Psicóloga Maira Gallegos
Manipulación y chantaje emocional
La manipulación mediática hace más daño que la bomba atómica, porque destruye los cerebros.
Noam Chomsky.
La conducta del manipulador esta basada en una defensa ante una amenaza; la amenaza de ver la superioridad de alguien más ante su propia imagen. Entonces recurrirá a lo que sea, especialmente a la manipulación para hacer frente a la batalla que le presenta la vida.
Aunque muchas veces no se note, el manipulador es un gran inseguro, una persona que no confía en sí mismo. Pero la mayoría de las veces no lo veremos así. Son expertos en el arte del camuflaje. Al momento de detectar a sus víctimas tienen una alta destreza para seducir y detectar su punto más vulnerable. Cuando el manipulador conjuga estas habilidades le resulta efectivo que la persona no se da cuenta que esta siendo subyugada, ya que utiliza la distorsión de la comunicación, la descalificación, el miedo, la culpa, y la humillación para desestabilizar y lograr sus fines. La víctima está entonces imposibilitada para darse cuenta de que su voluntad fue manipulada.
En las relaciones con personas manipuladoras, algunas conductas son claras por sus amenazas, pero otras envían solo señales y se comportan con amabilidad durante la mayor parte del tiempo.
La manipulación y el chantaje emocional van de la mano. Aunque el chantaje suele ser más sutil y se produce en contextos de relaciones con elementos buenos y positivos. Por lo general se sabe cómo es la persona en su mejor momento y el recuerdo de las experiencias positivas nubla la percepción de que algo no está bien.
El chantaje emocional es la forma de manipulación en la que, directa o indirectamente, los seres próximos amenazan con castigarnos si no hacemos lo que quieren. Saben hasta qué punto se valora la relación que se sostiene con ellos; conocen las debilidades y en ocasiones hasta los secretos; a partir de este conocimiento formulan cómo salirse con la suya para lograr el acatamiento de sus víctimas.
Manipulación significa utilizar la mano para actuar sobre un objeto. En el campo de la psicología y las emociones se impone la cosificación del sujeto para operar sobre él. Es entonces la acción de operar con medios hábiles para distorsionar la realidad de los otros al servicio de intereses propios.
Algunos ejemplos de manipulación social de manera masiva son la publicidad, la propaganda política y los programas seudoperiodísticos.
El que manipula puede llegar a doblegar la voluntad del otro afectando su propia valía y autoestima. Para el chantajista emocional y el manipulador las conductas no son conscientes. Son personas que para ellos es la garantía de sentirse seguros y dominantes, pero no se levantan en la mañana preguntándose como le van a hacer. Funciona a partir de su alto grado de ansiedad e inseguridad. Es una defensa para no sentirse asustados ni heridos.
En la manipulación y el chantaje hacen falta dos. Sólo se producen cuando se permite que los demás sepan que han descubierto nuestros puntos débiles. Es importante hacer un análisis de éstos y de cómo se puede reaccionar cuando los tocan, ya que todos los seres humanos pasan por resentimientos, pesares, inseguridades, miedos, cóleras, etc. En cualquier momento y situación puede un sujeto estar expuesto a una situación donde se vea identificado o vulnerable en este sentido. Es por esto la importancia de conocerse y saber cómo reaccionar para no evidenciar, pero de una forma asertiva, precisamente para no exponer a que alguien más quiera violentar o manipular a través de las carencias emocionales.
Existen características generales que nos pueden ayudar a detectar personas que son manipuladoras o chantajistas, de manera general, pero otras son propias de ciertos tipos de manipuladores, aunque aquí no se mencionarán.
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