Claudia Sheinbaum y los aranceles: una estrategia responsable ante un entorno global desafiante
La reciente ola de tensiones comerciales encabezada por Estados Unidos bajo el liderazgo de Donald Trump ha vuelto a poner sobre la mesa un tema fundamental para cualquier país: la protección de su industria nacional frente a un entorno global cada vez más incierto. En este contexto, la postura de Claudia Sheinbaum sobre el uso estratégico de aranceles no solo es oportuna, sino también responsable y orientada al bienestar de México.
Ante un mundo donde incluso las economías más desarrolladas recurren a medidas de defensa comercial, México no puede quedarse inmóvil. Estados Unidos, históricamente promotor del libre comercio, ha adoptado una política mucho más cerrada y proteccionista en sectores clave, desde el acero hasta la tecnología. La respuesta de nuestro país debe estar a la altura de este nuevo panorama, y Claudia Sheinbaum ha demostrado tener claridad sobre ello.
Los aranceles, bien aplicados, no significan un retroceso, sino una forma legítima de garantizar condiciones justas para los productores mexicanos. Se trata de nivelar el terreno de juego ante prácticas que, en muchos casos, ponen en desventaja a nuestra industria. No es un rechazo al comercio internacional, sino una apuesta por que este sea equitativo y sostenible.
La visión de Sheinbaum parte de un principio clave de la Cuarta Transformación: fortalecer el mercado interno y proteger el empleo digno. Esto implica, entre otras cosas, que México no debe depender exclusivamente de las importaciones cuando tiene la capacidad de producir bienes con calidad y valor agregado. Apostar por la industria nacional es apostar por el crecimiento con justicia social.
Además, su enfoque no se limita al uso de aranceles como una medida aislada. Está vinculada a una estrategia más amplia de desarrollo: impulsar la inversión productiva, la innovación, la formación de talento y la transición hacia una economía más sustentable. Es decir, se plantea una visión de largo plazo en la que México no solo compite, sino que lidera en sectores clave.
En un mundo que se repliega, donde las grandes potencias buscan asegurar sus cadenas de suministro, México tiene la oportunidad de actuar con inteligencia y soberanía económica. Proteger lo nuestro no significa cerrarnos, sino reconocer nuestro valor, nuestras capacidades y nuestra responsabilidad con el desarrollo nacional.
Claudia Sheinbaum ha sabido leer este momento con madurez. Su postura frente a los aranceles no es ideológica, sino práctica: se trata de cuidar a México, a sus trabajadores y a sus industrias en un escenario global cada vez más competitivo y volátil.
M.F. Mafia del Carmen Salinas Flores