Psicóloga Maira Gallegos
HUMOR, RISA Y PSICOLOGÍA.
“La vida es demasiado importante como para tomársela en serio”.
Oscar Wilde.
Todos los sujetos elaboran representaciones mentales del mundo, un esquema que constituye una cantidad de conocimiento de manera prototípica o a partir de juicios y estereotipos. Los esquemas son paquetes de información que se refieren a ámbitos o situaciones convencionales de la vida. Estos incluyen personas, objetos y acciones que se asocian a la propia experiencia. Pero algunas veces se produce algún desajuste entre lo que se percibe y lo que se espera, según el esquema propio, entonces se genera una incongruencia que nos lleva a modificarlo o activar otro, con la finalidad de resolver la incongruencia. La incongruencia humorística se presenta cuando el segundo esquema lleva a interpretar la situación de manera diferente a lo que se esperaba, y en ocasiones de forma contradictoria a lo esperado. Se genera algo humorístico, divertido y placentero cuando se activan simultáneamente dos esquemas incompatibles.
El humor es uno de los fenómenos sociales que ocurren cuando compartimos situaciones con otros, sobre todo si se comparten aspectos culturales. Constituye una forma de interacción social. Por otro lado, en ello se genera un fenómeno cognitivo que involucra la intervención de distintos procesos mentales en la creación, percepción, comprensión y apreciación. Se vale de recursos lingüísticos y surge cuando se genera una transgresión o inadecuación de la coherencia, diferente a lo esperado.
Se le atribuyen también numerosos beneficios psicológicos (sensaciones, estados de alegría, bienestar, satisfacción, reducción del estrés, prevención de la depresión) físicos (tolerancia al dolor, activación del sistema inmunológico, mejora del sistema cardiovascular) y sociales (mejora la motivación, comunicación, orden y armonía social).
La risa produce una de las sensaciones más placenteras de la experiencia humana. Para los estudios en la psicología, la risa es un indicador del humor, aunque se define como la reacción psicofisiológica que tiene como característica las vocalizaciones repetitivas (jajaja, jejeje, etc.), expresiones faciales reconocibles (como las comisuras de los ojos arrugadas y la boca en sonrisa cerrada o abierta), movimientos corporales característicos (abdomen, hombros, cabeza y cuando la risa es intensa en todo el cuerpo) y cambios neurofisiológicos concretos (cambios respiratorios y circulatorios, segregación de dopamina, neuroquímicos y sensación de placer). Ramón Mora Ripoll, de la Universidad de Barcelona, menciona que la risa es una constelación de emociones, donde indefiniblemente se producen por diversas situaciones como sorpresa, euforia, alegría, triunfo, etc.
La sonrisa es el primer lenguaje del ser humano, pues aparece alrededor de la sexta y octava semana de la gestación, y en la onceava semana aparece la risa. Si aparece tan temprano en el desarrollo embrionario debe tener un objetivo aparte de permitir crear vínculos afectivos con las personas.
Entre los beneficios fisiológicos de la risa están la ejercitación y relajación de los músculos faciales, mejora la respiración, reduce la hiperactividad bronquial en pacientes con asma, disminuye la concentración de la hormona del estrés, aumenta la producción de endorfinas, incrementa la oxigenación tisular, mejora el funcionamiento de los vasos sanguíneos, estimula el sistema inmunológico, eleva el umbral del dolor y la tolerancia, y mejora la función mental. Los beneficios psicológicos son reducir el estrés y síntomas de depresión y ansiedad, elevar el estado de ánimo, la autoestima y la confianza; aumenta la memoria, pensamiento creativo, capacidad de resolución de problemas, mejora las relaciones sociales y la calidad de vida; intensifica y contagia hilaridad.
Cada sujeto tiene una forma diferente de reír. Esto depende de las características del propio ser que son únicas e irrepetibles en cuanto a expresión facial, ritmo, volumen, intensidad y duración. Las podemos clasificar de la siguiente forma: espontánea o genuina, ensayada o incondicional, estimulada o inducida y, finalmente risa patológica.
La risa tiene efectos físicos y fisiológicos; el humor es solo un constructo, un estímulo. La risa y el humor, como estudio de las emociones, merece que se lleven a cabo mayor número de investigaciones, pues actualmente no existe mucha literatura sobre ello. Son pocos los investigadores y teóricos de la psicología positiva que han tratado estos fenómenos a detalle. Hace aproximadamente dos mil años, Quintiliano ya lamentaba que “nadie ha conseguido explicar la risa de una manera satisfactoria, aunque muchos lo han intentado”.
El humor, especialmente la risa, es una herramienta complementaria de terapia, pues ya se han demostrado sus numerosos beneficios. Y si reír es muy sano, entonces hay que reír.
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