteramos de hechos violentos, a través de los noticieros, que acontecen en algún municipio, colonia, rancho, de nuestro estado; sino es que somos víctimas directas de ello, yo personalmente he sido víctima indirecta de ello. El nuevo gobierno tiene la responsabilidad de devolvernos la seguridad, de luchar contra el crimen organizado y llevarnos a vivir los tiempos de paz que tanto anhelamos. Desde luego que eso no se puede resolver por medio de un decreto, ni a través de llenar las calles de policías y militares o gendarmes. El gobierno debe establecer un plan integral que tenga contemplada principalmente mejorar la economía del estado, de las familias, de los individuos, de los medianos y pequeños empresarios, porque por la fuerza no veo como se vaya a detener la violencia.

Esta pandemia, este duro proceso nos ha dejado grandes lecciones, tanto a nivel social, como individual. Estamos conscientes y enterados de que la mayoría de nosotros no tiene un plan de contingencia ni un bote salvavidas. Es urgente y necesario que el nuevo gobierno reactive la economía del estado no solo a través de apoyos económicos sino estableciendo una estructura comercial y empresarial que dé soporte a las empresas que habitan nuestro estado, tanto a las grandes como a las pequeñas o familiares, esto ya era urgente, ahora se asentúa más.

Pero como lo mencioné al principio, el gobierno no puede hacerse cargo de todo. Por ejemplo, a nosotras y nosotros nos toca hacernos cargo de la manera en la que hemos sido educados, instruidos y formados. Un aspecto muy relevante que tenemos que trabajar y reaprender es la cuestión de la equidad de género. Hombres y mujeres debemos de convivir en armonía; tenemos que entender que tenemos los mismos derechos y obligaciones, siempre y cuando gocemos de ellos. El gobierno, por supuesto, debe garantizarlo, nosotros debemos de llevarlo a la práctica. El Estado somos todas y todos, y para funcionar como una sociedad activa, que ejerce sus derechos políticos, quizá pueda verter algunas ideas.

Se ha elegido al actual gobierno porque han convencido sus propuestas. Esas propuestas, es probable, que las hayamos analizado y estudiado, o es probable que querramos experimentar un cambio. Como sabemos, tenemos representantes directos a los cuales podemos acudir para ser escuchados. Tenemos retos y obstáculos como sociedad que debemos de zanjar, tenemos problemas que tenemos que atender de manera individual y colectiva; nadie mejor que nosotros conoce a los que nos enfrentamos ahora y en el futuro. Tenemos la esperanza de que nuestro estado avance laboralmente, que más industrias se establezcan en el territorio, que la economía repunte, que la violencia mengüe. ¿Pero, cómo lo vamos a lograr?

Nuestro gobierno tiene que ayudarnos a cooparticipar de la manera en que se va a dirigir. El partido morenista y David Monreal pidieron nuestro apoyo y confianza, nosotros se la dimos. Tenemos formas y mecanismos para cooperar y hacer rendir cuentas a nuestros gobernantes, y si estamos en el mismo barco, lo que queremos es que lleguemos al mejor de los puertos.

Y si queremos llegar la mejor de los puertos, tenemos tareas por delante que debemos de cumplir.

Si hiciéramos una carta de deseos, ¿qué desearíamos?

No queremos un gobierno corrupto, queremos este gobierno que elegimos, tomando decisiones y generando mecanismos que nos conviertan en un estado productivo y brillante en cuestiones económicas, sociales, culturales, de salud, y de equidad de género, asumiendo ya los retos que la sociedad Zacatecana enfrenta y que el actual gobierno se ha comprometido a encarar. Las y los ciudadanos debemos cooperar en ello. No nos vamos a quedar con los brazos cruzados porque Zacatecas es nuestra casa.

Queremos continuidad para los proyectos que han funcionado y replantear lo que no nos sirven, es decir, no podemos empezar de cero. Hay temas que han trabajado gobiernos anteriores que podemos aprovechar, no debemos echarlos en un costal roto, hay que evaluarlos y reconocerlos.

La ciudadanía zacatecana está despierta y ávida para participar en los diferentes retos y terrenos que se avecinan, podemos aprovechar ese impulso para continuar generando la contribución entre gobierno y ciudadanos.

De por sí, sin pandemia, nos enfrentamos a retos mayúsculos. Gobierno y ciudadanos somos uno solo, un Estado. Debemos intervenirnos mutuamente para alcanzar las metas que nos hemos propuesto para que en nuestras mesas no falte pan y abrigo. Somos muchas y muchos los que queremos que este gobierno de verdad funcione porque ello nos garantiza que elegimos la mejor opción.

Y la mejor opción es que cooperemos para este nuevo comienzo. Quizá estemos desencantados con estos días, pero hay que considerar que apenas es estamos empezando y que hemos elegido esta oportunidad. La oportunidad somos nosotros, nosotras, nuestras familias, el gobierno.

Ya hemos vivido sujetos a anteriores colores y partidos, es probable que hoy también hayamos fallado, o no, que hemos acertado. Ciudadanos y gobierno estamos codo a codo luchando contra los obstáculos, estamos construyendo un presente que seguramente nos va a llevar a alcanzar un mejor futuro.

Si fallamos, conocemos la experiencia, pero si acertamos, podemos estar seguros de que lo que se avecina puede guiarnos para lograr lo que de verdad queremos: un estado de bienestar donde todas y todos tengamos las mejores oportunidades de desarrollo.