Skip to main content

Nubia Barros

LOS “DATA BROKERS”

No es el nombre de un grupo de rock, que así pareciera, es una empresa que se especializa en recopilar información sobre los usuarios que se encuentren en registros públicos y oficinas privadas, incluyendo al Censo, empresas automotrices, creadores de contenido de redes sociales, informes judiciales, listas de inscripción de los votantes, historiales de compras en internet, listas de criminales más buscados, registros de transacción de tarjetas de banco, autoridades sanitarias, navegación en web etc…
¿Qué datos recaban? Tu edad, etnia, género, altura, peso, estado civil, preferencia sexual, preferencia religiosa, afiliación política, ocupación, ingresos familiares, tu patrimonio, tu estado de propiedad de vivienda, hábitos de inversión, qué productos compras en internet, qué hábitos de salud tienes. Toda una minería de datos.
Lo que hacen estos brokers es que venden los perfiles a organizaciones principalmente para publicidad o marketing, de forma común venden estos perfiles a agencias de gobierno, este mercado a la sombra, negocia con nuestros datos personales mediante grandes bases de datos que después venden a terceros, es decir, estamos monetizados con el fin de que otras empresas se ven beneficiadas cuando compran esta información.
Existe una diferencia entre los data brokers y compañías como Google, Facebook o X (anteriormente twitter), que recolectan datos y los ceden a terceros para anuncios de publicidad, aunque la idea aún no es clara, en lo personal no distingo entre recabar datos para cederlos a recabar datos para venderlos, para mí es el mismo fin y el mismo delito, aunque expertos como el investigador Kaspersky señala que la diferencia radica en que la venta de información muchas veces pasa desapercibida, pues la actividad de estas compañías permanece oculta para la mayoría de los usuarios.
Esta actividad no es una novedad, ya en el año 2007 el Instituto de Investigación en Políticas Públicas de Estados Unidos ya había señalado la preocupación que esta actividad causaba, “la basta cantidad de información personal que los data brokers recogen y el acceso inapropiado de estos datos” según una nota publicada en el diario El País en este mes de noviembre, incluso en la nota se señala los millones de dólares que esta actividad genera para la empresa que comercia con nuestros datos personales.
Considero que esta actividad es de las más lucrativas del mundo, sin embargo, es necesario que protejamos y cuidemos la información que compartimos, así como leer los avisos de privacidad, sus términos y condiciones para obtener los elementos mínimos indispensables de qué es lo que sucede con nuestra información.
Es necesario y urgente que se legisle sobre el tema, pues si no hay leyes que limiten sobre la navegación en internet y la huella digital que conlleva, se generará a corto plazo una bomba de tiempo la cual será muy difícil revertir. Cuidemos nuestros datos personales y nuestra intimidad, pues es el nuevo comercio.