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Betty Rosas Murillo

El Éxodo

La Ermita de los Correas, ubicada en Jerez, Zacatecas, es una comunidad que se encuentra a 20 minutos de la ciudad de Jerez de García Salinas y a 30 minutos de la ciudad de Fresnillo. Cuenta con aproximadamente cinco mil habitantes y se compone en su mayoría de migrantes que se dedican a la agricultura, el pequeño comercio y la ganadería.

Esta población ya vivía previamente una ola de violencia, alejada de la metrópoli, como los propios habitantes afirman. No había autoridad que los escuchara ni los apoyara; vivían en total abandono. El pueblo era víctima de la violencia y sus gritos de “ayuda” caían en oídos sordos. Perdieron a sus hijos, esposas, hermanas y madres durante esta ola de violencia, y muchos desaparecieron sin que se supiera si estaban vivos o muertos. El pueblo sufría de miedo y angustia, y sus cosechas, casas de adobe y medios de transporte fueron quemados. Según los Ermitaños, fue doloroso ver a sus seres queridos huir de la violencia, y tuvieron que abandonar su tierra querida para finalmente ser tomados en cuenta.

En agosto de 2022, los habitantes salieron desolados, sin un futuro claro de regreso a sus hogares. Abandonaron sus casas y buscaron refugio en otros lugares, ya sea con familiares o emigrando al vecino país. Durante el éxodo, las familias tuvieron que partir apresuradamente, dejando atrás su patrimonio, cultivos, maquinaria agrícola y ganado. Lo que antes era un pueblo productor de frijol, maíz, durazno y avena se convirtió en un pueblo fantasma debido al temor y miedo que los impulsaron a abandonarlo todo.

Durante este éxodo, se perdió el ochenta por ciento de su patrimonio. La comunidad ya había sufrido por la pandemia de COVID-19 y aún no se había recuperado cuando la violencia los azotó. Pasaron meses antes de que pudieran regresar y finalmente ser escuchados por el gobierno municipal y estatal. Actualmente, en esta comunidad, se ha establecido un campamento militar para proteger esta serranía.