Skip to main content

Glasgow y AMLO
Por: Jenny González Arenas*
La cumbre climática COP26 concluyó y con ello se analiza lo que se ha estado haciendo mal, sino que se plantean áreas de oportunidad para que la humanidad no se autodestruya.
La cumbre de Glasgow plantea límites ecológicos, bases sociales, economía regenerativa y economía redistributiva. Estos cuatro principios sirven de base para el análisis no solo de los acuerdos de la cumbre, sino de las políticas públicas implementadas en México y como estamos quedando en el escenario mundial, porque, querámoslo o no, somos parte de una aldea global y no podemos, aunque nuestro gobierno así lo quiera, aislarnos del resto del mundo y mucho menos remar contracorriente cuando se trata de acuerdos globales que tienen como finalidad un objetivo común que es proteger el medio ambiente.
En cuanto a los límites ecológicos, la cumbre plantea la posibilidad de mantener el calentamiento global medio por debajo de los 1.5 ºC, los compromisos puntuales son la reducción de gases efecto invernadero, reducción de emisión de gas metano en un 30 % para 2030, frenar la deforestación; estos compromisos implican prudencia por parte de los países, y acciones positivas a partir de políticas públicas diseñadas a corto, mediano y largo plazo para lograr los objetivos planteados, pero para eso se necesita algo que nuestro gobierno no tiene, que es voluntad política y capacidad para escuchar a los expertos en el tema.
En ese punto, el presidente de México piensa que con el programa se “sembrando vida” puede recuperar la deforestación que esta provocando con la construcción del Tren Maya, o que con la reforma eléctrica que plantea la desaparición de la iniciativa privada y la inversión en energías limpias y regresando a la generación tradicional de energía se defiende la soberanía energética, siendo que lo único que se va a provocar es no lograr con los objetivos planteados en la cumbre, aunque queda claro que para el presidente, cumbres como éstas son solo una reproducción del modelo neoliberal, sin pensar que el planeta está en deterioro constante, el por su edad, probablemente no le toque ver las graves consecuencias que está heredando a futuras generaciones con el daño ambiental que está provocando.
En cuanto a las bases sociales, la cumbre apuesta por el progreso de los países del sur, puesto que son ellos los que sufren en mayor medida el impacto del cambio climático, sin embargo, esa apuesta requiere de un compromiso claro por parte de los países desarrollados, quienes se comprometen a hacer aportaciones económicas encaminadas a financiar proyectos para enfrentar las pérdidas y daños causados por el calentamiento global en el polo sur, pero sin acciones claras o con políticas públicas mal diseñadas o mal implementadas por los gobiernos, no hay dinero que alcance a reparar daño alguno si no se combate la corrupción o la intransigencia de algunos gobiernos de países del sur.
Si hablamos de economía redistributiva implica un compromiso aún mayor porque tiene que ver con resolver el problema de la distribución de la riqueza puesto que los que menos tienen son los que más sufren los impactos del calentamiento global, eso pareciera ser consecuencia del satanizado neoliberalismo, pero no podemos perder de vista que en el mundo, desde que las comunidades nómadas se hicieron sedentarias y comenzaron a almacenar granos y alimentos, la acumulación de la riqueza se convirtió en el patrón que guía todos los modos de producción, por lo que no es el neoliberalismo el malo, sino la humanidad y su debilidad y avaricia la que origina esa mala distribución de la riqueza y por tanto el daño a ese sector desprotegido de la sociedad.
Finalmente, la economía regenerativa implica un compromiso no solo del gobierno, sino de la iniciativa privada y de la población en su conjunto, puesto que no se trata solo de que los gobiernos hagan compromisos de reducir el uso de combustibles fósiles, sino de que nosotros como sociedad nos comprometamos con la adquisición y uso de productos que provengan de empresas ecológicamente responsables, un compromiso compartido entre sociedad, iniciativa privada y gobierno, solo así podremos lograr un impacto positivo a largo plazo en beneficio del planeta.
Desafortunadamente hay presidentes que no lo quieren entender así y por un conflicto injustificado con el modelo económico afectan de manera negativa no solo a su país y su sociedad, sino para el mundo.

*Maestra Investigadora UAZ