Percepciones sobre la psicología.
Lic. en Psicología Maira Gallegos Ruiz
El problema más urgente de nuestro mundo actual son los problemas que nosotros mismos hemos creado…
George A. Miller (1969).
La psicología en la actualidad tiene una historia con aportaciones que han hecho posible lo que tenemos hoy: la construcción de una ciencia establecida. Es necesario conocer su historia para entender su método, su práctica y sus teorías actuales.
A lo largo de la historia la sociedad ha presentado problemáticas y necesidades diversas de las cuales se ha tenido que intentar dar solución. Las problemáticas sociales también son diferentes con respecto al pasado. Hay que imaginar en qué contexto surgen los intentos de formalizar a la psicología como una ciencia. Los conceptos y las técnicas han venido cambiando, ya que a lo largo del tiempo cada concepto tiene particularidades semánticas diferentes (lo podemos comprobar en el diccionario comparativo Términos usuales de la psiquiatría, de la Asociación Mundial de Psiquiatría). Surgen pues, a lo largo de todos estos intentos para dar solución a las necesidades humanas las aportaciones de los iniciadores de la psicología: las diferentes corrientes y modelos, como la psicología moderna, de la adaptación, la profunda y el psicoanálisis; enfoques como el conductismo, la Gestalt, la cognitiva y construccionista, solo por mencionar algunas.
En este contexto hay que considerar que la sociedad prejuzga a la ciencia de la psicología, sin siquiera saber los fundamentos y la historia, mucho menos su objeto y su método. La ciencia de la psicología ha surgido con el estudio de multiplicidad de métodos de ciencia, lo que la hace interdisciplinaria.
Psicología significa etimológicamente “la ciencia del alma”. En los estudios filosóficos de la antigüedad la psique, el alma, fue considerada como un ser natural. Los estudios sobre esta se encuentran distribuidos entre la metafísica, la lógica y la física. El enfoque de Aristóteles sobre el alma, en realidad es un tratado de biología general y de la física. Su objeto es el cuerpo natural y organizado que contiene la vida en potencia. Trata del alma como forma del cuerpo viviente y no como sustancia separada de la materia. Así, los estudios de los órganos exteriores y de los sentidos interiores no difieren en nada del estudio de los órganos respiratorios o digestivos. El alma, objeto natural de estudio, es una jerarquía de las formas, incluso si su función esencial es el conocimiento de las mismas.
El siglo XX fue considerado como el de la psicología. Después de la Segunda Guerra Mundial se reconoció la importancia de la psicología para entender mejor al hombre, su comportamiento y para mejorar la vida cotidiana. Se convirtió en una ciencia alternativa para solucionar problemas importantes de la época. Las aplicaciones abundaron y en muchos casos han sido muy eficientes para la solución de problemas prácticos.
Ardilla, en 1984, proponía que la psicología del siguiente milenio (el siguiente milenio es ahora) tendría mayor énfasis en la ciencia y en la relevancia social; se dedicaría a problemas importantes que han existido todo el tiempo sin que nuestros antecesores se hayan atrevido a estudiar. La relevancia presuponía que la psicología tendría mucho que contribuir para entender y modificar los difíciles problemas humanos: fricciones entre grupos, roles de género, familia, crianza de los hijos, actitudes, sentido de la existencia, vida cotidiana, guerra y paz, problemas de psicología ecológica y ambiental, conceptualizaciones y desarrollo psicológico, conciencia, etc. A lo anterior se agrega la importancia que han adquirido la psicología fisiológica, la ingeniería del comportamiento y la psicología social.
Esta ciencia surgió como tal en 1879. Después de 145 años, ha tenido grandes contribuciones y cambios, pero aun falta mucho. Es menester desmitificar que quienes ejercen los campos de la salud mental, entre ellos psiquiatras, terapeutas, psicólogos y psicoterapeutas, sólo atienden a “locos”. Como opinión personal, es increíble que todo lo realizado por nuestros antecesores y toda la historia de la psicología se reduzca a frases tan prejuiciosas como “los psicólogos son para locos”.
Es evidente que más que buscar perfeccionar los métodos y metodologías de la psicología para seguir formalizándola, su aceptación en la sociedad no está en ello, sino en romper con los estigmas y prejuicios que pesan sobre ella.
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