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Ricardo Monreal*
Crítica de la razón pacifista

Cuando Immanuel Kant escribió su obra Crítica de la razón pura, dio un giro muy importante en las reflexiones filosóficas, haciendo una crítica a las dos corrientes —racionalismo y empirismo— que centraban al objeto como la fuente de conocimiento. Kant sustituyó al objeto por el sujeto, situando a este último como el actor que construye el conocimiento, con lo cual sentó las bases para prolijos debates de filosofía moderna e hizo importantes aportaciones conceptuales a otras disciplinas de gran auge durante el siglo XIX: las ciencias sociales.
México está encabezando por quinta ocasión el Consejo de Seguridad de la ONU, presidencia de carácter rotativo. La intervención del primer mandatario de nuestro país en el seno de este organismo internacional ocasionó revuelo no sólo en territorio nacional, sino también a nivel global, por la naturaleza del mensaje expuesto. En un sentido kantiano, el presidente mexicano dio un giro importantísimo en el tono en que comúnmente se daban este tipo de discursos, recalcando el tipo de atención que se debe dar al problema de inseguridad que enfrentan las distintas naciones del globo.
El Consejo de Seguridad de la ONU tiene como principal responsabilidad velar por mantener la paz y la seguridad a nivel internacional y, para ello, establece diversas operaciones, con base en un análisis de caso por caso. La eventual intervención que el organismo podría ejercer en un territorio y momento específicos se decide en sesiones del propio Consejo, en el que intervienen de manera permanente los países con mayor poderío económico y bélico. Las decisiones que se tomen en relación con un asunto en particular deben ser acatadas y puestas en práctica por todos los países miembros de la organización.
En el caso de la participación de nuestro país en la presidencia del Consejo durante el mes de noviembre, el giro en la percepción de los problemas de seguridad a nivel global recae principalmente en dos fenómenos endémicos, propios del sistema económico que predomina actualmente en prácticamente todos los Estados miembros de las Naciones Unidas: la corrupción y la desigualdad. A lo anterior habrá que sumar el tráfico ilegal de armas, como una variable altamente potenciadora de los factores de inseguridad.
Tales lastres, en opinión del primer mandatario mexicano, deben ser tratados con urgencia al interior de cada nación, si es que se quiere lidiar de fondo con los tópicos concernientes a la seguridad internacional. Dicho de otra manera, las medidas adoptadas por el Consejo de Seguridad para alcanzar la paz internacional giran alrededor de conflictos que surgen de modo cotidiano, aunque la intervención que ejerce para solucionarlos no ataca el problema de fondo.
Para el Consejo de Seguridad, el mantenimiento de la paz se reduce a acciones que deben llevarse a cabo en función de los siguientes supuestos:
· Si se ha proclamado un alto al fuego en el lugar, y las partes se han comprometido a participar en un proceso de paz destinado a alcanzar un acuerdo político.
· Si existe un fin político claro que puede estar reflejado en el mandato.
· Si es posible formular un mandato preciso para una operación de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas.
· Si se puede garantizar de forma razonable la seguridad del personal de las Naciones Unidas, y en particular si se pueden obtener garantías a ese respecto de las partes o facciones principales.
Tal como lo señalara el jefe del Estado mexicano en su intervención ante el Consejo de Seguridad, problemas estructurales como la desigualdad o la corrupción no se abordan ni se mencionan en las reuniones de ese organismo y, por ende, tampoco se prioriza su atención para garantizar el mantenimiento de la paz, aun entre los países cuya membresía en el Consejo es de carácter permanente y entre los que el tráfico ilegal de armas es una constante.
Como muestra de ello tenemos el lamentable ejemplo que involucró a funcionarios de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF, por sus siglas en inglés) que, mediante el operativo llamado Rápido y Furioso, introdujeron de manera ilegal aproximadamente 2000 armas de alto poder en territorio mexicano, con el presunto objetivo de identificar a los traficantes y cárteles que las adquirieran, lo que derivó no sólo en un rotundo fracaso, sino en un escándalo que empañó la relación bilateral.
El Gobierno estadounidense de aquellos años no emprendió sanciones legales contra los funcionarios involucrados en el operativo, mientras que sus homólogos del Gobierno mexicano de aquel entonces guardaron total silencio ante el agravio cometido en contra de la soberanía nacional.
En aquel momento, me desempeñaba como senador de oposición, y presenté un punto de acuerdo para que la Secretaría de Relaciones Exteriores recibiera un exhorto para enviar una nota diplomática que condenara los actos cometidos en contra del pueblo mexicano, y que se solicitara la extradición de los agentes o funcionarios responsables del operativo. El llamado no tuvo eco, pero el incidente quedó grabado como uno de los acontecimientos más ominosos para la relación bilateral.
El Gobierno mexicano, desde 2020, privilegiando la soberanía nacional y en armonía con los propósitos de la 4T, solicitó al de los Estados Unidos un informe completo sobre los detalles del operativo, mismos que fueron recibidos por la FGR. En este sentido, nuestro país ostenta hoy por hoy un papel preponderante como promotor del cese del tráfico de armas ilícito a nivel internacional.
La crítica del presidente de nuestro país al Consejo de Seguridad y a la propia ONU rebasa por mucho lo anecdótico, y posiciona a México como un actor importante en la búsqueda de la paz a nivel mundial, así como de la igualdad entre las naciones que integran la organización de Estados en el plano internacional.
Los fenómenos migratorios se observan tanto en el sur de México como en la frontera oriental polaca, y son producto de la precariedad en el nivel de vida de numerosos grupos de población y de la violencia que aqueja a las regiones.
Crítica de la razón pacifista. El Gobierno de la 4T evidenció la necesidad de frenar las prácticas corruptas e impulsar mecanismos que reduzcan las grandes brechas económicas entre los Estados miembros de la ONU, así como la urgencia de atender las causas de los conflictos a nivel internacional y no sólo aplicar paliativos para lograr periodos de paz poco duraderos entre y al interior de las naciones en el concierto internacional.

*Senador de la República
ricardomonreala@yahoo.com.mx<br /> Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA