Maria del Mar De Avila Ibargüengoytia
REFORMA A LA LEY DE CULTURA EN ZACATECAS
Hoy, a dos meses de que concluya mi encargo en la Sexagésima Cuarta Legislatura puedo anunciar que, a iniciativa mía y con el apoyo de la comunidad artística y cultural de nuestra tierra, hemos logrado la aprobación unánime de la reforma a la Ley de Cultura del Estado de Zacatecas. Esta nueva legislación es una herramienta mejorada que recoge las voces y propuestas de nuestros artistas, creadores y promotores culturales, quienes participaron activamente en los Foros de Parlamento Abierto para la Cultura y el Arte realizados en 2023.
La participación y el consenso de todos los actores involucrados, incluyendo el Instituto Zacatecano de Cultura, han sido fundamentales para esta reforma. Hemos trabajado incansablemente para asegurar que esta ley refleje los anhelos y necesidades de nuestra comunidad cultural.
Esta reforma no sólo actualiza nuestro marco normativo, sino que también incluye el interés público en preservar nuestras tradiciones, costumbres y festividades populares. Es ahora obligación de las autoridades estatales y municipales llevar un registro de todas las manifestaciones culturales en nuestra entidad.
Entre los aspectos más destacados de la reforma se encuentran la ampliación de las acciones y fines que el Estado debe considerar en la política cultural, así como la obligación de investigar, conservar, proteger y difundir nuestro patrimonio cultural, tanto tangible como intangible. Además, se ha establecido la conformación de consejos consultivos ciudadanos en cada municipio para fomentar una mayor participación y consulta en la formulación de políticas culturales.
No omito comentar que la cultura, en todas sus manifestaciones, tiene un poder transformador capaz de influir positivamente en las sociedades y contribuir significativamente a la disminución de la violencia. A través del arte, la música, la literatura, el teatro y otras formas de expresión cultural, se fomentan valores como la empatía, la solidaridad y el respeto mutuo, que son fundamentales para la convivencia pacífica.
La promoción de actividades culturales crea espacios de encuentro y diálogo donde las personas pueden expresarse y sentirse escuchadas, lo cual eventualmente puede ayudar a reducir las tensiones y conflictos propias de la convivencia humana. Además, la participación en eventos culturales ofrece alternativas constructivas para el uso del tiempo libre, alejando a los jóvenes de ambientes que podrían inducirles a comportamientos violentos.
Asimismo, la cultura desempeña un papel crucial en la educación, no solo a nivel académico, sino también en la formación integral de individuos conscientes y responsables. Al apreciar y valorar la diversidad cultural, se fortalece la identidad y el sentido de pertenencia, factores que disminuyen las brechas sociales y promueven la inclusión.
En resumen, la cultura actúa como un vehículo de cambio social que, al enriquecer nuestras vidas y comunidades, contribuye a crear un entorno más seguro y armonioso. Fomentar y apoyar la cultura no solo enriquece nuestro patrimonio, sino que también es una estrategia efectiva para construir una sociedad más justa y libre de violencia.
Estas son las razones por las que hemos implementado medidas para garantizar el acceso universal a la cultura, aprovechando las tecnologías de la información y comunicaciones, y promoviendo la edición y distribución gratuita de material cultural e histórico en nuestras instituciones educativas.
Estoy orgullosa del trabajo realizado y agradezco a todos los que participaron y apoyaron esta iniciativa; esta reforma es un gran paso hacia la protección y promoción de nuestra rica herencia cultural y el desarrollo de nuestra vibrante comunidad artística.
Diputada