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¿Apoyo a los Adultos Mayores?
Por: Jenny González Arenas

Este gobierno federal ha estado presumiendo desde el principio de la administración el apoyo para los sectores vulnerables y mucho lo presume, sin embargo, hay muchas cosas que se tienen que analizar para saber si lo que se presume obedece a la realidad.
El apoyo está destinado a todos los adultos mayores de 65 año de edad o mayores a través de apoyos económicos que se entregarán de forma bimestral. De acuerdo a las “Reglas de operación del Programa Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores para el ejercicio 2022” es un apoyo que consta de $1,925.00 mensuales entregados de forma bimestral.
Pero debemos peguntarnos que pasa con una persona adulta mayor que habiendo llevado a cabo su registro en tiempo y forma, no recibe su pensión en esos plazos.
El camino que debe recorrer se convierte en un calvario y no en un apoyo. Primero, las filas en el BANSEFI en Zacatecas son muy largas los días de pago de dicho apoyo, si pensamos en que quienes cobran ese apoyo son personas de más de 65 años, ¿será un apoyo que la única forma de cobrarlo sea en ese cajero? Un banco con un único cajero, sin espacio para sentarse, sin espacio para estacionarse, sin las condiciones de asistencia óptimas para la espera de los adultos mayores mientras avanza la fila.
Pero, no solo es eso, muchos adultos mayores esperan horas en la fila y buscan apoyo en alguien que les enseñe a usar el cajero, para darse cuenta de que no ha llegado el recurso. Lamentable noticia y eso es solo el principio de su calvario, porque será otro suplicio para encontrar a que autoridad llamar o referirse cuando se tope con esa mala noticia en el cajero automático. Necesariamente tendrá que buscar ayuda o trasladarse a alguna oficina, para darse a la tarea de buscar la razón por la cual no le ha sido depositado su apoyo, pero las razones que obtendrá son varias.
Podrá darse el caso que encuentre, entre mucho buscar un número telefónico al cual llamar, pero en ese número le pedirán sus datos, pero le dirán que no es ahí a donde debe llamar, amablemente le proporcionarán otro número al cual llamar. Se comunicará al otro número y después de tomar nuevamente sus datos y “verificar la información” le dirán que tampoco es ahí a donde debe llamar y le proporcionarán el número al que originalmente llamó, cuando les diga que ya hizo esa llamada le dirán que tiene que ir al banco del Bienestar por un Estado de cuenta para poder volver a llamar a cualquier número. Eso significa que tendrá que volver a formarse en una fila en el mismo banco en el que ya hizo fila muchas horas pero ahora para solicitar un Estado de Cuenta y regresar a su casa para volver a marcar a los números en los que le volverán a pedir los datos y eso sólo para levantar un reporte y esperar pacientemente a que alguien se digne recibir la llamada y darle trámite a su reclamo y ver si en algún momento pasado ya bastante tiempo le resuelven.
Muchas personas de 65 años o más cuentan con un estado de salud probablemente óptimo, pero no es el caso de todos, muchos tienen dificultades para caminar, para mantenerse de pie, incluso tiene que pedir quien los lleve o los acompañe, una gran mayoría de ellos no cuenta con los recursos para dar vueltas y vueltas a ver quien le puede ayudar o saber a donde se tiene que dirigir o que números tiene que marcar.
Quien quiera que sea que haya diseñado este programa y la forma de apoyo, definitivamente desconoce la realidad de las personas de 65 años y más y, en lugar de acercar los programas sociales a la gente, se convierte en un problema que en nada ayuda a este sector desprotegido que debería gozar de todo nuestro apoyo y respeto y no ser tratado como este gobierno los está tratando, con menosprecio y con falta de atención acorde a su realidad y sus necesidades.
Una política pública mal diseñada en lugar de contribuir a la solución de problemas específicos, puede ser una de las principales causas para el deterioro del tejido social y la corrupción de los programas. Tanta burocracia, tanto ir y venir, desanima a los adultos mayores y permite que los recursos lleguen a destinos para los cuales no estaban programados.

Docente-Investigadora UAZ