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Sobre el presupuesto a las Universidades Públicas.

Por: Jenny González Arenas

Con la llegada de un nuevo gobierno, la expectativa sobre el paquete económico para el 2025 era grande. Los temas centrales para el gobierno de México eran educación, salud y seguridad pública. Finalmente, al recibir la Cámara de Diputados la propuesta de presupuesto de egresos, la expectativa terminó y comenzó la dura realidad que enfrentarán los mexicanos en el próximo año.

Los recortes económicos eran de esperarse, pero sorprende que la estrategia que implemente una persona que conoce las entrañas de la educación superior en nuestro país sea quien proponga un recorte presupuestal en ese rubro.

Se habla de un error, que solo se corrige públicamente para la UNAM y el IPN, pero que ese error beneficia con un incremento en el presupuesto de las Universidades del Bienestar prácticamente en un 100 %, sobre ese tema, poco o nada se ha dicho.

Se sabe de lo complicado de la situación económica por la que atraviesa el país y también de las problemáticas que aquejan a la ciudadanía, como la inseguridad o la falta de insumos en materia de salud, que son temas prioritarios pero que también se verán afectados en el próximo presupuesto.

Ante tantas necesidades, el ejercicio del gasto responsable y transparente se hace necesario. La reorganización administrativa y académica de la Universidad, que permita atender la función sustantiva de impartir educación superior de calidad a la juventud zacatecana, y que al mismo tiempo garantice la seguridad social y compromisos contractuales de quienes laboran para la Universidad.

Cualquier solicitud que implique mayores recursos, tiene que ir acompañada de un compromiso real de implementar cambios sustantivos que impliquen el uso eficiente, transparente y democrático de los recursos que recibe, en este caso, universidad.

Pero también es necesario poner en evidencia algunos datos pueden aportar a la discusión y al análisis de la problemática que ahora se plantea.

En nuestro país, el Gobierno del Estado gasta 403 pesos diarios en una persona internada en un centro penitenciario, pero solo 39 pesos en un estudiante universitario. La Federación gasta 574 pesos diarios en mantener a una persona internada en un centro penitenciario, mientas que invierte solo 123 pesos en un estudiante universitario zacatecano. Si se invirtiera mayor presupuesto a la educación superior se estaría invirtiendo en una estrategia de prevención del delito a largo plazo que abarataría los costos del sistema penitenciario a nivel nacional.

Otro de los grandes problemas de la Universidad es la matricula no reconocida, que la integran programas de extensión como el de Niños y adolescentes UAZ, que además de fomentar el conocimiento a edad temprana del idioma inglés, contribuye a que cuando los niños y adolescentes que se formaron en ese programa ingresen al nivel licenciatura, puedan aprovechar de mejor manera su educación superior al ya contar con conocimientos de otro idioma. Y como ese, muchos otros programas que no están reconocidos presupuestalmente.

Hace falta en nuestra universidad, no sólo capacidad de gestión, también el compromiso de reconocer que hay cosas que se están haciendo mal al interior y corregirlas y de fomentar la unidad a tal grado que se logre la participación colectiva para incidir favorablemente en esas gestiones con un proyecto institucional que aporte solidez al crecimiento y desarrollo de nuestra entidad.

Se deben dejar de lado los intereses personales que tanto daño han hecho a nuestra institución en las ocho administraciones rectorales.

Secretaria General del SPAUAZ