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M.F. María del Carmen Salinas Flores

Las implicaciones de México en el lunes negro.

El pasado 5 de agosto la economía mundial amaneció con un desplome en las bolsas asiáticas, pues se reportó una caída en el índice nikkei del 12.5%, este indicador es utilizado por los mercados japoneses basada en los precios y no en la capitalización de las empresas, así se miden las principales compañías en este país.

Esta es la caída más baja desde la pandemia de COVID-19, y una de las más graves reportadas desde 1987, derivado de las guerras del Pacífico la bolsa de Wall Street cayó estrepitosamente un 15%, sin duda, estos dos momentos históricos estaban acompañados de contextos mundiales que hacían visibles la inestabilidad del mercado a nivel global.

No obstante, en esta ocasión vale la pena preguntarse, ¿por qué surgió esta caída en el mercado?, una de las principales causas apunta a la posible recesión que enfrentará Estados Unidos, uno de los indicadores es la disminución de la creación de empleos en el país vecino, se reporta una fuerte tasa de desempleo situada en el 4,3%, ello aunado a que se encuentran en año electoral lo que genera una gran incertidumbre para todas las personas inversoras.

Esto trae consigo un efecto dominó para todos los mercados, esto es visible en las bolsas de valores de Europa, que van del 2 al 4%, y por supuesto, recordemos que Estados Unidos es uno de nuestros principales socios comerciales, por lo que nuestro país debe estar alerta de las turbulencias financieras que puedan presentarse.

Si bien, México ha consolidado una estrategia económica fuerte y hasta hace unos meses se estaba viviendo en nuestro mercado con “el súper peso”, esto ha hecho que las condiciones de las bolsas en nuestro país cambien, pues desafortunadamente no estamos ajenos de lo que suceda a nivel global, acorde a datos del Banco de México el peso se cotizó en $19.39, su máximo histórico desde enero de 2023.

Por otro lado, se reportaron perdidas en la bolsa que van desde el 0.89 hasta el 1.2%, si bien parecen caídas no tan alarmantes, no debe pasar desapercibido, pues si la estrategia económica hasta el momento es adecuada, se hace indispensable comenzar a establecer las nuevas líneas que correspondan a un escenario de recesión que podría afectarnos.

Uno de los momentos claves para la toma de decisiones financieras se proyecta para el mes de septiembre, momento en el que el Banco de México debe decidir si sube o baja la tasa interés, el aumento en las tasas encarece el costo del crédito y la cantidad demandada del mismo disminuye.

Se preveía una baja de las tasas de interés para septiembre, no obstante, frente al nuevo contexto internacional esto es poco probable, lo ideal sería mantenerlas como se ha hecho los últimos meses, sin embargo, existe una pequeña posibilidad de subirla, por lo que habrá que estar atentos para poder hacer frente a las fluctuaciones del mercado internacional.

Secretaria de Educación del Estado de Zacatecas