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Maricarmen Salinas

16 días de activismo: una mirada reflexiva hacia la igualdad y la eliminación de la violencia contra las mujeres

El 25 de noviembre marca el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, una fecha instaurada por la ONU para visibilizar una problemática que sigue marcando vidas y truncando sueños. A partir de este día, los 16 días de activismo nos invitan a reflexionar, analizar y actuar frente a una realidad que, lamentablemente, no distingue fronteras, clases sociales ni edades. Es un llamado a observar los avances logrados en la construcción de sociedades más igualitarias, pero también a enfrentar los retos que persisten para garantizar la seguridad, el respeto y la justicia para todas las mujeres.
Hablar de violencia no es sencillo, especialmente porque muchas de nosotras hemos tenido experiencias que nos recuerdan su impacto devastador. Para algunas, puede haber sido un comentario hiriente que minó nuestra autoestima; para otras, una decisión laboral injusta o, en los casos más dolorosos, la experiencia de violencia física o sexual. Estas historias, aunque individuales, forman parte de una narrativa colectiva que exige ser escuchada. No es fácil aceptar que vivimos en una sociedad donde la violencia, en sus múltiples formas, sigue siendo normalizada, pero es necesario reconocerlo para cambiarlo.
Este periodo de activismo es más que un recordatorio; es una oportunidad para evaluar las políticas públicas, los programas educativos y los compromisos gubernamentales en torno a la igualdad. ¿Hemos avanzado en garantizar el acceso de las mujeres a espacios libres de violencia? ¿Qué estamos haciendo para prevenirla desde la infancia? ¿Cómo apoyamos a las víctimas para que puedan sanar y rehacer sus vidas? Estas son las preguntas que deben guiar nuestra reflexión y nuestras acciones.
La lucha por la igualdad y la eliminación de la violencia contra las mujeres no se reduce a estos 16 días, pero son un punto de partida para renovar nuestro compromiso colectivo. Desde las instituciones gubernamentales, la sociedad civil y cada hogar, es momento de abrazar una causa que no solo busca transformar la vida de las mujeres, sino la esencia misma de una sociedad que aspira a ser más justa y equitativa.

No podemos ignorar que cada acto de violencia contra una mujer afecta no solo a la víctima directa, sino también a su entorno y a las generaciones futuras. Es un ciclo que perpetúa el miedo, la desigualdad y la injusticia, y que, como sociedad, estamos obligados a romper. Pero para lograrlo, necesitamos valentía: valentía para alzar la voz, para cuestionar las normas que perpetúan el machismo, para educar con igualdad y respeto, y para exigir que las leyes sean aplicadas con rigor. Cada acción, por pequeña que parezca, suma en la construcción de un mundo donde las mujeres puedan vivir sin miedo, con libertad y con dignidad. Este es el desafío que nos presentan estos 16 días de activismo y al que debemos responder con firmeza y esperanza.
Estos 16 días son un recordatorio de que cada paso hacia la igualdad cuenta, que cada voz que se alza tiene el poder de transformar realidades y que cada acto de solidaridad nos acerca a un futuro más justo. Que este llamado nos inspire a ser parte del cambio, a trabajar por un mundo donde ninguna mujer tenga que enfrentar el miedo, la violencia o la desigualdad. Porque soñar con un mañana mejor no basta; tenemos que construirlo juntas, con valentía, con empatía y con el firme compromiso de no dejar a ninguna atrás.

Secretaria de Educación en el Estado de Zacatecas