Morena consolida la esperanza de México
Por Ulises Mejía Haro
La Cuarta Transformación entra en una etapa decisiva. Una nueva fase que exige más trabajo de territorio, más organización popular y, sobre todo, más congruencia entre lo que decimos y lo que hacemos. No basta con declararse parte del movimiento: hay que demostrarlo todos los días con resultados, cercanía con el pueblo y lealtad a los principios que nos dieron origen.
Durante la VIII Sesión Extraordinaria del Consejo Nacional de Morena, celebrada recientemente en la Ciudad de México, se definieron los lineamientos estratégicos que guiarán este nuevo momento del movimiento. Se aprobaron cuatro grandes ejes que no solo fortalecen nuestra estructura, sino que consolidan la visión de un partido-movimiento en permanente vínculo con la ciudadanía.
El primer eje es la conformación de más de 71,500 comités seccionales de Morena en todo el país. Esto representa el corazón de la organización territorial de Morena, un esfuerzo para volver a las bases, estar en cada comunidad y asegurar que las decisiones se tomen desde abajo y con el pueblo.
El segundo eje es la creación de una escuela municipalista, destinada a formar, capacitar y profesionalizar a presidentas y presidentes municipales, síndicas y síndicos, regidoras y regidores. Una apuesta por gobiernos locales con visión transformadora, honestos, eficaces y comprometidos con la justicia social.
El tercer eje es la reactivación del Consejo Consultivo Nacional, integrado por perfiles con amplia trayectoria y autoridad moral. Su tarea será reflexionar colectivamente sobre los grandes temas del país y acompañar al movimiento desde el pensamiento crítico, sin perder el rumbo.
El cuarto eje es la instalación de una Comisión Evaluadora de Incorporaciones, que analizará con rigor el ingreso de nuevos actores al movimiento, asegurando que quienes se sumen lo hagan desde la convicción, y no por cálculo político. Morena no puede ser una puerta giratoria ni un refugio para el oportunismo.
En coherencia con esta visión, la reforma interna que prohíbe el nepotismo en candidaturas, tanto dentro de Morena como en las coaliciones en que participe Morena refuerza los principios básicos del movimiento. Morena no es propiedad de nadie: es una causa colectiva. Y para aspirar a representar al movimiento, primero hay que respetarlo.
Desde mi labor como diputado federal por Zacatecas, he actuado con responsabilidad y trabajo constante. En menos de un año hemos realizado 224 asambleas informativas sobre el trabajo legislativo con reformas constitucionales y a leyes generales en beneficio de la gente, 40 ruedas de prensa semanales, he presentado 12 iniciativas de reforma y hemos asistido con puntualidad a las 96 sesiones del Pleno sin faltar o ausentarme a una sola. Además, participo activamente en las comisiones de Seguridad Ciudadana, Energía y Desarrollo Rural Sustentable, y mantenemos el vínculo directo con la ciudadanía desde nuestra oficina de enlace legislativo.
La mejor carta de presentación de un representante popular no es una foto, ni un slogan, ni una estrategia de redes. Es el trabajo. Es la congruencia. Es el contacto directo con la gente. Quien quiera aspirar a un puesto público, que empiece por trabajar, no por adelantarse ni chantajear con rupturas lo va lograr, como bien lo dijo el presidente del consejo nacional de morena el gobernador Alfonso Durazo.
En el contexto internacional actual, reconozco el liderazgo firme y claro de la presidenta Claudia Sheinbaum. Frente a las tensiones bilaterales con Estados Unidos, ha actuado con visión y dignidad, sin caer en provocaciones. Su política exterior humanista, su defensa de los migrantes, el fortalecimiento del sistema consular, los programas sociales y el Plan México para el desarrollo económico marcan el rumbo de una nueva etapa para nuestro país. Hoy más que nunca se requiere cerrar filas con la presidenta, informar a la ciudadanía sobre sus programas y acompañar sus decisiones con claridad, no con simulaciones.
Hoy, la prioridad es clara: respaldar con hechos a Claudia Sheinbaum. Consolidar la 4T no es una consigna: es una responsabilidad. Y la responsabilidad se honra trabajando.