Maricarmen Salinas
Una rendición de cuentas con rostro de mujer
El reciente informe presentado por la Presidenta Claudia Sheinbaum representa un ejercicio claro de transparencia y cercanía con el pueblo de México. En cada palabra y cada dato compartido se confirma que la Cuarta Transformación no es solamente un proyecto de gobierno, sino una forma de hacer política distinta, honesta y profundamente comprometida con quienes históricamente habían quedado al margen. No se trató de un acto protocolario, sino de una muestra tangible de cómo gobernar escuchando, rindiendo cuentas y caminando junto a la gente.
Este informe demuestra que la rendición de cuentas en la 4T se entiende como un deber con el pueblo, no como una formalidad para las élites políticas. La claridad en la presentación de avances, retos y compromisos habla de un gobierno que no esconde cifras ni se escuda en pretextos, sino que reconoce el camino recorrido y reafirma hacia dónde nos dirigimos. Ese espíritu de transparencia fortalece la confianza ciudadana y sostiene el pacto social que se ha consolidado en estos años de transformación.
Al mismo tiempo, el informe tuvo un sello particular: el de una mujer que gobierna con convicción feminista, sin desligarse de los principios que dieron origen al movimiento de la 4T. Claudia Sheinbaum nos recuerda que la transformación también es feminista, que la política puede y debe ejercerse desde la perspectiva de la igualdad, y que su liderazgo no es una excepción aislada, sino parte de un proceso histórico en el que millones de mujeres hemos luchado por ocupar espacios de decisión.
No es casualidad que su frase más potente haya resonado más allá de las paredes del recinto: “No llego sola, llegamos todas.” Con estas palabras, la Presidenta nos recuerda que su triunfo no es individual, sino colectivo. Habla de las generaciones de mujeres que la antecedieron, de aquellas que desde distintos espacios han exigido justicia, igualdad y reconocimiento, y de quienes hoy, desde las comunidades más pequeñas hasta las grandes ciudades, se saben parte de esta nueva etapa de la vida pública nacional.
Este mensaje es profundamente transformador porque rompe con la narrativa tradicional de la política como un espacio exclusivo de unos cuantos. Reivindica que el poder también puede ser compartido y que, en manos de una mujer comprometida, la política se convierte en herramienta para abrir puertas, no para cerrarlas. La voz de Claudia Sheinbaum es la voz de miles de mujeres que antes no eran escuchadas, y eso marca un antes y un después en nuestra historia democrática.
El informe también deja claro que el feminismo en la 4T no se reduce a discursos, sino que se traduce en políticas públicas concretas: en la defensa de los derechos de las mujeres, en el fortalecimiento de programas sociales que benefician directamente a las jefas de familia, en la construcción de un sistema nacional de cuidados, en el combate a la violencia de género y en la generación de oportunidades reales de desarrollo y participación. Se trata de un feminismo enraizado en la justicia social, en la equidad y en el derecho a vivir con dignidad.
Por eso, al escucharla, no solo nos reconocemos en sus palabras, sino que también confirmamos que estamos haciendo historia. No es un logro pasajero ni una coincidencia; es el resultado de un movimiento colectivo que ha transformado la vida política de México y que sigue ampliando sus horizontes. La rendición de cuentas de la Presidenta no fue solo un recuento de programas y resultados: fue una invitación a todas y todos a reconocernos como protagonistas de esta transformación.
La 4T nació con la premisa de poner al pueblo en el centro, y hoy, con Claudia Sheinbaum al frente, ese principio se refuerza con un rostro femenino y una mirada de igualdad. La transparencia, la cercanía y la sensibilidad mostradas en este informe son la prueba de que la política puede hacerse de otra manera: con la gente y para la gente.
Estamos escribiendo, juntas y juntos, una nueva historia para México. Una historia donde las mujeres no somos espectadoras, sino protagonistas; donde la rendición de cuentas no es un trámite, sino un compromiso real; y donde la democracia se entiende como un proceso vivo, nutrido de justicia, igualdad y esperanza. Como dijo la Presidenta: “No llego sola, llegamos todas.” Y en esa certeza radica la fuerza de este nuevo capítulo de nuestra nación.
M.F. María del Carmen Salinas Flores,
Secretaria de Administración del Estado de Zacatecas.



