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¿Qué aprendimos en los pasados comicios?

1. Si es cierta la afirmación de que quien gana el Estado de México vence un año
después en la elección presidencial, ya sabemos desde ahora quién lleva la
delantera en esa contienda.
Esa creencia surge porque el Estado de México es la entidad más poblada y con
más recursos presupuestales del país, y porque se piensa que el partido político
que la gana coloca un pie en el estribo de la carrera presidencial. Pero esto no es
una ley de hierro ni una verdad absoluta: recordemos que el PAN obtuvo la
Presidencia en el año 2000 y la conservó en el 2006, sin necesidad de ganar la
gubernatura del Edomex ni la CDMX (considérese esto último con reservas, pues
los sexenios del blanquiazul no fueron necesariamente una excepción, tomando
en cuenta que el PRIAN es una realidad desde hace mucho tiempo).
2. La derrota electoral en el Edomex es un “golpe anímico” para el PRI y para la
alianza opositora, porque habían apostado todas sus fuerzas y recursos a ganar la
entidad. Sin embargo, pudo más la libre participación ciudadana que la
movilización dirigida y concentrada mediante las técnicas de compra de voto,
coacción, intimidación y la gama de artilugios propia de las elecciones de Estado.
La gente venció al fraude.
3. Del otro lado de la moneda, a pesar del encomiable ejercicio de participación
ciudadana, ésta alcanzó sólo el 50.1317 %; es decir, un total de 6’214,217
sufragios, de un universo de 12’395,763 votantes que contempla la Lista Nominal
de las casillas con actas contabilizadas. El abstencionismo se hizo presente una
vez más y vale la pena analizar a profundidad sus causas.
4. Se corroboró que la llamada “operación del día D”, que manufacturó el PRI y
después imitó el PAN en algunos estados, vale un 10 % de la votación total. Las
encuestas que daban a MORENA una ventaja de dos dígitos todavía el día de la
elección estaban en lo cierto. Sólo faltó descontarles el 10 % de la operación del
legendario priismo mexiquense, inspirado en muchas de las lecciones del “profe
Hank”: entre otras, que “en las elecciones, lo que se compra con dinero es barato”.
Al final, la diferencia entre la candidata ganadora y su competidora fue de un 8 %.
5. No lucieron nada bien los dirigentes de la alianza “Va por México”, al
responsabilizar al gobernador Del Mazo de la derrota, sobre todo “porque no se
metió” o “estuvo alejado del proceso”. Es decir, esperaban que el Ejecutivo estatal
se comportara como delincuente electoral e incurriera en las prácticas
fraudulentas que en otros momentos han denunciado.
6. La pérdida del Edomex pone en un proceso de difícil sobrevivencia al PRI. Desde
el año 2000, el priismo se atrincheró allí y se pudo reorganizar a nivel nacional
para recuperar la Presidencia en 2012, precisamente con un gobernador salido de
esa entidad y arropado por el Grupo Atlacomulco. Con sólo dos gubernaturas en
su haber (Durango y Coahuila) y con prerrogativas federales disminuidas al

mínimo, no se ve por dónde pudiera el tricolor rehacerse y relanzarse para ser lo
que en muchas décadas fue: el partido gobernante de México.
7. En el caso de Coahuila, la victoria electoral es compartida entre los tres institutos
políticos que conforman la alianza Va por México, por lo que, en estricto sentido, el
partido tricolor tan sólo conserva, por sí mismo, el estado de Durango.
Al otrora partido hegemónico pragmático le quedan 265 municipios, que ganó
individualmente, más 323 que gobierna en coalición con un partido o dos, es decir,
588 (el 24 % del total del país). Desde allí seguramente buscará su
reposicionamiento, pero estos municipios y las dos gubernaturas que encabeza
están muy lejos de la joya presupuestal que es el Edomex.
8. A diferencia del Estado de México, en Coahuila operó el otro PRI, el del viejo
Oeste; el del norte bárbaro; el de la prepotencia caciquil, la insolencia y la rudeza;
el que utiliza la fuerza pública para movilizar a operadores y electores de casa o
también para levantar a simpatizantes y seguidores de la oposición. Es el PRI del
carro completo, el que busca arrasar, apachurrar y exterminar. El del huevo de la
serpiente.
9. MORENA pierde Coahuila porque se fracturó internamente, sí, pero también por la
elección de Estado (o establo) que le aplicó el Gobierno saliente. Sin embargo, no
hay mal que dure 100 años ni ciudadanía que lo aguante.
10. La participación ciudadana en la elección estatal de Coahuila fue superior a la del
Estado de México, con un 56.3520 %. Es decir, acudieron a las urnas un total de
1’302,756 votantes, de un universo de 2’311,816 electores contemplados en la
Lista Nominal de las casillas con actas contabilizadas.
11. Aún sin haber participado en las dos recientes elecciones, por la importancia de
las entidades que gobierna y el correspondiente número de votantes, el partido
MC desbancó al PRI como tercera fuerza electoral, y se acerca bastante a las
cifras del PAN.
12. Además de la derrota del PRI, al perder el bastión político y la plaza electoral más
importante del país, la incongruencia ideológica y pragmática del PRD le sigue
cobrando factura, pues no pudo alcanzar el umbral de representación del 3 % en
los comicios del Estado de México.
Caso contrario a lo ocurrido con el PT en Coahuila que, a pesar de su tardía
reacción para sumarse a la coalición Juntos Hacemos Historia, los resultados
electorales le reportaron buenos dividendos políticos, ya que, por sí solo, alcanzó
una cifra histórica de representación en la entidad (del 8.72 %).
13. Para 2024 estará en juego no sólo la renovación de los poderes constituidos de
carácter federal: la Presidencia de la República y las dos cámaras del Congreso
de la Unión, sino que también se renovarán ocho gubernaturas y una jefatura de

Gobierno. Asimismo, se elegirán 16,279 síndicos y regidores en 30 entidades. En
suma, las 32 entidades federativas tendrán elecciones locales.
14. Con el triunfo morenista en el Estado de México, este instituto político gobierna
actualmente cuatro de las cinco plazas electorales más importantes del país:
además de esta última, Ciudad de México, Veracruz y Puebla, que renovarán
gubernaturas en 2024, y en donde las tendencias ubican a MORENA como el
amplio favorito para retener el poder, lo que es un aliento para el movimiento
rumbo a la Presidencia de la República.
ricardomonreala@yahoo.com.mx<br /> Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA