Navidad: la honestidad que nos acerca
La Navidad llega como un momento de pausa en medio del ritmo acelerado del año. No siempre llega con luces encendidas ni con certezas, pero sí con una invitación clara: detenernos y mirarnos con honestidad. Ser honestas y honestos con lo que somos, con lo que hemos vivido y con aquello que todavía nos duele o nos preocupa. Esa honestidad, aunque a veces incomoda, es la que permite construir vínculos más auténticos y relaciones más humanas.
Hablar de honestidad en estas fechas también implica reconocer que no todas las personas llegan a la Navidad desde el mismo lugar. Hay quienes celebran, quienes resisten, quienes atraviesan duelos, cansancio o incertidumbre. Ser honestas y honestos es aceptar esa diversidad de realidades y comprender que la cercanía no se construye desde el juicio, sino desde la empatía y el respeto.
La cercanía, en su sentido más profundo, no se limita a estar presentes físicamente. Es la capacidad de escuchar sin prisas, de acompañar sin imponer, de cuidar sin condiciones. Es reconocer al otro y a la otra como alguien valioso, incluso cuando piensa distinto o vive circunstancias complejas. En un mundo marcado por la prisa, la polarización y la indiferencia, la cercanía se vuelve un acto casi revolucionario.
La Navidad también nos recuerda que lo sencillo importa. Un mensaje oportuno, una palabra honesta, un gesto de cuidado pueden tener un impacto profundo. No se trata de grandes discursos ni de promesas vacías, sino de acciones cotidianas que fortalecen la confianza y el sentido de comunidad. La honestidad se demuestra cuando actuamos con coherencia, cuando decimos lo que pensamos y hacemos lo que decimos.
Que estas fechas nos permitan cerrar el año con una mirada sincera: reconocer avances, aprender de los errores y agradecer a quienes caminaron con nosotras y nosotros. Que la cercanía nos ayude a reconstruir puentes, a sanar distancias y a reafirmar que el bienestar colectivo solo es posible cuando ponemos a las personas en el centro.
Que esta Navidad sea un tiempo de reflexión, de verdad y de encuentro. Un momento para renovar el compromiso con la dignidad, el cuidado y la esperanza compartida. Feliz Navidad.
M.F. María del Carmen Salinas Flores
Secretaria de Administración



