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La personalidad.

Lic. en Piscología
Maira Gallegos Ruiz

La personalidad es una máscara en la que crees.
Dr. White.

Cuando hablamos de la personalidad de alguien, no podemos evitar pensar en los rasgos o características del individuo que “lo hacen ser como es”.
Pareciera que el sentido de vida de cada sujeto está relacionado con la personalidad propia.
Es por ello que a psicología y algunas otras áreas humanistas están interesadas en definir, estudiar y hasta predecir conductas que tienen que ver con la personalidad.
Son los aspectos de la persona que “lo hacen ser diferentes o individuales”; así se marcan las diferencias individuales.
Existen muchas teorías tratando de dar respuesta a esto último y esa es la cuestión central.
Prestan atención considerablemente a los tipos y los rasgos de personalidad que se comparan unas a otras y también se categorizan.
Por ejemplo, algunas personas son neuróticas, otras no tanto; algunas son introvertidas y otras son extrovertidas, etcétera.
Así como se pueden encontrar diferencias, las teorías también sirven para cuestionar qué es lo similar o común entre personas.
Por ejemplo ¿qué puede tener en común un neurótico con una persona sana? O también, ¿cuál es la estructura común de la psique entre los sujetos que se expresan de forma introvertida o extrovertida?
Sin embargo, los humanos oscilan entre la salud y la enfermedad de acuerdo a estas categorizaciones e independientemente del tipo de personalidad que tienen cada uno.
Pero, ¿cómo se ensambla la estructura de una persona? ¿Cómo funciona y como se disgrega?
La respuesta se extiende a una búsqueda empírica, filosófica, psicológica, genética, social y cultural, entre otras.
La palabra personalidad tiene origen etimológico del latín; significa persona y se refiere a las máscaras de los actores que utilizaban en las representaciones teatrales. Cada una de las máscaras se asociaba con un tipo de carácter.
Esto hacia que el público se preparara para el papel que cada personaje iba a representar. Las personas pueden anticipar si es “bueno o es malo”, si se van a reír o asustar.
Estos “tipos” permiten una adaptación a la conducta, es decir, la reacción emocional.
Es hasta la Edad Media donde el concepto de persona toma significado como se conoce hasta ahora, con la connotación de razón, psique o ser humano.
Actualmente existen ocho acepciones del concepto personalidad de acuerdo a la Real Academia Española.
Sólo dos se relacionan con el tema abordado: diferencia individual que constituye a cada persona y la distingue de la otra; conjunto de cualidades que constituyen a la persona o sujeto inteligente.
Resulta difícil definir científicamente el término de la personalidad; en el lenguaje cotidiano forma parte de algunas conversaciones habituales refiriendo que alguien tiene una personalidad “agradable, madura o atractiva”.
Aunque en el ámbito científico se hace uso del término, a veces lleva asociadas estas connotaciones y se cae en un error, pues puede sugerir que existen personalidades mejores y otras peores.
Definir la personalidad es investigar en numerosos modelos teóricos a lo largo de la historia de la psicología y otras áreas humanistas.
Los elementos a tomar en cuenta podrían ser los siguientes: se infiere de la observación de la conducta; es un constructo hipotético; no implica connotaciones de valor; incluye una serie de elementos como rasgos o disposiciones internas que son relativamente estables a lo largo del tiempo y consistentes de una situación a otra; explican un estilo de respuesta, por lo que se puede predecir una conducta; incluye cogniciones, motivaciones, valores, estados afectivos, percepción de la situación; todo ello influye en la conducta.
El individuo buscará adaptar su conducta a las situaciones o entorno; su percepción estará guiada por las propias características personales.
En un artículo, el psicólogo Iván Piquero, de la Universidad Complutense de Madrid, menciona algunos tipos de personalidad recogidos en diferentes clasificaciones y modelos teóricos.
Neuróticos: representa a las personas que tienden a vivir emociones inclinadas al miedo, ira o tristeza y responden a los estímulos de manera más emocional; su interpretación es de forma amenazante, altamente exigentes.
Extravertidos: tienden a buscar la estimulación social y oportunidades que permitan interactuar con otros; muestran actitudes positivas en las relaciones sociales y son enérgicos.
Introvertidos: son el extremo de la anterior porque se muestran más tranquilos, reservados y menos participativos en la vida social; no precisamente son tímidos, sino que prefieren, en su libertad, pasar tiempo ellos solos y restringir el contacto social.
Psicóticos: son hostiles, egocéntricos, creativos, fríos, impulsivos y rígidos.
Responsables: pueden controlar, regular y dirigir sus impulsos; planifican deliberadamente y persisten en la consecución de sus objetivos.
Amables: tienden a mostrar buena capacidad al establecer vínculos interpersonales; se muestran altruistas y preocupados por los demás; anteponen los intereses de los demás por encima de los propios.
Abiertos a la experiencia: son imaginativos, creativos, curiosos intelectualmente y sensibles a la belleza; son más conscientes de los propios sentimientos; tienen facilidad en el pensamiento simbólico y abstracto y se muestran alejados de la experiencia concreta.
Idealistas: persiguen determinados ideales, cuidan los detalles y se centran en sus objetivos; tienen presente siempre criterios éticos como la integridad, rectitud, justicia y verdad.
Los tipos de personalidad pueden variar de acuerdo a diferentes teorías, enfoques y corrientes
¿Te has preguntado alguna vez qué tipo de personalidad tienes?

lic.mairagallegos2021@gmail.com