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Dr. Pablo Quezada*

La libertad de expresión en México

La libertad de expresión en México es un derecho fundamental consagrado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, particularmente en el artículo 6 y el artículo 7.
Este derecho incluye la facultad de todas las personas para buscar, recibir y difundir información e ideas sin restricciones, ya sea de manera verbal, escrita, por medios electrónicos o cualquier otra forma de comunicación. Sin embargo, en la práctica, enfrenta múltiples retos y tensiones debido a factores políticos, sociales y culturales.
Marco legal
El artículo 6 establece que la manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, salvo en casos específicos como la protección de la moral, los derechos de terceros, la seguridad nacional o el orden público. Por su parte, el artículo 7 garantiza la libertad de prensa, prohibiendo la censura previa, aunque existen excepciones relacionadas con la regulación de ciertos contenidos.
Además, México es signatario de diversos tratados internacionales que protegen la libertad de expresión, como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José).
Libertad de expresión y sus retos en México
A pesar del marco normativo, México enfrenta serios problemas en cuanto a la aplicación efectiva de este derecho. Algunos de los desafíos más destacados incluyen:
1. La violencia contra periodistas
México es uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo. Según organizaciones como Reporteros Sin Fronteras y Artículo 19, los periodistas enfrentan amenazas, agresiones, desapariciones e incluso asesinatos, a menudo debido a la exposición de casos de corrupción, crimen organizado y violaciones a los derechos humanos. La impunidad en estos casos es alarmantemente alta, lo que agrava la vulnerabilidad de quienes buscan informar.
2. Censura y autocensura
Aunque la censura previa está prohibida, en la práctica se manifiesta de otras formas, como presiones gubernamentales, uso indebido de recursos legales (como demandas por difamación o calumnias) y campañas de desprestigio contra críticos del gobierno. Además, la autocensura es común, ya que los comunicadores prefieren evitar ciertos temas para proteger su integridad.
3. Concentración de medios
En México, la concentración mediática en unas pocas corporaciones limita la pluralidad de voces y perspectivas. Aunque han surgido medios digitales independientes que diversifican la oferta informativa, muchos de ellos carecen de recursos y enfrentan dificultades económicas y políticas.
4. Uso indebido de redes sociales
Las redes sociales se han convertido en un espacio clave para la libertad de expresión, pero también son utilizadas para desinformar, hostigar y promover discursos de odio. Además, los gobiernos han sido acusados de emplear bots y estrategias de manipulación digital para silenciar críticas.
Casos emblemáticos
Algunos casos ilustran las tensiones en torno a la libertad de expresión en México:
1. El asesinato de periodistas como Javier Valdez (2017) y Regina Martínez (2012), quienes denunciaron la corrupción y el crimen organizado.
2. Ley Mordaza en Baja California (2015), que limitaba la cobertura mediática de procesos judiciales, aunque fue posteriormente derogada.
3. El uso de Pegasus, un software de espionaje utilizado para monitorear a periodistas y defensores de derechos humanos.
Esfuerzos y avances
Pese a los desafíos, existen avances significativos:
La creación de mecanismos como el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, aunque su efectividad ha sido cuestionada.
El fortalecimiento de medios digitales y organizaciones civiles que promueven el acceso a información y denuncian las violaciones a la libertad de expresión.
Reformas legales para despenalizar los delitos de difamación en varios estados.
Perspectivas futuras
El fortalecimiento de la libertad de expresión en México requiere un esfuerzo conjunto entre el gobierno, la sociedad civil, los medios de comunicación y organismos internacionales. Entre las medidas clave están:
Combatir la impunidad en los ataques a periodistas.
Promover políticas públicas que garanticen la seguridad de comunicadores y activistas.
Fomentar la educación mediática y el pensamiento crítico para combatir la desinformación.
Por último, aunque México reconoce plenamente la libertad de expresión en su marco jurídico, los retos estructurales y la violencia persistente limitan su ejercicio pleno. Garantizar este derecho no solo es esencial para la democracia, sino también para el respeto y promoción de los derechos humanos en el país.

Dr. en Educación