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Percepción de corrupción.

Por: Jenny González Arenas.

La organización internacional Transparencia Internacional presentó el índice de percepción de la Corrupción 2020, en el que se evalúa a 180 países y la mayor puntación que se puede obtener es de 100 y la menor es de 0.
Bajo esos parámetros, México se colocó en la posición 124, con la decepcionante calificación de 31 puntos de 100 posibles. Claro que la Presidencia de la República puede tener otros datos, pero esos datos no se acercan en nada a la realidad.
Somos el país que se encuentra en la última posición de todos los países miembros de la OCDE. Aunque dos tercios de los países que se analizaron el en estudio obtienen puntuaciones por debajo de los 50, y el promedio es de 43 puntos, ninguno de esos datos es alentadores para nuestro país, porque nos encontramos por debajo de la media internacional.
México, en el papel ha estado desarrollando e implementando instrumentos de combate a la corrupción, mismos que no han cumplido con los objetivos planteados y si a ello le agregamos los efectos devastadores de una pandemia y el continuo golpeteo a las instituciones por parte del titular del Ejecutivo, La situación en México, en lugar de mejorar va empeorando, aunque se afirma por Transparencia Mexicana que México mejoró dos puntos y seis lugares con respecto a 2019, es una afirmación que puede estar sujeta al análisis comparativo de ambos informes, puesto que a pesar de ser tan criticado por el titular del Ejecutivo actual, la mejor puntuación que ha obtenido México ha sido en el 2014, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, a quien AMLO acusa de corrupto.
Entonces nos preguntamos cómo es posible que en el sexenio que pregona tanta pureza y haber acabado con la corrupción, México obtiene peores calificaciones.
El manejo opaco de la pandemia y el debilitamiento de las instituciones públicas, son elementos que se evaluaron en este índice, en el que se le recomienda a nuestro país fortalecer las instituciones del sistema anticorrupción, así como la Auditoría Superior y al Instituto de Transparencia y Acceso a la Información.
Contrario a las recomendaciones de Transparencia Internacional, el actual gobierno federal ha disminuido el presupuesto de diversas instituciones como el INAI y ha propuesto eliminar la autonomía técnica y de gestión de diversos organismos como el Sistema Nacional Anticorrupción, con lo que se estaría coartando la capacidad del Sistema de lograr sus objetivos de combatir eficazmente la corrupción.
Ante esta realidad que se puede contrastar fácilmente, en donde una organización internacional hace un análisis sobre como se percibe la corrupción en 180 países y se hacen señalamientos que pueden ser considerados como áreas de oportunidad para cada país, datos duros que se pueden colocar frente a las iniciativas enviadas a la legislatura por parte del ejecutivo y a los datos duros que se pueden extraer de los presupuestos de egresos de años anteriores de la presente administración, está más que claro que la finalidad del presidente actual no es combatir la corrupción, por el contrario, sus intenciones son seguir minando el desarrollo institucional en nuestro país, eliminar aquellas instituciones que le pueden representar un obstáculo a su concentración de poder y seguir tildando a todos aquellos que lo contradicen de adversarios políticos afirmando que tiene otros datos.
Probablemente existan otros datos, eso no lo vamos a discutir, lo que si es discutible es la veracidad de la información con la que cuenta el presidente, sin embargo, la metodología con la que Transparencia Internacional elabora su investigación esta abierta para que todos los interesados la revisemos y la cuestionemos si es que tenemos elementos para hacerlo y los datos con los que cuenta el ejecutivo no sabemos de donde salieron ni la metodología utilizada para obtenerlos, lo que pone en duda su veracidad.
Mientras se determina si unos u otros son reales, lo que si es evidente es el golpeteo constante que los organismos autónomos están recibiendo de la actual administración, ya sea con reducción presupuestal o tratando de restarles funciones que resultan primordiales para su ejercicio autónomo.

*Docente- Investigadora UAZ