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Necesitamos más mujeres que nos representen

Dra. Verónica Arredondo

¿Vivimos bajo las condiciones que garantizan nuestro desarrollo y bienestar, las mujeres, en este país? La respuesta es que no. Aunque existen leyes, documentos, planes que así los respaldan, no hay ningún aval estructural que vea por nosotras. Los derechos que tenemos, los lugares a donde hemos llegado, nos los hemos tenido que ganar luchando; porque históricamente hemos sido invisibilizadas, hechas a un lado, ignoradas. Muy apenas recientemente se nos toma algo en cuenta. Nuestras opiniones y decisiones se ponen en duda, porque se nos caracteriza como personas falibles de responsabilidad. Pero bueno, nos sigue costando el doble o triple de esfuerzo contar con voz y voto en esta sociedad y país y mundo, en una realidad desigual en que los hombres cuentan con todas las garantías y facilidades para desarrollarse.

¿Cuánto tiempo nos ha llevado ser reconocidas en el ejercicio de nuestros derechos como los de nuestros pares, los hombres? En este 2023 todavía no contamos con igualdad de oportunidades, como así lo pintan los organismos y los gobiernos de los distintos países que conforman la comunidad internacional. Hay una jefa de gobierno en la Ciudad de México, sí; gobernadoras en otros estados, síndicas, regidoras, titulares de secretarías estatales y federales, pero si le preguntáramos a una mujer de a pie, una mujer real, en qué le ha beneficiado que esos lugares estén ocupados por mujeres, dirá que en nada. Quizá porque a simple vista no se nota, porque organizacionalmente hablando, después de siglos y siglos del ejercicio del poder por el hombre, cuando una mujer desempeña un cargo todavía carece de la visión de que representa a todas las mujeres. De cualquier forma esos espacios de gobernanza que ahora están en manos de mujeres nos han costado décadas de lucha, de manifestaciones, de presiones, para que la ciudadanía entienda que es necesario que las mujeres ejerzamos nuestros derechos.

Es justo, necesario, imprescindible, que las mujeres ocupemos espacios en las diferentes instancias que conforman lo social, es indispensable que nos hagamos cargo de que nuestra visión forme parte de la discusión nacional. Sabemos que la paridad de género es un principio constitucional. Podemos y debemos de participar y representarnos en los estamentos de gobernanza, en la toma de decisiones, que dictarán el camino a seguir como nación.

Hace no muchas décadas que lo conseguimos, mujeres reunidas a través de organizaciones y movimientos feministas se encontraron ante la necesidad de exigir su inclusión en los ámbitos laborales, educativos, políticos. Exigieron que se dictaran principios y leyes que así lo avalaran. A través del tiempo las leyes se quedaron en el papel, perpetuadas para su no ejecución ni ejercicio. Pero ahora, hemos entendido que tenemos que encontrar otras formas de organización y de gobierno, y que nadie lo va a hacer por nosotras, estamos poniendo manos a la obra.

A lo mejor peco de inocente, pero creo que tenemos un panorama que puede funcionar para que vivamos una vida más plena, libre, con nuestras necesidades básicas cubiertas, oportunidades de desarrollo. ¿Por qué me lo parece? Porque si lo pensamos bien, somos, las mujeres, de alguna forma, protagonistas en la historia. Hace cien años en México ni siquiera podíamos votar, ni ocupar cargos de elección popular; no podíamos acceder a la educación, tener carreras universitarias, empresas, es que parece que ni siquiera existíamos, salvo como empleadas domésticas, incubadoras, musas, esposas de alguien.

Tenemos mujeres fuertes, preparadas, que necesitamos que estén en ciertos espacios, porque ellas ayudarán a impulsarnos a otras. Hace cien años movimientos feministas en el país consiguieron que cientos de mujeres se reunieran para luchar por sus derechos. Esas mujeres fueron necesarias; otras mujeres las sucedieron para continuar la lucha. Las mujeres que gobiernan ahora, son uno de los resultados de aquellos movimientos, sean de derecha o de izquierda, estén o no de acuerdo.

En algunas de estas colaboraciones he hablado sobre mujeres zacatecanas sobresalientes, que veo como un ejemplo para el resto de nosotras. En esta ocasión hablaré de Maricarmen Salinas.

Quiero comenzar diciedo que, yo creo que una mujer que puede y es capaz de ayudar a que se impulsen más oportunidades para que las mujeres en Zacatecas tengan un desarrollo más pleno es Maricarmen Salinas. Maricarmen, amiga mía desde hace tantos años, es una mujer que genera con su actuación dentro de su profesión, que más de nosotras contemos con espacios y oportunidades. Para quienes no la conocen, Maricarmen cuenta con una extensa trayectoria dentro del servicio público, en el cual siempre ha enarbolado la inclusión de las mujeres en los diferentes estamentos que conforman los espacios de gobierno. Y eso es muy importante, porque nos hace entender la sensibilidad y compromiso para con sus ideales.

Maricarmen se graduó como contadora pública y se especializó en finanzas, con base en sus conocimientos, ha desempeñado cargos a nivel municipal, estatal y federal. Maricarmen conoce la función y la administración pública, su currículum lo garantiza. Tenemos a una mujer recta, honorable, eficaz, que puede catapultar plataformas y proyectos que ayuden a la mujer zacatecana a desarrollarse en los diferentes ámbitos sociales.

Maricarmen Salinas, siempre busca el impulso de redes que abogan por el crecimiento de las niñas y las mujeres, que las niñas crezcan y se desarrollen en un ambiente de igualdad de oportunidades. Maricarmen ha tejido los cimientos para la construcción de un camino igualitario, veraz, que tengan los espacios que les corresponden, exige desde sus espacios que seamos respaldadas por políticas públicas que así lo mandaten. Tenemos en ella a una mujer que bien podría representarnos en otros espacios públicos, porque ella busca que la mujer se empodere, que las niñas encuentren un presente con mejores augurios.

Maricarmen Salinas ha gestionado diversos proyectos donde ha buscado que las mujeres encuentren una forma más digna de vivir, que encuentren oportunidades que se vean reflejadas en sus finanzas. Maricarmen es una jefa y madre de familia, preocupada por el bienestar de las familias zacatecanas, porque sabe que las dificultades económicas de zacatecas, el pobre crecimiento de ofertas laborales, complica más encontrar sustento para las mujeres.

Desde 2019, Maricarmen Salinas ocupa el cargo de Tesorera del Senado, con una trayectoria intachable y entregando resultados más que excelentes. Pensarán y también sí, sé que hablo desde la amistad, desde la camaradería, pero también habló, escribo, porque sé de lo capaz que es, necesitamos más zacatecanas así, con su conocimiento sobre la administración pública, con su pensamiento y ejercicio del mismo, por medio del que busca que haya más participación de las mujeres en las diferentes esferas del conocimiento, de la política, de la sociedad. Maricarmen podría ser una gran regresentante como hacedora de políticas públicas por ejemplo. Creo en ella, confío en ella. Estoy segura de que tenemos una oportunidad real de que impulse lo que tantas hemos soñado, de que camine esas rutas que nos hacen falta caminar. Maricarmen nos puede representar y ser empática con nosotras en este sendero, es una mujer más que capacitada.

Como tantas veces ella nos ha respaldado, nosotras, yo, te respaldamos Maricarmen. Maricarmen Salinas es una mujer que sí es y será solidaria y sorora con nosotras, su vida así lo avala.