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Lucila Noemí

LA VERDADERA INFIDELIDAD.

Puedes ser leal a otros, pero no olvides serte fiel a ti mismo. La infidelidad más dañina es la que perpetramos hacia nosotros mismos, nuestra propia traición, pues la relación mas importante que tienes es la relación contigo mismo.

Las demás relaciones son secundarias, y su calidad depende de la calidad de la primera, sólo son un reflejo del amor que te das o del que te niegas.

En muchos casos no somos conscientes de que estamos viviendo esta situación, pues se nos hace normal ir en contra de nosotros en pos de los deseos y expectativas de los demás, pues en el fondo tenemos un miedo muy grande a ser rechazados, excluidos y juzgados.

La infidelidad nos sume en un estado de incongruencia, y la incongruencia deriva en depresión, cansancio, enfermedad, hartazgo, confusión, sensación de falta de propósito y fracaso.

¿Cómo sé si me estoy siendo infiel?

- Me pongo en segundo lugar.
- Me sacrifico pensando que es amor.
- Me obligo a estar en lugares que no quiero.
- Me obligo a hacer cosas que no deseo.
- No me permito expresar mis talentos.
- Sigo guiones familiares aunque mi camino sea otro.
- Prefiero complacer a otros aunque eso me cause conflicto.
- Me auto saboteo para luego culparme y juzgarme.
- Quiero resultados positivos, pero me aferro a mis pensamientos y dinámicas negativas.
- En mi lista de cosas valiosas, la disciplina y la constancia ocupan los últimos lugares.
- Me parece una tarea imposible prestarme cinco minutos de atención, para practicar o buscar herramientas que alimentan mi espíritu, pero puedo desvelarme o pasar horas distraído en cosas que no me aportan nada.
- Genero tolerancia al dolor, en lugar de buscar mi propia sanación.

Te eres infiel cuando por satisfacer las expectativas de otros, te sacrificas a ti mismo.
Tienes el derecho, y más que el derecho, el deber de hacer tu propio camino, en congruencia con tu corazón, pues cada quien viene a crear su propia historia, a aprender sus propias lecciones.

Pierde el miedo a seguir tu propio camino, no traicionas a nadie si eliges hacer las cosas diferentes, a la única persona que puedes traicionar es a tí cuando no escuchas la voz de tu ser, cuando bloqueas lo que sientes en tu corazón.

Nutrióloga