EL DERECHO AL OLVIDO, UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD.
Nubia Barrios
Desde la década de los 70, inició lo que conocemos y llamamos “la era digital”, que ha significado para la humanidad un sinfín de beneficios y a la vez, ha generado problemáticas inéditas en materia de privacidad y protección de datos personales. En este contexto, cada vez ha ido tomando mayor relevancia el concepto del derecho al olvido, especialmente en los últimos años, donde la tecnología avanza más rápido que la capacidad para generar leyes. Si bien este es un fenómeno global, México no es la excepción.
Esta falta de regulación se expone de manera puntual en el libro Derecho al Olvido y sus Implicaciones Sociales, coordinado por Georgina González Sánchez, Miguel Recio Gayo y Ana Josefina Bello Jiménez, una producción del INAI, que plantea la necesidad de desarrollar políticas públicas adecuadas. Actualmente, el país carece de un marco legal robusto que garantice a los ciudadanos la posibilidad de eliminar información obsoleta o perjudicial de internet. Por otra parte, en la Unión Europea el Tribunal de Justicia estableció desde el año 2014 que los motores de búsqueda deben eliminar información personal bajo ciertas condiciones, sin embargo, en México el derecho al olvido sigue siendo un concepto difuso, alejado, desconocido para la sociedad y sujeto a la interpretación de las plataformas digitales y los tribunales.
Ante el vertiginoso avance de la tecnología, uno de los principales argumentos a favor del derecho al olvido es la protección de la privacidad de los ciudadanos en un entorno digital que, en muchos casos, perpetúa errores del pasado y vulnera la dignidad de las personas. Sin embargo, su implementación implica un reto monumental. Se enfrenta, por ejemplo, al conflicto con la libertad de expresión y el derecho a la información, valores que son imprescindibles en una democracia. Por lo anterior, la pregunta clave es cómo equilibrar ambos derechos sin caer en la censura o en la impunidad.
Sumado a ello, el INAI como organismo garante de la protección de datos personales en México ha tenido un papel fundamental en la regulación de este derecho. Sin embargo, para que sea efectivo ha sido necesario un marco normativo claro que establezca los criterios bajo los cuales una persona pueda solicitar la eliminación de sus datos en línea y los mecanismos que las plataformas deben seguir para cumplir con estas solicitudes.
Otra perspectiva desde la cual es necesario abordar el derecho al olvido, es tomando en consideración el avance de las tecnologías de la información y el creciente intercambio de datos entre los diferentes sistemas y plataformas. El derecho al olvido no se limita a legislar sobre el presente, sino prever escenarios futuros en los que el manejo de la información personal pueda volverse aún más complejo.
La reflexión central es que, en un país con más de 93 millones de usuarios de internet, la falta de un marco regulador en esta materia expone a los ciudadanos a riesgos innecesarios, pero también deja en manos de las grandes corporaciones digitales la decisión sobre qué información debe permanecer en línea y cuál puede ser eliminada. Una omisión que afecta directamente la dignidad de las personas.
Es hora de que México se avance en la consolidación de un derecho al olvido que garantice la protección de la privacidad sin comprometer la libertad de expresión. La regulación de este derecho es una herramienta para asegurar que la era digital no se convierta en una condena de por vida para quienes buscan una segunda oportunidad.