La Casa de los Perros:
La crisis de los desaparecidos en Zacatecas
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Con tristeza se conmemoró el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición. En Zacatecas todo fue dolor y desconsuelo porque a unos días de sumar cuatro años de que la nueva gobernanza arribara, se contabilizan ya mil 744 personas desaparecidas o no localizadas.
Esto amargamente suma el 44 por ciento de todos los casos que se han acumulado en el estado. Sin lugar a duda, cifras que dan escalofrío.
Fue el colectivo Sangre de mi Sangre el que se encargó de manifestar su preocupación por el hecho de que la crisis de desaparición de personas en Zacatecas es, en verdad, alarmante.
Y lo peor, en lugar de mejorar, todo se agrava y, a este paso, se superará el total histórico.
Por ejemplo, en todo el quinquenio del exgobernador priista Alejandro Tello Cristerna, el registro acumulado es de mil 227 casos; en el sexenio del priista Miguel Alonso Reyes, la estadística dice que hubo 548 personas desaparecidas o no localizadas.
Con la perredista y hoy senadora por Movimiento Ciudadano, Amalia García Medina, del 2004 al 2010, en su gobierno se registraron 148 casos.
Por eso, colectivos como Sangre de mi Sangre prenden las alertas pues se seguir esta tendencia, antes de que se termine el año podría superarse lo registrado en los tres gobiernos pasados juntos.
La lucha por los derechos
Hace ya más de dos décadas que, desde Oaxaca, se entendió que para poder pasar al segundo escalón de la democratización en México se requería que los gobiernos fueran más transparentes y que los ciudadanos adquirieran un derecho al saber.
Y aunque parezca extraño, fue el panista Vicente Fox Quezada quien impulsó el nacimiento del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), que después se transformó en el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
Fue una lucha de académicos, periodistas y sociedad civil que dio frutos de los que ahora disfrutamos, como poder preguntar libremente qué hacen los sujetos obligados con el recurso que reciben del erario, aunque les duela.
Gracias a esta conquista, los mexicanos nos enteramos de los gastos millonarios que Vicente Fox y su esposa hacían en toallas. O cómo olvidar la Casa Blanca de Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera.
En este sexenio, aunque sin castigo también, nos enteramos del desfalco mega ultra millonario en Segalmex. Para todos hubo.
Pero tristemente, hoy estamos a nada de que el esfuerzo de muchos porque el derecho al saber se esfume. Los caprichos presidenciales concluirán no sólo con la desaparición del incómodo INAI, sino que ahora regresaremos a lo de antes, cuando los funcionarios se sentían dueños de la información. Al tiempo.
Y así como los integrantes del Poder Judicial dan la batalla para que eso que desde niños nos enseñaron: que en México había tres poderes autónomos, se respete y no quede en letra muerta, los comisionados del INAI hacen lo suyo.
Así vemos muy activa a la zacatecana Julieta del Río Venegas, tocando puertas y apelando al diálogo para que la transparencia y la protección de los datos personales sigan vigentes.
Por lo pronto, ella se prepara para recorrer todo el país para presentar un libro en el que ha plasmado la historia de la lucha para defender, hasta el último minuto, no el hueso, sino el acceso a la información todos los mexicanos.
Además, Julieta del Río apela al hecho de que, si las mujeres dicen que defienden a las mujeres, sea la próxima presidenta Claudia Sheinbaum, así como las senadoras y diputadas quienes no dejen en la indefensión a 400 mujeres que son el sustento de su familia y que trabajan en el INAI.
Eso sin contar con todas las que se quedarán sin empleos en los organismos autónomos en todos los estados.
Los gastos
Uno de los argumentos para que el INAI desparezca es el gasto que, dicen en las mañaneras, ejercen tanto el Poder Judicial como los órganos autónomos es grosero.
Pero, por ejemplo, son tres las secretarías favoritas de Andrés Manuel López, las que ejercieron sus máximos históricos en julio pasado: Bienestar, Energía y Turismo.
¿A quién se castigó? Obvio, a los entes autónomos como el Poder Judicial y el INAI.
Ahí van los detalles. La entidad que incrementó más su gasto frente al 2023 fue Bienestar, en 76.5 mil millones de pesos (mmdp), por el aumento de las Pensiones de Adultos Mayores.
Detrás estuvieron Energía, con un aumento de 64.1 mmdp por transferencias a Pemex; y Turismo, con 44.1 mmdp por la construcción del Tren Maya.
En contraparte, el Poder Judicial tuvo un gasto de 34.9 mmdp, el peor desde 2014, y el INAI, que tuvo un gasto de 476 mdp, también el más execrable desde 2014.
Pero mientras, sigamos pues disfrutando lo votando disfrutando como en Dinamarca.
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