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El impulso de la ciencia entre las niñas de hoy desde la palabra

Dra. Verónica Arredondo

Mujeres y hombres tenemos sueños, objetivos, metas; tenemos planes y cualidades que nos llevan a pensar en lo mejor que podemos hacer de nuestras vidas. Lo que no tenemos, a veces, es posibilidades, ni infraestructura, ni medios adecuados, ni dinero, ni vivimos en un contexto que nos ayude a desarrollar las aptitudes en las que más hemos avanzado. En nuestras vidas suceden cosas todos los días, a veces solo necesitamos un pequeño empujón para salir avante en el proyecto de vida que vamos construyendo.
Desde mi perspectiva y posición, considero necesario crear las condiciones para que mujeres y hombres desarrollen sus habilidades y conocimientos, y puedan elegir el camino que los ayudará a crecer y que los convertirá en ciudadanas y ciudadanos plenos. Creo que como sociedad estamos obligados a construir las estructuras educativas pertinentes, adecuadas, necesarias; tenemos que obligar al Estado a que se haga cargo de sus responsabilidades y tareas en ese aspecto (y en todo lo que le corresponde, por supuesto), para que mujeres y hombres de verdad puedan alcanzar sus metas.
Como ciudadanía, la verdad es que podemos aportar mucho. Hace poco tiempo, me invitaron a conformar un proyecto que se trata precisamente de impulsar el estudio de la ciencia, y en especial de las matemáticas, en niñas y jóvenes zacatecanas, esto porque normalmente a las mujeres no nos creemos que podemos llegar a ser científicas, ser matemáticas, casi ni se tiene en el radar. Se me iluminaron los ojos cuando escuché que las matemáticas serían materia de promoción en un proyecto que se llevaría a cabo en mi tierra natal. Yo soy matemática, me dedico a la investigación con metodología científica, siempre he luchado porque las mujeres tengamos acceso a temas de estudio científicos.
Este programa de visibilidad de mujeres latinoamericanas en las matemáticas, ha hecho que mujeres matemáticas podamos acercarnos a comunidades, a las aulas en donde se imparte la educación básica, para contar nuestra experiencia en la disciplina, para narrar historias de cómo logramos acceder a la ciencia, a niñas y jóvenes que se han mostrado interesadas, emocionadas e inspiradas. Estas niñas y jóvenes, en sus propias palabras, ven que es posible continuar con sus expectativas de vida porque otras mujeres lo logramos.
Analizando este proyecto y otros en los que he estado involucrada y que se refieren a la promoción de la ciencia y las matemáticas, me he dado cuenta que es muy necesario implementar estrategias desde la academia, el Estado, los gobiernos, que se dirijan a presentar el amplio panorama de mujeres que se destacan como docentes, investigadoras, inventoras, para que las generaciones en edades escolares las conozcan y las reconozcan como sus iguales y como un probable ejemplo. A todos y a todos nos beneficia tener más científicas.
Por supuesto que no tenemos, me parece, aún, una estructura que soporte el día de mañana los sueños de miles de niñas que se dedicaran a las ciencias, básicamente porque nuestro país carece de estructuras reales para producir ciencia, científicas, científicos. Pero es imperativo que lo hagamos, que construyamos los canales, las bases, los cimientos de un mañana pensando en que estas niñas y jóvenes que ahora asisten con ilusión al conocimiento de científicas y matemáticas, seguirán ese camino.
Yo doy gracias a quienes me invitaron a formar parte de este proyecto. Celebro que en el futuro seguirán existiendo este tipo de propuestas. Nadie lo va a hacer por nosotras, solo nosotras podemos construir el mundo que necesitamos para que quepa en este mundo muchas veces que nos ignora y nos subestima. A veces con contar que existimos y lo que hacemos estamos haciendo suficiente. Porque presentar un relato real, uno donde somos protagonistas, impulsará a otras a descubrir sus propios caminos.
Ánimo, nuestra palabra es una forma de llevar la antorcha del mañana.