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El Miedo que Cruza Fronteras: Reflexión sobre la Política Migratoria de Trump

Dra. Verónica Arredondo

La migración ha sido siempre un fenómeno global, tan antiguo como la humanidad misma. Sin embargo, en las últimas décadas, se ha transformado en un tema de candente discusión política, especialmente en los Estados Unidos, donde las políticas migratorias han adquirido un tono más restrictivo y excluyente. La administración de Donald Trump, con su propuesta de "América Primero", centró su discurso en la construcción de muros, la expulsión masiva de inmigrantes y la detención de familias en condiciones indignas, generando una atmósfera de miedo y desesperanza para miles de personas que cruzan las fronteras en busca de una vida mejor. Este fenómeno no solo debe ser visto desde una perspectiva política, sino también desde una dimensión humana que nos invita a cuestionar nuestros valores como sociedad.
La reciente política migratoria anunciada por Trump se basa en la criminalización de los migrantes, tratándolos como enemigos de la nación, olvidando que detrás de cada número, cada estadística, existe una familia, una historia, una persona que huye de la violencia, la pobreza o la falta de oportunidades. Muchos de estos migrantes no eligen dejar sus hogares por capricho, sino por necesidad urgente. La pregunta que debemos hacernos, como sociedad, es si realmente estamos dispuestos a mirar hacia otro lado e ignorar el sufrimiento de miles de familias que, por la sola razón de querer un futuro mejor, se ven obligadas a arriesgar sus vidas en un viaje incierto y peligroso.
El miedo, ese sentimiento de inseguridad que se ha exacerbado en estos días con el reciente incio de la nueva administración de Trump, no es exclusivo de los migrantes. También afecta a las comunidades locales, que viven con el temor de que la presencia de inmigrantes "ilegales" genere una sobrecarga en los servicios públicos, el empleo y la seguridad. Sin embargo, al preguntarnos sobre el sufrimiento de los migrantes, debemos reflexionar sobre si es justo basar nuestras decisiones en el miedo, sin considerar los aspectos humanos de la situación. El miedo puede ser un sentimiento válido, pero también puede cegarnos y hacernos actuar de manera irracional, sin pensar en las consecuencias a largo plazo para la cohesión social y los derechos humanos.
El voto por Trump y sus políticas migratorias representa, para algunos, una respuesta a un supuesto "problema" relacionado con la inmigración. Sin embargo, es crucial cuestionar a aquellos que apoyaron estas políticas si alguna vez se pusieron en los zapatos de los migrantes. ¿Pensaron en el miedo que sienten miles de familias, que, al igual que cualquiera de nosotros, desean un futuro mejor para sus hijos? ¿Reflexionaron sobre lo que significa perder la oportunidad de ser tratados con dignidad, solo por haber nacido en un país distinto? La política migratoria de Trump no solo afecta a los migrantes, sino que también nos afecta como sociedad, ya que promueve la división, el racismo y la xenofobia, alimentando un ciclo de miedo y odio.
No podemos olvidar que, más allá de las estadísticas y los discursos políticos, hay vidas humanas involucradas. Hay niños que sueñan con la oportunidad de ir a la escuela, padres que buscan seguridad para sus hijos, y personas que solo desean vivir con dignidad. El desafío que enfrentamos no es solo político, sino moral. Como sociedad, debemos ser capaces de mirar más allá de la retórica política y cuestionar nuestras propias creencias y actitudes hacia los migrantes. La humanidad nos llama a actuar con empatía, compasión y justicia. Si realmente creemos en los derechos humanos y en la dignidad de cada persona, debemos hacer frente al miedo y tomar decisiones que promuevan la solidaridad, la inclusión y la equidad.
La política migratoria de Trump es solo un reflejo de una visión más amplia de la sociedad, una visión que se basa en el miedo y la exclusión. Sin embargo, es hora de que reflexionemos sobre qué tipo de sociedad queremos construir. ¿Queremos naciones que construyen muros o una naciones que construye puentes? La decisión está en nuestras manos, y depende de nosotros ser conscientes de que cada conciencia humana y la reflexión de que cada política tiene un impacto profundo en la vida de las personas. No permitamos que el miedo nos defina, busquemos soluciones que respeten la dignidad humana.