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México en el G7: Voz digna entre los grandes del mundo.

Sria. Bennelly J. Hernández Ruedas

La reciente Cumbre del G7, celebrada en Canadá, reunió a algunos de los líderes más influyentes del mundo en un escenario que trasciende la política y la economía, al convertirse en un espacio estratégico para trazar caminos que enfrenten los desafíos globales.
Este grupo, integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, representa algunas de las economías más avanzadas y democracias consolidadas del mundo.
Aunque México no forma parte oficialmente del G7, la invitación y participación de la Dra. Claudia Sheinbaum en calidad de presidenta, marca un momento histórico que merece ser destacado.
La Cumbre del G7 no es simplemente una reunión diplomática. Es un foro de diálogo que tiene como objetivo principal fomentar la cooperación internacional, reforzar la estabilidad global y promover valores compartidos como la democracia, el respeto a los derechos humanos, la equidad de género y el desarrollo sostenible.
Cada año, el país anfitrión tiene la facultad de invitar a líderes de otras naciones, buscando enriquecer el debate con nuevas voces y perspectivas. Este año, Canadá apostó por incluir a México, reconociendo su creciente relevancia en la escena internacional.
La presencia de la presidenta Claudia Sheinbaum en esta cumbre no solo representa un logro político, sino también simbólico.
Su figura, como la primera mujer en ocupar la presidencia de México, encarna un nuevo capítulo en la historia del país, uno que proyecta con orgullo una nación diversa, fuerte y comprometida con los ideales de paz y justicia social.
México no llega a este foro en condición de espectador, sino como un interlocutor con propuestas, convicciones y una trayectoria de lucha por un mundo más equitativo.
Durante las sesiones de la cumbre, los temas abordados abarcaron desde la cooperación económica y la innovación tecnológica, hasta los desafíos del cambio climático, la seguridad internacional y la defensa de los derechos humanos.
En estos debates, la presidenta Sheinbaum ha resaltado el papel activo de México en la construcción de alianzas estratégicas, basadas en el respeto mutuo y la búsqueda de beneficios compartidos. Su participación ha sido clara y firme al promover una visión del país que valora su historia milenaria, su cultura vibrante y su papel como promotor incansable de la paz.
México se ha caracterizado por tender puentes, no muros. Y en un contexto global marcado por conflictos, polarización y desafíos económicos, la voz de un pueblo que cree en el diálogo y la diplomacia adquiere un valor especial.
La presidenta Sheinbaum representa a millones de mexicanos y mexicanas que día a día construyen un país más justo, más humano y más consciente. Su presencia en el G7 no solo honra a nuestro país, sino que visibiliza la posibilidad de que otras potencias escuchen y aprendan de nuestras experiencias y propuestas.
Uno de los ejes centrales del encuentro en Canadá fue precisamente la necesidad de reforzar las relaciones estratégicas entre los países. En un mundo interconectado, ningún desafío puede enfrentarse en solitario.
En este sentido, la participación de nuestra presidenta es un testimonio vivo de que la democracia en nuestra región está viva, que evoluciona y que es capaz de abrir espacios de inclusión y representación.
La Cumbre del G7 celebrada en Canadá pasará a la historia como un punto de encuentro clave entre las grandes potencias y las voces emergentes que, como la de México, llegan con propuestas, con firmeza y con orgullo.
Correo electrónico:
bennelly.hernandez@zacatecas.gob,mx