Es urgente frenar los riesgos de los productos milagro
Por Ulises Mejía Haro
En México, la proliferación de los llamados “productos milagro” ha crecido de manera alarmante, poniendo en riesgo la salud y la confianza de millones de personas. Estos productos, que suelen ofrecer soluciones rápidas a problemas de salud o estéticos, como bajar de peso, rejuvenecer, mejorar el rendimiento físico o curar enfermedades graves, carecen de respaldo científico y suelen basar su promoción en publicidad engañosa, aprovechándose de la vulnerabilidad de quienes buscan mejorar su bienestar.
El problema va más allá de falsas promesas. Datos de la ENSANUT 2023 revelan que el 30% de la población adulta en el país consumió al menos uno de estos productos en el último año. Entre los riesgos asociados se encuentran desde el daño económico para las familias hasta consecuencias graves para la salud, como intoxicaciones, reacciones alérgicas severas o el abandono de tratamientos médicos eficaces. Además, el impacto psicológico es profundo, ya que quienes no logran los resultados esperados enfrentan frustración y pérdida de esperanza.
Muchos de estos productos se comercializan como suplementos alimenticios, lo que genera confusión entre los consumidores. Sin embargo, los auténticos suplementos están regulados y diseñados para complementar la dieta con nutrientes específicos. En contraste, los productos milagro suelen utilizar declaraciones engañosas sobre beneficios para la salud, sin cumplir con los estándares mínimos de calidad y seguridad.
Para enfrentar esta problemática, presenté en la Cámara de Diputados una iniciativa para reformar la Ley General de Salud, con el objetivo de:
1. Establecer una definición clara de los suplementos alimenticios, detallando que estos deben estar compuestos por ingredientes con efectos nutricionales o fisiológicos comprobados y contar con autorización de la Secretaría de Salud.
2. Prohibir declaraciones falsas o no verificadas en su etiquetado y publicidad, asegurando que toda afirmación esté respaldada por evidencia científica y sea aprobada por las autoridades competentes.
Esta iniciativa busca no solo proteger la salud de las personas, sino también frenar el abuso de quienes lucran con la desinformación y la desesperación de los pacientes. Urge fortalecer los mecanismos de regulación y vigilancia para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas y seguras.
La salud no debe ser un negocio sino un derecho. Con esta reforma, damos un paso firme hacia una protección efectiva de la población, combatiendo prácticas desleales y garantizando un mercado más seguro y justo.
Diputado Federal por el Tercer Distrito Electoral de Zacatecas.