Dr. Jose e Jesús Reyes R.
¡EL VICIO DE CANTAR!
SERRAT DE FRENTE A MACHADO Y A MIGUEL HERNÁNDEZ
Para documentar mi pesimismo… y el de los demás
Vivimos - aquellos que somos parte de la tercera edad - de los recuerdos, es claro que tenemos mucho pasado viviendo en el instante fugaz del presente con un futuro incierto y claramente corto, con un final que como diría la canción ¡se acerca ya! y que nos lleva de la mano a recordar y revivir aquellos momentos en que fuimos felices y que quisiéramos compartir con los demás, en este caso con quienes lean estas reflexiones.
Mis recuerdos en este momento se remontan a medio siglo atrás, 50 años antes del momento que actualmente vivimos, me refiero claro al 1973, yo recién había cumplido mis 21 años de edad, e iniciaba mi año de internado rotatorio de pregrado que junto con la gran mayoría de aquellos con quien había convivido los últimos años, los de la licenciatura de medicina, primero en CIUDAD UNIVERSITARIA y después en varios HOSPITALES, y que juntos buscamos en el norte de la república donde realizar ese año en que nos enfrentaríamos de lleno a la enfermedad, al tratamiento de los pacientes en una dimensión diferente a como lo habíamos aprendido primero en las aulas y después en las instituciones hospitalarias de la CIUDAD DE MÉXICO.
No olvido el viaje que realizamos en dos pequeños carros, ambos volkswagen uno el mío y otro el de mi buen amigo ABRAHAM AGUILAR actualmente Internista de la Ciudad de Querétaro a quien dejé de ver ya hace varias décadas.
Íbamos en estos vehículos 8 compañeros y yo para visitar los centros hospitalarios del IMSS primero en Aguascalientes, después en Mazatlán, luego en Culiacán para después visitar el de Obregón y el de Hermosillo y finalmente el de Ciudad Juárez, todos ellos donde había plazas que podríamos seleccionar para ese año 1973 antes de la realización del SERVICIO SOCIAL que posteriormente lo haría en EL SALTO municipio de PUEBLO NUEVO, en la SIERRA DE DURANGO, nuevamente en la compañía del medico al que hago mención en el párrafo previo.
Elegimos HERMOSILLO, y ahí fuimos a dar no solo los 8 que realizamos el viaje de exploración de campo, sino prácticamente 20 de lo 30 que formamos un grupo que camino unido a través de la carrera de medicina durante cuatro largos años.
Fueron tiempos felices y claro gratificantes en cuanto a lo aprendido, pero no solo a eso sino a la experiencia de vida, por aquellos rumbos conocimos muchas caras amables que nos acogieron como si fuéramos familia, y que decir de las hermosas muchachas con las que varios de mis compañeros unieron sus vidas años después, no me olvido que por aquellos rumbos pude platicar con un médico de origen zacatecano, el DR. MIGUEL INGUANZO – hijo - quien entonces era el JEFE DE LOS SERVICIOS COORDINADOS DE SALUBRIDAD EN EL ESTADO DE SONORA y que provenía de una conocida familia de esta localidad la ahora sufrida ZACATECAS.
Pero el punto al que intento llegar – siempre con los rodeos que me caracterizan – es que en algún momento recibimos la propuesta de acompañar a un grupo de amigas a escuchar el concierto de JUAN MANUEL SERRAT que por aquellos tiempos estaba refugiado en nuestro país huyendo del régimen dictatorial de FRANCO que todo permitía menos la libertad de expresión convertida en música y canto.
Juan Manuel Serrat ya por entonces – hace 50 años – era popular en nuestro país así como en muchos otros de habla hispana, y era un convencido de lo que le provocaba una gran y profunda tristeza, la derrota de la REPUBLICA en la GUERRA CIVIL ESPAÑOLA, una derrota que enriqueció a nuestro país con todos los que con una gran Valia intelectual emigraron a nuestro país que les abrió las puertas gracias a la magnanimidad del entonces presidente LÁZARO CÁRDENAS, conformándose con el tiempo una institución a la que se nombró primero LA CASA DE ESPAÑA que posteriormente se convirtió en COLEGIO DE MEXICO Y QUE por si misma impulsó el nacimiento de su contra parte el COLEGIO NACIONAL que reunía principalmente a intelectuales nacidos en suelo mexicano, dedicándose ambos a las labores de enseñanza e investigación en la gran metrópolis, naciendo posteriormente el SEMINARIO DE CULTURA ideado para salir a provincia y compartir el pensamiento nuevo con aquellos que ahí habitaban.
Ahora, 50 años mas tarde SERRAT SE DESPIDE CON UNA GIRA QUE NOMBRO COMO ¡EL VICIO DE CANTAR! lo hizo en diciembre tanto en su patria principalmente en MADRID, como también lo había hecho días antes en el FESTIVAN INTERNACIONAL CERVANTINO Y EN EL ZOCALO DE LA CIUDAD DE MEXICO.
Es prácticamente imposible en un escrito limitado como este platicar todo lo que puede decirse alrededor de uno de los grandes de la CANCIÓN, pero me gustaría simplemente compartir la cercanía y el uso de la palabra que hiso de dos grandes poetas españoles como fueron ANTONIO MACHADO RUIZ (1875-1939) y su compatriota MIGUEL HERNÁNDEZ (1910-1942)
Los dos grandes poetas junto al también caído GARCÍA LORCA, murieron como consecuencia directa o indirecta de la GUERRA CIVIL ESPAÑOLA, donde FRANCO y la derecha más conservadora, con el apoyo de la IGLESIA CATÓLICA derrotaron a una REPÚBLICA que había sido electa por métodos democráticos, para instalar un gobierno fascista que a final de la vida del dictador se transformó en una MONARQUÍA PARLAMENTARIA.
A la GUERRA CIVIL Hernández llego en plena juventud mientras que Machado le tocó en plena madurez, pero ambos la vivieron y la sufrieron de cara a un respaldo solidario al pueblo y a las clases más bajas.
Machado (Antonio Cipriano José Machado Ruiz) era sevillano de origen que realizó sus estudios como caracterizaba a aquellos tiempos en MADRID, perteneció a lo que conocemos como la GENERACIÓN DEL 98 junto con UNAMUNO, PIO BAROJA, AZORIN, VALLE INCLAN Y ORTEGA Y GASSET, generación conocida como la del MODERNISMO, y entre sus obras más importantes están claro POEMAS, CAMINOS DE CASTILLA, SOLEDADES entre muchos otros, y SERRAT TOMA DOS DE SUS GRANDES POEMAS Y LES PONE MUSICA Y LOS POPULARIZA entre aquellos muchos que de otra forma nunca hubieran sabido de su existencia.
CANTARES ES UNO DE ELLOS y me permito reproducirlo seguro que prácticamente todos lo recordaran
Todo pasa y todo queda
Pero lo nuestro es pasar
Pasar haciendo caminos
Caminos sobre la mar
Nunca perseguir la gloria
Ni dejar en la memoria
De los hombres, mi canción
Yo amo los mundos sutiles
Ingrávidos y gentiles
Como pompas de jabón
Me gusta verlos pintarse
De Sol y grana, volar
Bajo el cielo azul, temblar
Súbitamente y quebrarse
Nunca perseguir la gloria
Caminante
Son tus huellas el camino y nada más
Caminante, no hay camino
Se hace camino al andar
Al andar, se hace camino
Y al volver la vista atrás
Se ve la senda que nunca
Se ha de volver a pisar
Caminante, no hay camino
Sino estelas en la mar
Hace algún tiempo, en ese lugar
Donde hoy los bosques se visten de espinos
Se oyó la voz de un poeta gritar
Caminante, no hay camino
Se hace camino al andar
Golpe a golpe, verso a verso
Murió el poeta, lejos del hogar
Le cubre el polvo de un país vecino
Al alejarse, le vieron llorar
Caminante, no hay camino
Se hace camino al andar
Golpe a golpe, verso a verso
Cuando el jilguero no puede cantar
Cuando el poeta es un peregrino
Cuando de nada nos sirve rezar
Caminante, no hay camino
Se hace camino al andar
Golpe a golpe, verso a verso
Caminante NO HAY CAMINO, sino ESTELAS EN LA MAR que al final nos quiere decir que NO PUEDES COPIAR EL CAMINO DEL OTRO POR QUE NO HAY TAL SOLO ESTELAS EN LA MAR ES DECIR ALGO QUE NO SON HUELLAS NI MUCHO MENOS sino algo efímero que pasa sin más.
Aunque muchos consideran LA SAETA con mucho el poema mas importante de Machado que lo pinta tal como es, un persónale del sur de ESPAÑA, ANDALUZ con todo lo que ello significa
Dijo una voz popular:
«¿Quién me presta una escalera,
para subir al madero
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno?»
¡Oh la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos
siempre por desenclavar!
¡Cantar del pueblo andaluz
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!
¡Cantar de la tierra mía,
que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores!
¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar, ni quiero,
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!
Hubo otros poemas convertidos en canción, como ESPAÑOLITO QUE SUEÑAS, LAS MOSCAS y otros más.
En cuanto a MIGUEL HERNANDEZ - de la generación del 27 - un POETA excepcional que como lo dijo el propio SERRAT en su último concierto de MADRID, era un verdadero amante de la LIBERTAD Y LA VIDA, y ambas se la quitaron. Durante su largo encierro en una cárcel de ALICANTE, donde contrajo la TUBERCULOSIS que finalmente acabo con su vida, recibió carta de su esposa contándole la pobreza que le hacia comer solo pan y cebolla y amamantar a su hijo de 8 meses de la que nace el gran poema hecho canción, en la idea de el único aliciente que tuvo el POETA antes de morir, fue ver en una foto LA RISA DE SU HIJO ante esta situación precaria.
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar
cebolla y hambre.
Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete niño
que te traigo la luna
cuando es preciso.
Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna
defendiendo la risa
pluma por pluma.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.
Aquí para terminar es importante decir que la música no es de SERRAT sino de ALBERTO CORTÉZ, pero fue compuesta para que SERRAT la cantara y nadie más a petición de algo que representó no solo LA LUCHA DE ESPAÑA, sino la lucha del mundo por la LIBERTAD.
