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Discurso de José Mújica; Asamblea General de la ONU septiembre del 2013

III PARTE

DE MUJICA A MONSIVAIS

Para documentar - como excepción a la regla - mi optimismo en la humanidad

Dr. José de Jesús Reyes Ruiz B

Hemos, en las últimas tres colaboraciones; transcrito en tres partes el discurso que JOSE MUJICA - ya fallecido - dictara ante la ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS EN SEPTIEMBRE DEL 2013

En esta colaboración me permito transcribir la tercera y ultima parte del discurso, y en este momento quisiera comentar que si lo he hecho es porque considero el discurso de un gran ser humano, un discurso que no tiene una línea de desperdicio y que siento que debe ser conocido por todos los que deseen un mundo mejor, un mundo diferente.

JOSE MUJICA lo fue – un gran ser humano - pero no es el único, me permito utilizar el preámbulo a la tercera parte comentando que estamos conmemorando el 15 aniversario de la partida de otro gran hombre, en este caso mexicano quien sentimos nos dejo en forma prematura y que al recordarlos, leerlos y releerlos nos permite conservar algo de optimismo hoy que la situación de la humanidad con sus múltiples guerras, con genocidios que aquellos que se sienten superhombres piensan que otros tienen que desaparecer de la faz de la tierra, me refiero claro al GENOCIDIO PALESTINO que todos hemos visto día a día EN TIEMPO REAL y para el que hemos hecho demasiado poca cosa para frenarlo o detenerlo. El hombre post moderno carece de toda ética, ya no se diga de alguna mora, se ve a sí mismo como el superhombre descrito a finales del siglo XIX por NIETZCHE considera que puede quitarle la vida a miles de seres humanos solo porque no están dentro de sus proyectos de futuro, un ser que se siente superior y por lo tanto puede decidir el destino de cientos de miles diferentes a él, sus formas de hacer es seguir su instinto y nada mas sin importar quien se lleve por delante, carece de toda ideología que no sea el propio beneficio y por sentirse superior al resto de los humanos toma los pasos que le da la gana sin consultar con nadie, y claro este es el caso de TRUMP y su títere NETANYAHU – no al revés como muchos piensan -y que sigue una política llamada sionista que poco o nada tiene que ver con el pueblo judío sino mas bien con una supremacía de un grupo conservador, protestante, anglosajón puritano en extremo, cínico, mentiroso cuya política es la de crear miedo al amenazar el futuro de los demás.

Me temo que tendremos que seguir escribiendo al respecto a personalidades en extremo cuestionables como los ya mencionados, pero frente a ellos tenemos otros seres humanos realmente humanistas valga la redundancia, que nos han demostrado, que le han demostrado al mundo que se puede ser, que el mundo puede ser diferente, y es el caso de JOSE MUJICA del que enseguida presentaremos la tercera parte de su gran discurso, pero también para ser un poco menos pesimista recordaremos aquel joven que a mediados del siglo XX, específicamente en 1954 se asomo a un evento en el centro de la Ciudad de México donde se protestaba – ya en aquellos tiempos – por el GOLPE DE ESTADO realizado por los ESTADOS UNIDOS provocando la caída de un PRESIDENTE LEGALMENTE ELECTO DE GUATEMALA JACOBO ARBENZ, electo democráticamente en 1951 y quien inicio su mandato combatiendo la transnacional UNITED FRUT COMPANY quien rápidamente se quejo a los EU quien a través de la CIA orquesto el golpe de estado. Cabe mencionar que en esa protesta estaba gente de la altura de FRIDA KAHLO que una semana antes había sufrido la amputación de una pierna y que moriría un par de semanas después, y con ella DIEGO DE RIVERA y tantos personajes más, pero un joven de gruesos anteojos iniciaba una carrera no solo literaria, este joven que cumple 15 años de habernos dejado era ni mas ni menos CARLOS MONSIVAIS.

JOSE MUJICA, DISCURSO III PARTE

El papel de la ONU

Bloquean en los hechos a esta ONU que fue creada con una esperanza y como un sueño de paz para la humanidad. Pero peor aún la desarraigan de la democracia en el sentido planetario porque no somos iguales. No podemos ser iguales en este mundo donde hay más fuertes y más débiles. Por lo tanto, es una democracia planetaria herida y está cercenando la historia de un posible acuerdo mundial de paz, militante, combativo y que verdaderamente exista. Y entonces, remendamos enfermedades allí donde hace eclosión y se presenta según les parezca a algunas de las grandes potencias. Lo demás miramos
desde lejos.

No existimos. Amigos, yo creo que es muy difícil inventar una fuerza peor que el nacionalismo chauvinista de las grandes potencias. La fuerza que es liberadora de los débiles. El nacionalismo tan padre de los procesos de descolonización, formidable hacia los débiles, se transforma en una herramienta opresora en las manos de los fuertes y vaya que en los últimos 200 años hemos tenido ejemplos por todas partes.

Nuestro pequeño ejemplo

La ONU, nuestra ONU languidece, se burocratiza por falta de poder y de autonomía, de reconocimiento y sobre todo de democracia hacia el mundo más débil que constituye la mayoría aplastante del planeta. Pongo un pequeño ejemplo, pequeñito. Nuestro pequeño país tiene en términos absolutos, la mayor cantidad de soldados en misiones de paz de los países de América Latina desparramos en el mundo. Y allí estamos, donde nos piden que estemos.

Pero somos pequeños, débiles. Donde se reparten los recursos y se toman las decisiones, no entramos ni para servir el café. En lo más profundo de nuestro corazón, existe un enorme anhelo de ayudar para que le hombre salga de la prehistoria. Yo defino que el hombre mientras viva con clima de guerra, está en la prehistoria, a pesar de los muchos artefactos que pueda construir.

Las soledades de la guerra

Hasta que el hombre no salga de esa prehistoria y archive la guerra como recurso cuando la política fracasa, esa es la larga marcha y el desafío que tenemos por delante. Y lo decimos con conocimiento de causa. Conocemos las soledades de la guerra. Sin embargo, estos sueños, estos desafíos que están en el horizonte implica luchar por una agenda de acuerdos mundiales que empiecen a gobernar nuestra historia y superar paso a paso, las amenazas a la vida. La especie como tal, debería tener un gobierno para la humanidad que supere el individualismo y bregue por recrear cabezas políticas que acudan al camino de la ciencia y no solo a los intereses inmediatos que nos están gobernando y ahogando.

Paralelamente hay que entender que los indigentes del mundo no son de África o de América Latina, son de la humanidad toda y esta debe como tal, globalizada, propender a empeñarse en su desarrollo, en que puedan vivir con decencia por sí mismos. Los recursos necesarios existen, están en ese depredador despilfarro de nuestra civilización

La bombita de 100 años

Hace pocos días le hicieron ahí, en California, en una agencia de bomberos un homenaje a una bombita eléctrica que hace 100 años que está prendida; ¡100 años que está prendida, amigo! Cuántos millones de dólares nos sacaron del bolsillo haciendo deliberadamente porquerías para que la gente compre, y compre, y compre, y compre.

Pero esta globalización de mirar por todo el planeta y por toda la vida significa un cambio cultural brutal. Es lo que nos está requiriendo la historia. Toda la base material ha cambiado y ha tambaleado, y los hombres, con nuestra cultura, permanecemos como si no hubiera pasado nada y en lugar de gobernar la civilización, esta nos gobierna a nosotros. Hace más de 20 años que discutíamos la humilde tasa Tobi. Imposible aplicarla a nivel del planeta. Todos los bancos del poder financiero se levantan heridos en su propiedad privada y qué sé yo cuántas cosas más. Sin embargo, esto es lo paradojal. Sin embargo, con talento, con trabajo colectivo, con ciencia, el hombre paso a paso es capaz de transformar en verde a los desiertos.

El hombre es capaz…

El hombre puede llevar la agricultura al mar. El hombre puede crear vegetales que vivan con agua salada. La fuerza de la humanidad se concentra en lo esencial. Es inconmensurable. Allí están las más portentosas fuentes de energía. ¿Qué sabemos de la fotosíntesis?, casi nada. La energía en el mundo sobra si trabajamos para usarla con ella.

Es posible arrancar de cuajo toda la indigencia del planeta. Es posible crear estabilidad y será posible a generaciones venideras, si logran empezar a razonar como especie y no solo como individuo, llevar la vida a la galaxia y seguir con ese sueño conquistador que llevamos en nuestra genética los seres humanos.

Pero para que todos esos sueños sean posibles, necesitamos gobernarnos a nosotros mismos o sucumbiremos porque no somos capaces de estar a la altura de la civilización que en los hechos fuimos desarrollando.

Este es nuestro dilema. No nos entretengamos solos remendando consecuencias. Pensemos en las causas de fondo, en la civilización del despilfarro, en la civilización del use-tire que lo que está tirando es tiempo de vida humana malgastado, derrochando cuestiones inútiles. Piensen que la vida humana es un milagro. Que estamos vivos por milagro y nada vale más que la vida. Y que nuestro deber biológico es por encima de todas las cosas respetar la vida e impulsarla, cuidarla, procrearla y entender que la especie es nuestro nosotros.

jjreyes52@yahoo.com.mx