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José de Jesús Reyes Ruiz

CONVERSACIONES EN LA CATEDRAL DE ZACATECAS
DEL DR DANIEL GONZALEZ Y GONZALEZ Y EL SANTO IGNACIO – IÑIGO – DE LOYOLA
RELATO SURREALISTA
Para documentar mi pesimismo… y el de los demás

Espero que los lectores de esta columna del semanario el nopal me disculpe por desvariar contando estos recuerdos algunos seguramente ciertos y otros inventados por mi mala memoria y mi basta imaginación, que contienen las platicas y conversaciones de uno de mis mentores y maestros EL DR. DANIEL GONZÁLEZ Y GONZÁLEZ en el interior de la CATEDRAL DE ZACATECAS, con la imagen – o tal vez la representación escultórica - DE IGNACIO DE LOYOLA
Comenzaré por comentar que mi mentor, el personaje que me comentó de su avidez por venir a la ciudad de Zacatecas, que no era necesariamente – aunque si en parte – para admirar la belleza de esta ciudad colonial, sino principalmente para acudir a la catedral donde usaba de tiempo atrás conversar con la imagen del fundador de la COMPAÑÍA DE JESÚS.
Esto es ciertamente surrealista pero no por ello menos cierto, la realidad es que mi maestro y mentor si venia y platicaba y me aseguraba que el escuchaba en sus adentros la contestación del SANTO por lo que después de ello y ya radicando en la ciudad donde nací acudí en varias ocasiones a la CATEDRAL, sin poder localizar la imagen a la que hago referencia, incluso le pregunte a un sacerdote que en algún tiempo fue auxiliar en ese templo quien tampoco me dio razón de algo de lo que no estaba seguro, y el misterio se ha quedado ahí hasta estos momentos en que escribo este relato asegurando que encontrare algún día la imagen e intentare reiniciar la conversación que mi tutor dejara trunca ya que falleció en 1999 a los 70 años de edad.
Mi relación con este personaje se inició en el momento en que al terminar la carrera de Medico Cirujano por parte de la UNAM y después de realizar mi internado de pregrado en HERMOSILLO SONORA y mi servicio social en EL SALTO en la SIERRA DE DURANGO me preparé para presentar el examen de la especialidad ya con la idea de seguir los caminos de la neurocirugía, participe en el examen de selección para los que ingresarían a la carrera hospitalaria por parte del IMSS ya que en aquellos tiempos - mediados de los setentas – solo esta institución realizaba el examen para la residencia y quienes no lograban ingresar al IMSS lo intentaban en otras instituciones como la SSA o el ISSSTE, éramos 2400 los que realizamos el examen y los 80 mejores lugares ingresaban al CENTRO MEDICO NACIONAL – el que se derrumbó con el sismo del 85 no el actual llamado SIGLO XXI – del lugar 80 al 160 ingresaban al CENTRO MEDICO LA RAZA y el resto a completar los primeros 200 lugares del examen se iban a Monterrey Guadalajara e incluso a Mérida si mal no recuerdo.
Por fortuna me tocó ingresar al CENTRO MEDICO NACIONAL a iniciar mi internado rotatorio de post grado, sabia desde entonces que solo 20 de los 80 podría ingresar al primer año de la residencia en CIRUGIA GENERAL que era el paso a dar para poder solicitar una única plaza que existía en NEUROCIRUGIA, la realidad es que había 4 lugares pero 3 se concedían a extranjeros provenientes de centro y Sudamérica a realizar la especialidad, y yo como todos los compañeros sabían que yo apuntaba a ese único lugar, pero también sabíamos – yo incluido – que había otro medico interesado en el puesto que durante dos años fue mi contrincante y después se volvería en mi mejor amigo el DR. MARIO DEL VALLE GONZÁLEZ ya fallecido en los tristes tiempos de la pandemia, el punto que incluya esto en el relato es que quienes decidirían quien tenía los méritos de ocupar la única plaza eran el JEFE DE NEUROCIRUGÍA del Hospital General del Centro Médico Nacional DR HUMBERTO MATEOS y el JEFE DE NEUROCIRUGÍA del Hospital de Pediatría el DR. DANIEL GONZÁLEZ Y GONZÁLEZ personaje central del presente relato, y en algún momento me tendría que entrevistar con ambos para la contienda que se venia solo que para mí des fortuna – supuesta – quien fuera después mi mejor amigo entonces mi contrincante era sobrino del DR. DANIEL GONZALEZ y eso me ponía en desventaja – suponía yo –
Logre entrar al primer año como R1 en cirugía general intentando lograr todos los méritos posibles para competir había otros solicitantes fuera del IMSS para el puesto que evidentemente estaban en desventaja frente a nosotros dos, no me olvido de mis entrevistas con ambos médicos la crema innata de la neurocirugía nacional EL DR. MATEOS fue atento pero distante, pero mi encuentro con el DR. GONZÁLEZ fue tengo que admitirlo extraordinariamente difícil para mi por su seriedad y su aparente arrogancia, y para mi sorpresa después me entere que fue quien en la discusión sobre quien accedía a ese el único lugar fue el quien peleó por resaltar los méritos no solo de su sobrino sino también de los míos y exigir que por ese año solamente se quitara una plaza a los extranjeros y se abrieran las dos para ambos y así fue como obtuve mi lugar.
Debo reconocer que la rotación en su departamento en el HOSPITAL DE PEDIATRÍA era en extremo difícil dada su dureza y su exigencia extrema eran 6 meses como juniors en R2 y otros seis como siniors en R4 y había que estar en el pabellón a las 6 de la mañana para rasurar personalmente a los pacientes - niños - que serían intervenidos personalmente y con navajas de las de los peluqueros antiguos no con nada actualizado y ahí de nosotros si derramábamos una gota de sangre, al presentar el informe de guardia no podíamos menos que temblar en su presencia por lo estricto de su comportamiento y en las cirugías teníamos que estar en completo silencio y no hacer pregunta alguna, este personaje era obsesivo compulsivo en extremo y como no serlo si se entreno primero en Boston y después en Nueva York siendo compañero de LEONARD MALIS, con quien yo estaría años después en el MOUNT SINAI HOSPITAL de NUEVA YORK y al que reconocería - aun lo pienso - como el MEJOR NEUROCIRUJANO DEL MUNDO y de todos los tiempos quien en circuito cerrado nos vigilaba siempre que estábamos en un acto quirúrgico y nos expulsaba de la sala – a distancia – si nuestro campo se manchaba con una gota de sangre-
El Dr. González Y González después fue al INSTITUTO NEUROLÓGICO DE MONTREAL para aprender con WILDER PENFIELD la cirugía de epilepsia antes de regresar a México, en el lugar y con el maestro con quien se había entrenado mi suegro el DR RAMON DEL CUETO años antes que mi mentor y por el conservo documentos importantes del DR PENFIELD quien con HARVEY CUSHING fueron los verdaderos fundadores de mi especialidad.
Pero fuera de los momentos oficiales en el Hospital de Pediatría nunca tuve un acercamiento personalizado con mi mentor, aunque sabía que siempre me vigilaba y en algún momento supe que había expresado el estar orgulloso de mi después del examen de la especialidad donde obtuve el primer lugar entre todos los residentes de neurocirugía que provenían no solo del IMSS sino del INSTITUTO DE NEUROLOGÍA Y NEUROCIRUGÍA, del HOSPITAL GENERAL DE LA SSA y del ISSSTE.
Mi primer acercamiento ya después de terminar la especialidad y a mi regreso del extranjero fue ir a invitarlo a mi boda a la que accedió a acudir junto con Humberto Mateos y seguramente por que mi suegro a quien el conocía perfectamente le invitó vía telefónica, en mi boda no solo estuvieron el y el DR. MATEOS sino muchos neurocirujanos mas incluyendo al DR CLEMENTE ROBLES pionero en este tipo de neurocirugía en el país a quien mi propio padre conocía y admiraba.
A partir de entonces la comunicación vía telefónica era frecuente, el en la ciudad de México y yo ya radicado en zacatecas hasta el momento en que pidió mi ayuda por que el había sido apuntalado a la PRESIDENCIA DE LA ACADEMIA MEXICANA DE CIRUGÍA y quería realizar su congreso – era la costumbre – en la ciudad de Zacatecas por lo que era importante mi ayuda y para la organización viajo en varias ocasiones a esta ciudad.
Fue ahí donde me comentó con una seriedad que resultaba asombrosa que siempre que venia a Zacatecas acudía a la Catedral a platicar con IGNACIO DE LOYOLA, pero como era obvio jamás le pregunte de que platicaba con el santo y si el santo le respondía o no, eso es hasta el momento un secreto que aun intento descifrar
En alguna ocasión le acompañé a la catedral, pero me pidió le esperara afuera ya que buscaba el momento en el que el templo estuviera vacío para realizar sus pláticas con el santo, le espere durante una hora y salió completamente diferente con una sonrisa y una mirada diferente y relajada muy diferente a con la que entró.
Es importante mencionar que fue este medico quien formo el CONSEJO MEXICANO DE CIRUGÍA NEUROLOGÍA fue – claro - su presidente y después SECRETARIO VITALICIO donde desidia que se hacia y que se dejaba de hacer en nuestra especialidad.
Eran los tiempos de finales de los ochentas cuando gobernaba Genaro Borrego con quien juntos nos entrevistamos y después lo hicimos con Federico Sescosse quien nos recibió en su casa y platico amablemente con nosotros y prometió su ayuda en la realización del congreso de una de las dos organizaciones mas importantes de la medicina el de la ACADEMIA MEXICANA DE CIRUGÍA
Pusimos la fecha de JULIO de 1988 y la sede en el HOTEL QUINTA REAL y el congreso se llevó a cabo en forma exitosa bajo unas fuertes lluvias que no se veían como parte del verano, pero estas lluvias no redujeron el animo del congreso y pude convivir con mis dos mentores el Dr. Humberto Mateos y el personaje de esta historia el Dr. Daniel González y González

Esta historia continuara en la próxima colaboración