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LA RESPUESTA AL PARLAMENTO EUROPEO

Por: Arturo Nahle García

La semana pasada el Parlamento Europeo emitió una resolución en la que dice que en México un número preocupante y dramático de periodistas y defensores de derechos humanos, en particular los que investigan casos de corrupción de funcionarios o exponen el trabajo de cárteles de la droga, son vigilados, amenazados, violados, hechos desaparecer e incluso asesinados.

Dijo que el Estado de Derecho se está deteriorando gravemente, que somos el lugar más peligroso y mortífero para los periodistas fuera de una zona oficial de guerra, que la situación se ha deteriorado desde las elecciones presidenciales del 2018, que desde entonces el nivel de violencia contra las mujeres y el número de desaparecidos es alarmante.

Que el presidente López Obrador ha utilizado con frecuencia una retórica populista en las conferencias de prensa diarias para denigrar e intimidar a periodistas independientes, propietarios de medios de comunicación y activistas. Que con el pretexto de luchar contra las noticias falsas, ha creado una plataforma para exhibir, estigmatizar y atacar a la prensa crítica.

Que el Mecanismo Federal de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas está lastrado por graves deficiencias; y que la corrupción está institucionalizada y generalizada, inducida por un sistema judicial deficiente.

Que son preocupantes las propuestas legislativas para prohibir a cualquier ONG recibir financiamiento extranjero, al igual que varias reformas constitucionales a los sistemas electoral y judicial iniciadas por López Obrador.

Después de este demoledor diagnóstico, el Parlamento Europeo condenó las amenazas, acoso y asesinato de periodistas y defensores de los derechos humanos en México. Pidió a las autoridades mexicanas que investiguen los asesinatos de manera rápida, exhaustiva, independiente e imparcial; que adopte medidas para garantizar su protección abordando el problema de la corrupción generalizada, la complicidad de funcionarios y los deficientes sistemas judiciales.

Pidió a las autoridades mexicanas que salvaguarden la libertad de expresión, de reunión y de elección; que se abstengan de publicar cualquier comunicación que pueda estigmatizarlos, así como exacerbar el ambiente contra ellos o distorsionar sus líneas de investigación.

Instó al Gobierno de México a que aplique estrategias urgentes para garantizar que los defensores de los derechos humanos y periodistas puedan continuar sus actividades sin temor a represalias y sin restricciones, y que coopere plenamente con los órganos de las Naciones Unidas.

La respuesta de AMLO no se hizo esperar, les dijo “Basta de corrupción, de mentiras e hipocresías. Es lamentable que se sumen como borregos a la estrategia reaccionaria y golpista del grupo corrupto que se opone a la Cuarta Transformación. Sepan que México ha dejado de ser tierra de conquista. Aquí no se reprime a nadie, se respeta la libertad de expresión y el trabajo de los periodistas. El Estado no viola los derechos humanos como sucedía en gobiernos anteriores, cuando ustedes, por cierto, guardaron silencio cómplice.

Para la próxima infórmense y lean bien las resoluciones que les presentan antes de emitir su voto. Evolucionen, dejen atrás su manía injerencista disfrazada de buenas intenciones. Ustedes no son el gobierno mundial”.

El lenguaje utilizado por AMLO dista mucho de las formas y protocolos propios de la diplomacia internacional, sin duda, pero el mensaje es muy claro “ustedes lanzaron la primera piedra y el que se lleva se aguanta”.

* Presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Zacatecas