M.F. María del Carmen Salinas Flores
Presidenta, si con “a”
El primero de octubre, México ha sido testigo de un momento que quedará marcado en la historia, no solo por la llegada de Claudia Sheinbaum como la primera presidenta del país, sino también por lo que representa para las luchas políticas y sociales de las mujeres mexicanas. Desde el Palacio Legislativo de San Lázaro, fuimos testigos de la toma de protesta de una mujer que, con su experiencia y compromiso, se convierte en la sucesora de Andrés Manuel López Obrador, un líder de izquierda que ha marcado una nueva era para México bajo la bandera del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Sheinbaum, científica, política y activista, asume la responsabilidad de dirigir una nación que anhela cambios profundos en justicia social, igualdad y derechos humanos. Su llegada a la presidencia representa no solo la continuidad del proyecto transformador iniciado por López Obrador, sino una nueva etapa con una perspectiva de género que promete abrir puertas para las mujeres en todos los ámbitos.
Este día también está lleno de simbolismo por un acto que, sin duda, quedará grabado en la memoria de quienes luchan por la igualdad: la entrega de la banda presidencial de una mujer a otra mujer. La encargada de hacerlo fue Ifigenia Martínez, destacada activista, economista y política mexicana, reconocida por su incansable lucha en defensa de los derechos de las mujeres y la democracia. Ver a Martínez entregar la banda presidencial a Sheinbaum es un hito para los derechos políticos de las mujeres en México, un reflejo de décadas de trabajo, lucha y esfuerzo por abrir espacios en los que las mujeres puedan ser protagonistas de la vida pública.
Este momento no solo representa la culminación de una lucha histórica por la igualdad, sino que también abre un horizonte de nuevas posibilidades para las generaciones que vienen. La toma de protesta de Claudia Sheinbaum marca un antes y un después para la participación de las mujeres en la política, y nos recuerda que la equidad de género ya no es un anhelo lejano, sino una realidad que sigue tomando fuerza en la vida pública de México. Este evento fortalece la esperanza de ver a más mujeres en puestos de poder, defendiendo los derechos de todas y todos.
Es necesario también agradecer a Andrés Manuel López Obrador por el legado que deja al país tras su presidencia. Su lucha incansable por la justicia social, los derechos humanos y la inclusión sentó las bases para una transformación profunda que ahora será continuada por Claudia Sheinbaum. Su visión de un México más justo y equitativo ha permitido que celebremos este histórico cambio de mando, donde una mujer toma las riendas del país por primera vez.
El primero de octubre fue un día de fiesta para la democracia y para las mujeres de México, no mentiré estar en ese momento me enchinó la piel y me conmovió hasta las lagrimas, por que en así es hoy tenemos una presidenta así con “a”, así rompemos brecha y se abre camino para las niñas mexicanas que pueden soñar con ser también presidentas¡Felicidades, presidenta Claudia Sheinbaum! Este es un logro que demuestra que "no llegas sola, llegamos todas".
Secretaría de Educación del Estado de Zacatecas