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Dr. Pablo Quezada*

Los segundos pisos

Los segundos pisos para tránsito vehicular, como viaductos elevados, tienen ventajas inmediatas en la mejora del tráfico, pero también presentan importantes desventajas a largo plazo. Aquí tienes varias razones que argumentan en contra de su implementación:

1. Inducen demanda adicional (Efecto Inducido)
Incrementan el tráfico a largo plazo porque facilitan el uso del automóvil, lo que lleva a más personas a optar por este medio en lugar del transporte público u otras alternativas. Esto eventualmente genera congestión incluso en los nuevos tramos.

2. Impacto ambiental y urbano
Contaminación visual: Cambian drásticamente la estética y la percepción de las ciudades, creando paisajes grises y monótonos.
Ruido: Al estar más cerca de las áreas habitadas, el ruido del tráfico afecta la calidad de vida de quienes viven cerca.
Efecto isla de calor: Las estructuras de concreto y asfalto contribuyen al aumento de la temperatura local.

3. Costos elevados
Los segundos pisos requieren una inversión inicial altísima y un mantenimiento constante. Los recursos destinados podrían usarse para mejorar el transporte público u otras infraestructuras más sostenibles.

4. Limitan el desarrollo urbano sostenible
Fomentan ciudades centradas en los automóviles, alejándose de modelos urbanos orientados al transporte público, bicicletas y peatones, lo cual es menos inclusivo y menos eficiente a largo plazo.

5. Desplazan problemas en lugar de resolverlos
Pueden aliviar temporalmente la congestión en ciertos puntos, pero no resuelven las causas subyacentes del tráfico, como la falta de opciones de transporte público o la mala planificación urbana.
Frecuentemente, los problemas de tráfico se desplazan a los accesos y salidas de los segundos pisos.

6. Impacto social
Generalmente benefician a quienes tienen acceso a automóviles, exacerbando las desigualdades sociales. Las personas que dependen del transporte público no suelen obtener beneficios directos de estas infraestructuras.

7. Dificultades para otras alternativas de transporte
Reducen el espacio disponible para infraestructura peatonal, ciclista y de transporte público en el nivel inferior, dificultando el desarrollo de una movilidad más inclusiva.
Alternativas sostenibles
En lugar de construir segundos pisos, muchas ciudades están invirtiendo en transporte público de alta calidad, carriles exclusivos para bicicletas, y sistemas de movilidad compartida, que ofrecen soluciones más equitativas y sostenibles a largo plazo.

Ejemplos de ciudades que han optado por alternativas al desarrollo de segundos pisos para abordar problemas de tráfico, con un enfoque en sostenibilidad y planificación urbana:

1. Copenhague, Dinamarca: La ciudad de las bicicletas
Estrategia:
Copenhague priorizó la bicicleta como medio de transporte principal. Cuenta con más de 400 kilómetros de ciclovías y puentes exclusivos para bicicletas.
Inversiones significativas en infraestructura ciclista, como estacionamientos, semáforos adaptados y carriles amplios.
Resultados:
Más del 60% de la población se traslada diariamente en bicicleta al trabajo o a la escuela.
Reducción significativa del tráfico vehicular y las emisiones de Co2.

2. Bogotá, Colombia: TransMilenio y ciclovías
Estrategia:
Implementó el TransMilenio, un sistema de transporte público masivo basado en autobuses rápidos (BRT).
Creó una red de ciclovías extensa y organizó iniciativas como la “Ciclovía dominical”, donde se cierran calles principales para ciclistas y peatones.
Resultados:
Transporte público eficiente a bajo costo, con capacidad para mover a millones de personas diariamente.
Aumento en el uso de bicicletas y una reducción en el uso del automóvil.

3. Seúl, Corea del Sur: Desmantelamiento de autopistas urbanas
Estrategia:
La ciudad eliminó una autopista elevada en el centro para restaurar el río Cheonggyecheon, creando un parque urbano en su lugar.
Mejoró el transporte público para compensar la pérdida de la infraestructura vehicular.
Resultados:
Reducción del tráfico en el área central.
Mejora en la calidad del aire y revitalización económica de los alrededores.
La ciudad ganó un espacio público icónico, mejorando la calidad de vida de sus habitantes.

4. Ámsterdam, Países Bajos: Transporte público integrado y ciclismo
Estrategia:
Ámsterdam ha invertido en un sistema de transporte público integrado que combina trenes, tranvías, autobuses y ferris.
La infraestructura ciclista es un componente esencial del diseño urbano, con prioridad sobre los automóviles en muchas áreas.
Resultados:
Más del 40% de los desplazamientos se hacen en bicicleta.
Una red urbana menos congestionada y con menores niveles de contaminación.

5. París, Francia: Reducción de carriles para autos y calles peatonales
Estrategia:
París ha reducido el espacio disponible para automóviles, transformando avenidas en espacios peatonales y ciclovías, como lo hizo en los alrededores del Sena.
Introdujo un sistema de bicicletas compartidas (Vélib') y mejoró el transporte público para desalentar el uso de autos privados.
Resultados:
Reducción del tráfico en el centro y del uso de automóviles particulares.
Aumento en el uso del transporte público y bicicletas.
Mejora significativa en la calidad del aire.
Conclusión
Estas ciudades muestran que, en lugar de construir segundos pisos, invertir en transporte público, infraestructura ciclista, y espacios peatonales puede ofrecer soluciones más sostenibles y equitativas. ¿Te interesa profundizar en alguna de estas estrategias o en una ciudad en particular?

Dr. en Educación