El 8M en Zacatecas y la violencia institucional.
María del Mar de Ávila Ibargüengoytia
El pasado 8 de marzo miles de mujeres marcharon en las calles de la ciudad de Zacatecas con motivo del Día Internacional de la Mujer, pidiendo justicia mientras el feminicidio y la violencia de género continúan azotando a nuestra entidad y al país entero en escenario trágico para todas.
Marcharon exigiendo respeto, equidad y justicia para todas las mujeres, con la bandera de lidiar con estado indiferente, letal y potencialmente omiso hacia la problemática que nos duele a todas las mujeres desde diferentes espacios en los que la vida laboral, familiar, económica y política se convierte en una lucha que tenemos que librar a diario, batallas por la supervivencia misma.
La marcha de este 8M nos deja lecciones importantes sobre la organización colectiva para exigir mejores condiciones de vida y cese a la violencia feminicida, y van más allá de la simple denostación y descalificación a un movimiento que es legítimo porque nos toca a todas, por la violencia que toca y lastima a la sociedad en su conjunto, y es irrenunciable que el derecho a la libre expresión se siga ejerciendo más allá de violencia institucional desplegada por parte del gobierno estatal.
Y es que la marcha del 8M en Zacatecas este 2023, multitudinaria, sentida e histórica por el número de mujeres que tomaron las calles y exigieron justicia para las desaparecidas, asesinadas y violentadas por el Estado, causó la indignación oficial de una Nueva Gobernanza poco sensible a los reclamos de justica de un sector como lo somos las mujeres, agraviado por la amnesia institucional y la falta de políticas públicas en beneficio de miles de zacatecanas y sus familias.
La indignación del también llamado “Gobierno de la Transformación”, tras la manifestación y expresiones del Bloque Negro obligó a las funcionarias estatales de primer nivel a emitir un video mensaje por redes sociales que mostró de cuerpo entero al actual gobierno y el nivel de sometimiento de las propias mujeres ante un gobernador que no desperdicia ocasión para demostrar su incapacidad para gobernar Zacatecas.
En el pésimo video donde funcionarias de primer nivel encabezadas por Zaira Ivonne Villagrana, titular de la Secretaria de la Mujer (Semujer) y de la secretaria general de gobierno Gabriela Pinedo, victimizan al gobierno estatal de la manifestación legítima del 8M, se reduce a la queja casi cínica por una puerta quemada y algunos cristales rotos en palacio de gobierno, desnuda la indolencia que como mujeres permiten al obedecer al defender al inquilino de la Casa de los Perros quien no se ha pronunciado por las exigencias de nosotras las mujeres no solo este mes de la mujer sino en otros muchos temas que nos lastiman.
La indolencia de las mujeres del gabinete reproduce en todos los casos la violencia institucional que el estado ejerce en muchas formas, ya sea en la falta de generación de políticas públicas, programas efectivos para la reducción de la violencia, hasta un sistema integral de prevención e impartición de justicia que no dejen en el desamparo a miles de zacatecanas que solo son vistas como depositarias de las dádivas de programas asistencialistas federales entregados con sombrero ajeno por este gobierno.
Con funcionarias que solapan y promueven la violencia institucional hacía las mujeres, que se prestan a montar pantomimas mostrando rostros molestos, falsos y por demás incongruentes ante una manifestación de las mujeres zacatecanas que mostraron su hartazgo e impotencia ante un estado omiso e indolente, no solo debe indignarnos a todas, a todos, sino que debe comprometernos para exigir el cese a esa violencia de mujeres hacía mujeres, del estado y de un gabinete machista que debería renunciar ya por su sobrada ineficacia e indiferencia hacía todos los males que le duelen a Zacatecas.
*Diputada Local