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El “Efecto Rockstar” en los políticos y servidores públicos.

Por: Adriana Bujdud Nassar
Consejera de Imagen Profesional.

Este es un término que se me vino a la cabeza hace unos cuantos días, al estar
revisando mis redes sociales y encontrarme con publicaciones de figuras públicas
varias.
Explico el significado, que a manera muy personal percibo: Rockstar; Cuando el
personaje en cuestión (en este caso digámosle artista cantante, figura pública,
etc.) sale al escenario, las masas se excitan y tienen un efecto en ellas tan lleno
de energía, admiración, sexualidad y euforia, lo cual lleva al tal rockstar a sentirse
único, inalcanzable, admirado, irrepetible y todo lo que gusten agregar a esto; por
consiguiente dicha sensación se vuelve adictiva para quienes la viven.
Este efecto se ha hecho manifiesto entre las figuras de la política mexicana,
hablando específicamente; dentro de las campañas y cuando ya están en el
poder. La fama es la fama sea positiva o no buena, al final de cuentas te dan una
imagen y estás en boca de la gente, eso es la mejor forma de hacerte viral. Todos
hemos sido seducidos por las redes sociales y por el alcance que éstas tienen,
son una oda a nuestro ego y vanidad, una forma de mostrar lo que queremos que
vean. Dichas redes propician bastante este efecto rockstar al estar publicando de
manera recurrente estados en donde documentamos todo nuestro día, paso a
paso, acción tras acción y nos convertimos en material del dominio público. Lo
mismo les ocurre a nuestros administradores públicos y políticos, el querer estar
presente en la mente de los usuarios de internet y publicar cuanta cosa se les
presente, los hace unos tremendos rockstars, para unos son agradables y les
gusta e interesa seguirles los pasos pero a otros aburre, cansan y no crean
empatía con ese público. El punto es que queremos más acciones y menos blof,
mas propuestas e iniciativas que en verdad ayuden a mejorar nuestra sociedad y
convivencia, aburre verlos comiendo tacos y gorditas en sus “paradas técnicas”,
para ese tipo de publicaciones pueden usar su perfil personal y no el laboral,
genera mejor percepción en la gente un administrador público o político
trabajando, dando resultados positivos, manejando los recursos de forma eficiente
y eficaz.
Tengan cuidado al subir a redes esas caminatas, por decir, en donde van
saludando a la gente o viendo luminarias, etc., no está mal, la cosa es que se vea

natural y espontaneo, no actuado o forzado, sin embargo se generaría más
formalidad y profesionalismo con publicaciones en donde se manejen programas
sociales, en la oficina teniendo audiencias, reuniones de gabinete, obviamente sin
perder o dejar aparte ese lado humano. La delgada línea entre el ego y la
verdadera vocación de servir es muy muy delgada si hablamos de redes sociales y
de eventos masivos. Deben tener muy claro su mercado meta y a quienes quieren
llegar y que tipo de imagen quieres proyectar, recuerda que todo comunica.
Los invito a que se echen un clavado en las redes sociales de los políticos y
funcionarios europeos y verán como son prudentes y sencillos en su
comportamiento y publicaciones, al final de cuentas, son personas con puestos
pasajeros y más vale que cuando dejen dichos trabajos salgan con la frente en
alto y con una imagen lo menos raspada posible, por así decirlo. Busquen buenos
asesores, manejen su imagen lo mejor posible y n o se dejen llevar por las duces
mieles de la fama (pasajera). Son servidores de una sociedad no artistas ni
estrellas de la farándula.