PRESIDENTE, INSISTO: USTED CREA CONDICIONES PARA UN MAGNICIDIO
Beatriz Pagés
Señor presidente:
Esta respuesta tendría que dársela en el mismo lugar y con el mismo micrófono que usted utiliza autoritariamente cada mañana para difamar, insultar y dividir a los mexicanos. Como su gobierno nos ha negado a varios periodistas el derecho de réplica, le respondo desde una tribuna que nació – hace 70 años- para defender la libertad de expresión y combatir regímenes despóticos como el que usted encabeza.
Insisto, aunque no le guste: Usted lleva cinco años construyendo un ambiente de violencia política y de odio social. Utiliza impunemente y de manera abusiva el cargo de Presidente de la República no para gobernar -porque no gobierna- sino para perseguir voces disidentes que puedan poner en riesgo la continuación de un proyecto político dictatorial y destructivo.
Por ello repito y lo repetiré cuantas veces hagan falta: Usted, como cabeza de gobierno, tiene la obligación constitucional, política y moral de no alentar un ambiente donde pueda llevarse a cabo un magnicidio. O se lo digo de manera más clara: el primer interesado en proteger la vida de los aspirantes de la oposición a una candidatura presidencial debería ser usted.
Le pongo un ejemplo muy claro. Cuando asesinaron a Luis Donaldo Colosio todas las miradas voltearon a ver al entonces presidente Carlos Salinas de Gortari. Es al que menos le interesaba y convenia la muerte de su candidato, sin embargo, no ha podido deshacerse, hasta el día de hoy, de ese estigma. Dejó correr rumores y el resentimiento de algunos sembró las condiciones para dejar pasar libremente las balas.
Evite atacar, como lo hace, a los contendientes del Frente opositor y a quienes opinan diferente. Deje de comportarse como un tirador que usa una posición privilegiada para eliminar a quienes comienzan a constituirse en un riesgo para sus “corcholatas”.
Afirma que López Dóriga, Aguilar Camín, Riva Palacio y yo estamos coludidos en una campaña para hacerlo responsable de un atentando en contra de los aspirantes de la oposición y de periodistas.
Lo reto a que haga pública las pruebas. Audios, videos, fotografías que muestren la existencia de un complot. No, señor presidente, la conspiración “perversa”, “fascista”, “riesgosísima” de la que quiere responsabilizarnos, la urde usted desde hace cinco años en contra de la nación.
Nos culpa para distraer la atención. Nos culpa para esconder la mano, victimizarse y evadir responsabilidades. Una de las caracteristicas del fascismo es el uso de la mentira como método de engaño y control, y usted la domina y practica plenamente.
La perversidad no está en la prensa crítica, está en las aguas negras de Palacio Nacional. Su política de “abrazos, no balazos” fue pensada – de manera premeditada- para convertir a México en un paraíso de impunidad al servicio del crimen organizado.
Los cárteles son aliados electorales de su partido. Ahí está la denuncia presentada ante la OEA por el PAN-PRI-PRD y ahí están también las declaraciones y crónicas de electores que fueron obligados a votar por Morena en el 2021 con arma en mano.
Levantaremos la voz desde donde sea y cuantas veces sean necesarias para impedir que el próximo presidente o presidenta de México sea impuesto por el narcotráfico. Poque tal parece que esa y no otra va a ser la gran lucha que se dará en el 2024: legalidad contra criminalidad. Democracia contra una tiranía oscura que busca consolidarse sobre las ruinas de la República.
Nos exhorta a periodistas e intelectuales a reflexionar y ser más responsables. Yo lo exhorto a que se comporte- cuando menos al final de su gobierno- como Jefe de Estado. Lo exhorto a que abandone por unos instantes su enfermizo ego y privilegie el interés de los mexicanos.
Y el interés de México pasa, necesariamente, por dejar de sembrar desde el púlpito presidencial odio y violencia. Por garantizar estabilidad y una transición democrática sin sangre, que permita al país vivir en paz.
No se extrañe si cada vez más ciudadanos se unen a una gran cruzada para salvar al país de su gobierno. De un presidente que odia a México y a los mexicanos.
Esa es hoy nuestra misión: defender la democracia de un régimen que ha secuestrado y mutilado la unidad, la división de poderes, y el Estado de Derecho. Que perversamente nos ha dividido a los mexicanos para convertirnos en enemigos de nosotros mismos.
No tengo, por ahora, otra cosa que decirle. Sólo le envío una postdata:
La revista Siempre! es una institución periodística que tiene 70 años de existencia y ha celebrado con todo tipo de gobiernos contratos publicitarios legales y transparentes. Los 55 millones que, según usted, me entregó el gobierno pasado no se comparan a las cuotas monumentales que de manera ilegal y clandestina entrega presidencia a los medios y periodistas que aceptan ser serviles marionetas de su despotismo.