Skip to main content

Dr. Jose de Jesús Reyes R.

MONSI
Para documentar mi pesimismo… ¿o era optimismo? Y el de los demás
Carlos; perdón por la confianza de llamarte por tu nombre, pero que más puede hacer quien como yo guarda una profunda admiración por tu intelecto, por tu pensamiento, por tu don de gente, por tu gran memoria, por tu enorme capacidad intelectual, por tu inteligencia y sencillamente por la vida que viviste que tendría que ser ejemplo para muchos.
Esta semana habrías cumplido 85 años, y aunque tengas 13 de haber partido, te seguimos teniendo presente porque tu espíritu no está solo en la enorme cantidad de libros que escribiste, está en la gran cantidad de tus conferencias e intervención en distintos foros que hoy podemos disfrutar gracias a la tecnología que apenas lograste ver llegar, aunque todos sabemos cómo disfrutaste del internet - por poner solo un ejemplo - en su momento.
Chilango de hueso colorado que aún y cuando no fueran tus intensiones trascendiste las fronteras de esta alicaída América latina nuestra, pero difícilmente nuestros hermanos de países de habla hispana pudieron entenderte de la forma en que nosotros lo hicimos gracias a tu mexicanidad, porque tu pensamiento no puede entenderse sin entender a este tu país que tu cuestionaste tanto durante toda tu vida.
Muchas cosas me identifican – humildemente – contigo, con el que en alguna ocasión crucé solo unas palabras cuando paciente esperaba a que me firmaras un libro en la FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO, acepto que no soy muy dado a solicitar que los escritores a quienes admiro – sobre todo cuando se tiene que hacer una larga fila) una frase en las primeras páginas de un recién comprado libro, pero con algunos es valido hacer una excepción, y así he logrado algunas líneas personalizadas de algunos de los grandes como SARAMAGO, o GARCIA MARQUEZ, LA GRAN ELENA PONIATOWSKA y claro la tuya que siempre contestabas lo mismo a mi pregunta de ¿Cuándo iras a Zacatecas? Tu respuesta era siempre la misma ¡CUANDO ME INVITEN! Y así se cerraba el intercambio de palabras porque no había ya de otra, tras de mis cientos de gente esperaban por un minuto de tu atención.
Pero claro no hacía falta nada más, estabas ahí de carne y hueso siempre dispuesto siempre amigable siempre listo a compartir tus pensamientos con los demás, con tus lectores, con quienes te escuchaban, de quienes como yo te admiraban profundamente y te veiamos hacia arriba cuando tu siempre nos viste como iguales.
Que te puedo decir, hay tantas cosas que me identifican contigo - guardadas las proporciones - tu todo un intelectual yo un simple espectador de tu pensamiento, solo una parte del auditorio que disfrutaba la puesta en escena de tu vida tan llena de contenidos, repleta de libertades privada de una prodigiosa memoria que cultivaste desde tu primera infancia.
Viviste siempre en el entonces DISTRITO FEDERAL hoy CIUDAD DE MEXICO un cambio de nombre que tu mismo impulsaste y no llegaste a verlo como una realidad, tu que habías pasado por una UNIVERSIDAD que fue siempre parte de ti mismo, que viviste de cerca el 68, yo que llegué una semana tarde - como tantas veces - con retraso a las cosas que realmente importaban, por que a fines del 68 llegué a disfrutar los juegos olímpicos ignorando todo lo demás y meses mas tarde me integré – algo desubicado como siempre – a la FACULTAD DE MEDICINA DE LA UNAM sin entender prácticamente nada de lo que era verdaderamente importante.
Tu con fuertes raíces en el valle de México que para ti era prácticamente todo, yo un provinciano que intentaba realizar mis estudios en la universidad de la que salió mi padre, de la que saliste tu sin haber finalizado formalmente la carrera a la que ingresaste primero en la FACULTAD DE ECONOMIA y después en la DE FILOSOFIA Y LETRAS.
Pero tendrás que aceptar que tuve la oportunidad de vivir sentir, escuchar y percibir los aromas que tu disfrutabas, día tras día. Originario de la colonia LOS ALAMOS donde yo pasé la mayor parte de mi carrera de MEDICINA habitando en un pequeño cuarto de servicio en la azotea de un edificio que se ubicaba ahí, a unas cuadras de TLALPAN a un par de cuadras de XOLA y del DERRUMBADO SCOP que planean hacerlo un museo de los murales, y fue en ese entorno donde viviste los primeros años de tu vida, después emigraste unas cuadras hacia al SUR a la COLONIA PORTALES que también fue parte de mi propia historia, ahí viviste el resto de tu vida con tu familia, ahí estudiaba yo todas las tardes porque mis buenos amigos tenían su residencia en esa zona del DISTRITO FEDERAL, tu tomabas el METRO PORTALES y yo EL XOLA para ir al sur o hacia el norte, al centro de la ciudad o a TASQUEÑA.
Después te fuiste a estudiar no demasiado lejos a IZTAPALAPA, y aunque tus primeros años escolares los viviste en un colegio particular EL ALEMAN, rápidamente te trasladaste – o te trasladaron – a una ESCUELA PÚBLICA EN IZTAPALAPA y esa fue la zona que ocupó toda tu vida, y también la mía cuando viví en LA CIUDAD DE MÉXICO antes DISTRITO FEDERAL. Me puedo imaginar tu caminar hacia CUAUHTEMOC o DIVISIÓN DEL NORTE o AVENIDA UNIVERSIDAD para tomar los camiones que te llevaran a la UNAM donde estudiaste tu carrera profesional primero en la FACULTAD DE ECONOMÍA y después en la de FILOSOFÍA Y LETRAS, que terminaste pero donde NO TE TITULASTE por que los títulos era algo que no te importaba demasiado, habías ido a aprender lo que tenias que aprender como los elementos que formaron tu espíritu, siempre fuiste un UNIVERSITARIO como lo fui yo, y el espíritu PUMA te acompañó durante toda tu vida.
Aprendiste a utilizar tu maravillosa memoria aun antes de aprender a leer, viniendo de una formación protestante tuviste acceso a la biblia en tu primera infancia, a los 6 años ya la estabas leyendo y memorizando, conocias a la perfección tanto el antiguo como el nuevo testamento con todos los agregados, tu mente los veía y los asimilaba siendo aún un niño con esa mente fotográfica que entrenaste desde entonces, y cuando yo me enorgullezco cuando puedo leer un libro por semana, tu leías un libro todos los días y aun así tenías tiempo de ir al CINE y ver una o dos películas diarias, y además ir a la universidad y asistir a círculos intelectuales donde aprendiste primero que nada a escuchar.
Quién puede ignorar que fueron los tiempos de la CIUDAD DE MÉXICO donde pudiste hacer amigos entre los grandes intelectuales del momento como CARLOS FUENTES, el mismo OCTAVIO PAZ que te veía con cierto asombro diciendo que había muchos tipos de crónica pero en la crónica había una diferente que era la que tu escribías, una CRÓNICA que no te era ajena porque jamás fuiste un testigo lejano de lo que ocurría en la ciudad TU CIUDAD con todo lo que ello significaba.
Pero tuvieron un lugar muy especial en tu vida dos personajes a los que admiraste y quisiste en forma entrañable, JOSE EMILIO PACHECO por un lado y ELENA PONIATOWSKA por el otro, ellos fueron tus grandes amigos, con ellos viajaste, con ellos cantaste, con ellos bailaste.
Como olvidar que fue JOSE EMILIO PACHECO la persona a quien seguiste cuando se fue a LONDRES y dejo preparado para ti una MAESTRIA donde aprendiste mucho de aquello que formó tu intelecto, aunque tampoco la terminaste por que los TITULOS NUNCA TE IMPORTARON, ni licenciatura ni maestría porque al final de cuentas el destino te tenía reservado una gran cantidad de DOCTORADOS HONORIS CAUSA que recibiese en la recta final de tu existencia.
Fuiste un amante de la POESIA y nunca tuviste reparo para reconocer que aun y cuando te hubiera gustado ser poeta ese genero no era el realmente el tuyo, aunque lo hubieras querido con toda el alma, tampoco lo fue la PROSA, aunque intentaste escribir algunas novelas tu mismo las situaste en donde tu sentiste que correspondía, en el CESTO DE LA BASURA. Lo tuyo; lo sabemos todos fue la CRÓNICA el describir lo que tus ojos veían y compartirlo a través de tu perspectiva con el mundo principalmente con tus compatriotas mexicanos. Pero tendrás que reconocer que no era una CRÓNICA LIBRE DE TU PENSAMIENTO DE TUS FORMAS DE VER LA VIDA, porque tu crónica siempre estuvo impregnada con tus formas de ver las cosas, nuca fue del todo objetiva como muchos hubieran querido, y que bueno que así fue porque tu visión del mundo ha significado tanto para quienes te seguimos, aunque sea de lejos.
Fuiste un admirador, pero a la vez un fuerte crítico de SALVADOR NOVO, SOBRE TODO CUANDO DE SER UN CRONISTA INDEPENDIENTE DE LA CIUDAD DE MÉXICO se acercó como OCTAVIO PAZ después de él a las estructuras del poder que tú siempre cuestionaste.
Formaste y fomentaste los espacios culturales en los medios impresos de comunicación de tu tiempo, pero desde mi particular punto de vista algo que te hizo diferente fue tu capacidad de apreciar lo que tu mismo nombraste como la CULTURA POPULAR, la CULTURA DEL PUEBLO amante del CINE afirmaste que en el CINE al menos el MEXICANO no se narraba los usos y costumbres sino se PROFETIZABA como podríamos ser todos los mexicanos después de ver una determinada película.
Esta historia continuara...