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¿Masculinidades tóxicas?

La palabra tóxica ha tenido un boom reciente entre la juventud mexicana, esto se utiliza para referirse a algo de manera negativa y alejado de lo sano “relaciones tóxicas”, “amistades tóxicas” y ahora también “masculinidades tóxicas”, sin duda, esta última ha sido adoptada por muchas mujeres feministas para hacer alusión a determinadas conductas por parte del sistema patriarcal.

Ahora bien, sin duda esto se vuelve relevante porque al nombrarlo de esta manera, se abre de manera negativa hacia lo que son lo hombres, y los feminismos no buscan enraizar el odio hacia los hombres, al contrario, velan por una sociedad más justa y equitativa, no se trata de una lucha uno contra otros.

La masculinidad tóxica en realidad se refiere al sistema patriarcal que también envuelve a los hombres, pues al igual que a nosotras nos han definido determinados roles y actitudes, lo han hecho con los hombres, ¿qué es ser un hombre masculino?, sin duda, se trata de una pregunta muy compleja, pero podemos dar algunos esbozos sobre esto: se trata de un proveedor, una persona que no tiene permitido llorar, mostrar sus emociones, tener el control de todo y sobre todo, fuerte, sin debilidades, entre otras características.

Al darle una primera lectura, parecen aptitudes simples, sin embargo, se tratan de patrones que han perjudicado la relación igualitaria entre hombres y mujeres, pues cada una de estas aptitudes te llevan a ser un hombre de verdad y si pierdes alguna, puedes ser juzgado socialmente por no ser un buen proveedor, o si no controlas a tu familia.

Todo esto descrito, no se tratan de aptitudes al azar, al contrario, son características que generan relaciones desiguales entre hombres y mujeres, que no necesariamente siempre son cómodas para ellos, pues implican también sacrificios emocionales, económicos por mantener determinado status quo exigido por la sociedad.

Ahora bien, este desgaste del termino tóxico, hace malentender a una masculinidad patriarcal, y prefiero denominarla así, pues en realidad no es estar en contra de los hombres, si no de la manera en la que se les ha enseñado a ellos que deben de ser, y lo mismo sucede con nosotras, estos patrones sociales corresponden al sistema bajo el que nos encontramos.

En este sentido, la masculinidad patriarcal es lo que debe desvanecerse, pues trae consigo una serie de aptitudes y características que no aportan a una sociedad igualitaria, al contrario, estigmatizan tanto a hombres como a mujeres. La academia ha nombrado a este cambio “nueva masculinidad”, con el objetivo de replantear el significado de “hombre”, “masculinidad”, y desde esa trinchera también sumar a este movimiento por la igualdad de género.

Las nuevas masculinidades no es un trabajo exclusivo de hombres, las mujeres tenemos un gran campo de acción con nuestros hijos, parejas, hermanos, compañeros, colegas, desapegarnos de los viejos usos patriarcales no es sencillo, pero puede hacerse si todas y todos adquirimos ese compromiso.

M.F. María del Carmen Salinas Flores
Tesorera del Senado de la República